La ANEP, que tiene como lema Servicio, Amor, Responsabilidad, fue fundada el 20 de agosto de 1925, un día como hoy: cien años al servicio de la salud y la vida del pueblo panameño
Por: Violeta Villar Liste
En acto conmemorativo, serán celebradas las trayectorias de 100 profesionales de la Enfermería, 69 héroes y heroínas de blanco, y de las 31 expresidentes que han pasado por la ANEP
El edificio de la Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (ANEP), gremio que este 20 de agosto de 2025 cumple su siglo de existencia, se ha vestido de historia para festejar los cien años de la ANEP, al servicio de la salud y la vida del pueblo panameño.
Una impresionante muestra fotográfica y documental se puede apreciar desde la planta baja y hasta el piso siguiente, como símbolo de luchas, desafíos y logros. Hoy, las vidas de quienes lo han hecho posible, son honradas desde la memoria y el presente.

En acto conmemorativo, la noche de este miércoles 20 de agosto, serán celebradas las trayectorias de 100 profesionales de la Enfermería, 69 héroes y heroínas de blanco, y de las 31 expresidentes que han pasado por la ANEP. Todas mujeres hasta que un hombre decidió cambiar la historia y que la equidad también sume a favor de más varones en el gremio.
Felipe de Jesús Ríos, con más de 20 años de entrega y vocación hacia la profesión, es historia dentro de la historia centenaria. En mayo del 2025, asumió el mando de la Junta Directiva.

Dato:La Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (ANEP) tiene inscritas 6,897 personas. Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) indican que en Panamá, hasta el año 2024, había 7,853 registradas. A la fecha, la ANEP contabiliza 670 en situación de desempleo.
Más de 20 años de servicio
La historia de Felipe Ríos es la de un joven que vio en la carrera de Enfermería una posibilidad laboral y luego se enamoró de este ejercicio diario de vocación al servicio del paciente. Estudió en el Centro Regional Universitario de Azuero de la Universidad de Panamá. Egresa en el año 2004 e inicia una carrera que lo llevará a desempeñarse en las áreas de emergencia, salud pública, gerencia y prevención, entre otras.
Trabaja en el Hospital Santo Tomás y su balance, con 20 años de ejercicio, es que el logro mayor es la gratitud de los pacientes.
“Buscan una guía, una orientación… y nos corresponde ayudar con su tratamiento y en el alivio del dolor y de la enfermedad”.
La pandemia a causa de COVID-19 fue un desafío como enfermero y en lo personal. La soledad forzada por miedo a contagiar a familiares, en particular a los adultos mayores, y amigos, lo llevó a vivir solo durante nueve meses. La luz de la compañía la encendieron colegas y los propios pacientes, quienes tuvieron en el personal de Enfermería, el amigo cercano al pie de la cama.
Por provincias, la mayor cantidad de enfermeros y enfermeras residen en ciudad de Panamá, seguido de las provincias de Chiriquí y Herrera. Ofrecen la carrera: la Universidad de Panamá, Universidad Latina, Unachi, Udelas, la UAM, Umecit, UIP y la Unhipa. Hasta 2024, había 1,332 estudiantes matriculados entre todas las universidades.
El camino a la vida gremial

