Venezuela es un país sísmico, por lo cual es muy importante que todos los miembros de la familia, los trabajadores y trabajadoras, estudiantes en todos los niveles, estén bien informados sobre cómo reaccionar de forma correcta y rápida
Con información del manual de Funvisis
La Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) informó que en el país se produjeron un total de 10 sismos principales, y 21 réplicas, el miércoles 24 de septiembre, debido a una falla tectónica en la región occidental del país.
A la fecha, no hay reportes de pérdidas humanas debido a los movimientos telúricos.
Venezuela es un país sísmico. “Posee un contexto geodinámico importante y complejo por la interacción entre la placas del Caribe y la Sudamericana, lo que origina actividad sísmica en el territorio nacional”.
La zona de mayor actividad sísmica “corresponde a una franja de unos 100 km de ancho, definida a lo largo de los sistemas montañosos de Los Andes, la Cordillera Central y la Cordillera Oriental, lugares en los que se ubican los principales sistemas de fallas del país: Boconó, San Sebastián y El Pilar, y donde habita el 91 % de la población nacional (unos 29 millones de habitantes)”, advierte Funvisis.
Funvisis, como institución de investigación de amplio reconocimiento nacional e internacional, “en el área de exploración geológica, así como en la prevención y preparación frente a las geoamenazas”, tiene a la disposición del público, un manual titulado Lecciones aprendidas por si tiembla.
Es autoría del PhD Roberto Betancourt A., del Lic. Freddy Parada y del TSU. Alejandro Patiño.
De manera sencilla explican qué es un terremoto y qué hacer antes, durante y después.
Debido a los recientes temblores, compartimos los conceptos básicos de este manual, así como su enlace para la lectura completa.
Son lecciones importantes para estar prevenidos.
¿Qué es un terremoto?
Un terremoto es una violenta sacudida del suelo causada por la repentina ruptura y movimiento de grandes secciones de la corteza rocosa más externa de la Tierra (placas tectónicas). Los bordes de estas placas están marcados por fallas (o fracturas). La mayoría de los terremotos ocurren a lo largo de las líneas de falla cuando las placas se deslizan una sobre otra o colisionan entre sí.
Un temblor inicial leve puede fortalecerse y volverse extremadamente violento en cuestión de segundos. Los terremotos secundarios, llamados réplicas, pueden seguir al evento inicial durante horas, días o incluso meses.
Los terremotos pueden ocurrir cualquier mes o día del año y sin previo aviso. A pesar de los esfuerzos de la comunidad científica, hasta ahora no hay forma de predecir los terremotos, por lo que es extremadamente importante prepararse y saber qué hacer cuando llegue el momento.
Venezuela es un país sísmico, así que miembros de la familia, los trabajadores y trabajadoras, estudiantes en todos los niveles, deben estar bien informados sobre cómo reaccionar de forma correcta y rápida a los terremotos.
¿Qué hacer antes?

Prepara un morral con contenidos básicos para enfrentar una emergencia, que incluya al menos: un botiquín de primeros auxilios, una linterna con baterías, un pito u otro mecanismo que alerte de tu ubicación; asegúrate de que estén copias de tu identificación personal (y de los tuyos) y otros documentos importantes (títulos de propiedad por ejemplo), una radio y baterías adicionales; suficientes alimentos no perecederos, un abrelatas; y agua potable para –al menos- tres días.
Otros contenidos importantes son un cargador externo de teléfono móvil, récipes y medicamentos, necesidades para tus mascotas como alimentos, correas, y mantas. Asegúrate de tener tu morral en un área de fácil y rápido acceso.
Prepara tu plan de emergencia. Involucra a todos los miembros de tu hogar, de tu equipo de trabajo, de la escuela o universidad para que todos sepan qué hacer, a quién contactar y dónde ir.
Anticípate al peligro identificando los sitios de alto riesgo de tu casa, centro educativo o lugar de trabajo.
Si es posible, realiza simulacros de práctica en todos los espacios que frecuentas, especialmente en el hogar.
Asegura aquellos artículos que puedan caerse o moverse y causar lesiones o daños en caso de un terremoto, como bibliotecas, espejos, lámparas, televisores, computadoras y electrodomésticos grandes.
Fija y ancla a la pared o al techo los muebles altos y objetos que coloques en ellos, para evitar su vuelco o caída. Asegura los elementos colgantes que puedan estar sobre las camas. Aleja de las ventanas sofás, camas, cunas u otros lugares que frecuentas.
Almacena líquidos peligrosos o inflamables, objetos pesados y quebradizos en estantes bajos o en gabinetes seguros.
Reconoce cuál es la principal y más cercana puerta de salida de tu casa y crea el hábito de colocar la llave cerca de ella al entrar, y recogerla al salir.
La costumbre permitirá que tengas siempre las llaves cerca de la puerta de salida. A algunos les parece más cómodo colocarlas en un llavero en la pared y a otros en algún mueble cercano a la puerta (por ejemplo una mesa).
Verifica que las puertas, pasillos y vías de tránsito estén libres de obstáculos.
En los dormitorios es recomendable dejar las puertas interiores abiertas y acuñadas, especialmente cuando se trata de habitaciones de niños, niñas, adultos mayores o personas con necesidades especiales ya que requerirán ayuda después de un sismo.
Así como preparas provisiones para tu familia en tu morral de emergencias, debes incluir lo que necesite tu mascota: agua, alimento, bolsas para sus excrementos, arena (para los gatos), toallas de papel, medicamentos, certificados de vacunas, un documento con toda la información de tu mascota y una foto reciente, un juguete y una manta que le ayude a sentirse más cómodo a la hora de dormir.
Asegúrate que tu mascota tenga un collar debidamente rotulado con su información actualizada (nombre, teléfono del dueño, información relevante como alergias). Mantén una correa cerca de la puerta. Te sugerimos ponerle la correa a tu mascota durante la evacuación de la edificación.
Durante el terremoto