Una resolución, la número 2 del 19 de junio de 2007, le recuerda al presidente de la ANEP el inicio de su actividad gremial.
“Siempre he dicho que nosotros fuimos producto de una necesidad de cambio”, explica el licenciado Felipe Ríos.
Ocurre, que hasta esa fecha, el personal de Enfermería debía laborar dos años en centros de salud del interior del país para obtener la idoneidad. El sistema se saturó y menos plazas hacían imposible que las enfermeras pudieran completar el requisito y ser idóneas. De hecho, en 2007, el 23% de los profesionales no tenían posibilidad de obtener su registro de idoneidad para el libre ejercicio de la profesión.
Esta resolución del 19 de junio de 2007 buscará remediar la situación. Se resuelve entonces que en cualquier centro de salud de la República de Panamá, debidamente autorizado, pudieran cumplir el trámite.
El actual presidente de la ANEP participó en comisiones de trabajo, fue secretario de la Junta Directiva, un estudioso de la legislación e impulsó iniciativas que lo animaron al paso siguiente de asumir su actual cargo.
Un amplio recorrido nacional por centros de salud, públicos y privados, durante su campaña, le ayudó a recibir el voto del gremio.
Desde esta posición invita a las nuevas generaciones de la Enfermería a entender que es una profesión que implica sacrificios, pero también la alegría de acompañar la vida del niño que nace, la salud de la población y la muerte digna.
Desde el punto de vista gremial, recuerda que la última negociación salarial fue en el año 2015. Corresponde revisión de la escala salarial.
Otro punto a negociar, es el decreto 178, que contempla la jornada extraordinaria de los fines de semana. “Hay avances. Sin embargo, debemos seguir luchando por mejoras de esa condición laboral”, resaltó.
Desde el punto de vista académico, expresa que la ANEP es una casa abierta a la discusión en relación con perfiles de ingreso a la carrera, la unificación de criterios y cambios, de ser necesario, en el programa de estudios.
Otras metas, apuntan a la necesidad de una sede propia en Veraguas, así como Chiriquí, Azuero, Coclé y el capítulo de Bocas del Toro, las tienen.
Reactivar el capítulo Darién es otra prioridad en la mesa de pendientes.
Con relación a los desempleados en la profesión de Enfermería, si bien la lista se debe depurar y definir quién realmente requiere la vacante, “es una necesidad incluirlo como punto en la agenda como parte de las peticiones”. Tuvieron un encuentro con asesores del Minsa y se espera sea el camino para definir prioridades.
La luz que guía: El martes 19 de agosto, la lámpara “Enfermería: luz para el mundo” regresó a la sede de la ANEP, “tras iluminar cada rincón de Panamá”. Un recorrido que honra este siglo de servicio de las enfermeras y los enfermeros de Panamá. Este mismo día hubo un seminario científico internacional.
Más allá del cuidado
El presidente de la ANEP destaca que Panamá, como parte del Consejo Internacional de Enfermeras, y junto a más de 130 países, ratificó el nuevo concepto de Enfermería: “No solo se trata del cuidado del paciente; también incluye roles extendidos en el Gobierno, entidades públicas y ministerios”.
Significa que sus fortalezas y competencias también se consideren en el ejercicio de los roles públicos, incluso que el profesional de la Enfermería se considere para un cargo como el de ministro o ministra de Salud.
Un siglo que honra un siglo: Este 20 de agosto de 2025 las actividades inician a las 8.00 a.m. con misa en la Catedral Basílica Metropolitana Santa María La Antigua. Luego, Romería hacia el Cementerio Municipal de La Chorrera donde está enterrada Teresa de Jesús Barría, la primera presidenta de la ANEP. Entrega de canastillas a los niños nacidos hoy, 20 de agosto, es decir, a “niñas y niños centenarios”, tanto en ciudad de Panamá como en el interior del país. En horas de la noche, acto conmemorativo, con especial distinción a 100 agremiados y agremiadas, entre el grupo, las 31 expresidentas de la ANEP.

De una a otra generación
En la sede de la ANEP estos días se ha vivido la fiesta grande del centenario. Hay una sonrisa persistente como prueba de la alegría que la fecha convoca. Es una alegría que arropa a nuevas y veteranas promociones.
Joselín Jaén, estudiante de Enfermería de la Universidad Interamericana de Panamá (UIP) tiene 25 años y una ilusión de vida: servir.

Nació en Colón y a su mamá siempre la vio con una vida de entrega. Por voluntad altruista curaba a quien se lo pidiera y, este acto de servicio fue una decisión sin fisuras en el acto de Joselín Jaén de decirle “sí” a la profesión.
A la ANEP la acompaña en tareas administrativas. Por supuesto, la fiesta grande del aniversario la animó a contribuir con los arreglos del salón.
Como enfermera se ve en ejercicio independiente, prestando atención a quienes más lo requieran.
Entre sus modelos de enfermeras a seguir, Elidya Espinosa,la expresidenta de la ANEP. “Es la jefa de Enfermería del Hospital del Niño. Siempre tiene un trato amable con sus pacientes y colaboradores”.
Argelis Bullen Navarro pasó por casualidad por el edificio de la ANEP, espacio que es su otro hogar. Tiene 80 años y se jubiló en el año 2000. La hija de Teófila y Claudio es la tercera de seis hijos. Ocurre que en el tránsito de “tres en tres”, pasaron 15 años así que pudo ver el nacimiento de sus tres hermanas.
Recuerda como hoy el movimiento en casa con cada parto. Eran tiempos en los cuales el equipo médico y de Enfermería debía trasladarse al hogar, situación diferente a la de hoy cuando hay una red de asistencia pública y privada fortalecida.
Platones con agua y sábanas limpias, desfilaban junto a enfermeras, médico y las abuelas presentes. Si la madre tenía mucho dolor, se le pedía al padre ingresar al cuarto para darle apoyo. Una vez nacido el niño, la casa se llenaba de alegría.
Desde ese momento Argelis Bullen quiso ser enfermera y también maestra.
Estudió en el Liceo de Señoritas de ciudad de Panamá el bachiller en Ciencias e ingresa a la Escuela de Enfermería del Hospital Santo Tomás, en el año 1964. Se gradúa en 1967.
Una vez con el título de enfermera, se forma como educadora en la Universidad de Panamá (UP), institución que le abre sus puertas para egresar también como licenciada en Ciencias de Enfermería.
Tiempo después, cursa estudios en la Universidad Autónoma de México como enfermera especializada en Salud Mental y Psiquiatría.
Al volver, ingresa al Hospital Psiquiátrico Nacional, actual Instituto Nacional de Salud Mental, en calidad de asistente de la profesora Mercedes Chong y Marina de Laguna. En fecha posterior, ejerce la docencia en la UP.
Desde el año 1995 al 2000, fue jefa nacional de Enfermería del Minsa.