Si te sorprende dentro de una edificación: ¡agáchate, cúbrete y agárrate! Déjate caer al suelo, protégete de los objetos que puedan caer poniéndote debajo de una mesa resistente u otro mueble, agárrate a él y mantente allí hasta que el temblor se detenga. Si no hay mesas o escritorios robustos cerca de ti, cúbrete la cara y la cabeza con los brazos, adopta la posición fetal y busca una esquina interior del edificio o una estructura resistente.
Aléjate de vidrios, ventanas, puertas y paredes exteriores, y cualquier elemento colgante que pueda caerte, como accesorios de iluminación o muebles
Si el terremoto ocurre mientras estás dentro de una edificación y estás en una silla de ruedas: ¡frena, agáchate y cúbrete! Ubícate cerca de una estructura resistente o en una esquina de la edificación, aplica los frenos y protege tu cabeza cubriéndola con tus brazos.

Si tienes un maletín o un bolso a la mano, colócalo encima de tu cabeza. No te ubiques bajo el marco de una puerta, ya que no es un lugar seguro. Actúan como un disipador de la fuerza del sismo, trabaja como si fuera un fusible y tiene posibilidades de presentar daños en su estructura o colapsar. Mantente sentado y en esa posición hasta que termine el terremoto
Si estás en un vehículo en movimiento: ¡reduce, estaciona y permanece! Si vas al volante de un vehículo, reduce la velocidad, detente tan rápido como las condiciones de tránsito imperantes lo permitan, estaciona, enciende las luces intermitentes y permanece en el vehículo.

Estaciona en un sitio seguro, alejado de postes, árboles, letreros, cables eléctricos o de otros servicios públicos. Procede con cautela una vez que el terremoto haya pasado. Evita caminos, puentes o rampas que puedan haber sido dañados por el terremoto
Después de un terremoto
Si te encuentras en un lugar público lleno de gente, evita entrar en pánico y no te apresures a salir. Mantente bajo, cubre tu cabeza y nuca con tus manos y brazos. ¡Toma precauciones!
Una vez concluido el evento y si el terremoto ocurrió mientras estabas dentro de una edificación ¡mantén la calma! Busca un camino despejado que te conduzca hacia áreas más seguras. Abandona el edificio y avanza hacia un espacio abierto lejos de las áreas afectadas, pero no uses escaleras mecánicas ni ascensores.
- No enciendas fósforos, velas, yesqueros u otras fuentes de llamas vivas, pudieran existir fugas de gas y causar una explosión. Usa linternas para orientarte en la oscuridad. Limita tus movimientos para evitar levantar polvo. Cúbrete la boca con un pañuelo o tela.
- Usa un silbato, o golpea una tubería o pared para que los rescatistas puedan ubicarte. Grita sólo como último recurso. Gritar puede hacer que inhales cantidades peligrosas de polvo.
- Ten en cuenta que las réplicas pueden ocurrir minutos después de culminado el evento principal. Toma precauciones al avanzar entre los obstáculos que pudieron crearse durante el terremoto y dirígete –protegiendo tu cabeza y nuca con los brazos- a la salida de emergencia más cercana.
- Abre la puerta principal y la de los dormitorios al inicio del sismo y sólo si es posible. Las puertas se pueden trabar por el movimiento y podrías quedar encerrado. Esta medida te permitirá́ salir de la vivienda cuando sea necesario. Utiliza calzado para protegerte de vidrios y objetos cortantes que puedan haber en el suelo.
Los terremotos son la principal causa de tsunamis. Para que se origine un tsunami el fondo marino debe moverse abruptamente en sentido vertical, de modo que el mar es impulsado fuera de su equilibrio normal.
Cuando esta inmensa masa de agua trata de recuperar su equilibrio, se generan las olas devastadoras, que –dependiendo de la profundidad pueden superar los 700 km/h. Por ello, si estás en la costa y el sismo te dificultó mantenerte en pie, evacúa inmediatamente hacia las zonas de seguridad de tsunami ubicadas en las áreas de mayor altura.
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