Al mirar en retrospectiva, analiza que su contribución a la historia de la Enfermería tiene dos fases, la de servicio y la gremial.
Su etapa de servicio “fue maravillosa”, afirma. En el Hospital Psiquiátrico Nacional, “junto con la Universidad de Panamá y las estudiantes, fuimos capaces de acompañar a pacientes deteriorados, enseñarlos a comer y darles cuidado”.
En esta época crea el Manual de Terapias Psicodinámicas de Enfermería en Salud Mental y Psiquiatría, “que todavía se usa y está vigente”. Este manual de su autoría, define terapias individuales y grupales.
“Mi jefa en el Hospital Psiquiátrico, Celia Díaz de King, creyó en mí y me dio la facilidad de aplicar todo lo que aprendí en México”.
En la parte gremial, acompañó luchas por mejores condiciones salariales y lograr que a las enfermeras en zonas de difícil acceso, o áreas como cuidados intensivos o cuartos de urgencia, se les permitiera trabajar seis horas, debido a lo demandante de la profesión en este tipo de labor especializada.

Ocupó distintas posiciones, desde vocal hasta presidenta encargada del gremio.
Recuerda la época de la invasión. Era enfermera jefe del Hospital Psiquiátrico, así que le correspondió dejar a su familia, aprovechar el silencio de la madrugada e ir a la institución: 16 días duró encerrada junto a sus pacientes y equipo para garantizar que nada les faltara.
Al hablar de la noble misión de la Enfermera, recuerda su Himno y ofrece consejos: “El servicio de Enfermería debe ser biopsicosocial. Esto implica entender desde las diferentes lingüísticas cuando acudimos al interior hasta las condiciones ambientales.Estamos llamados a cuidar a la familia, a la comunidad… y si hay problemas, políticos o sociales, actuar si afectan al paciente”.
En otra reflexión pide incluir más materias artísticas en la carrera de Enfermería “porque arte es ciencia y ciencia es arte”.
Cien años para contar

La ANEP, que tiene como lema Servicio, Amor, Responsabilidad, fue fundada el 20 de agosto de 1925, con personería jurídica reconocida por Resolución No. 165, del 20 de agosto de 1928.
De manera inicial se llamó Asociación de Enfermeras Graduadas del Hospital Santo Tomás y es el 26 de noviembre de 1945 cuando se reorganizó con el nombre de Sociedad Nacional de Enfermeras.

El 12 de mayo de 1956 adquiere su nombre actual: Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (ANEP).
Es su misión “fortalecer al gremio mediante el desarrollo profesional de la enfermera, potenciando sus conocimientos científicos y tecnológicos, aplicando y evidenciando su quehacer humano, ético, moral y cultural, con el fin de ofrecer altos estándares de Enfermería al país, en beneficio de la profesión, sus miembros y la sociedad, protegiendo y defendiendo el derecho a la salud de los usuarios”.

La exposición que permanecerá durante todo el mes de agosto en el edificio de la ANEP (Calle 38, Ave. Justo Arosemena Ciudad de Panamá), es una memoria viva. Un recorrido por los hitos en la historia de la Enfermería de Panamá y sus principales protagonistas.

La invitación del gremio es a conocer cada paso que ha hecho posible esta trayectoria centenaria.
En proyecto, un libro que conserve y resguarde estas fotografías y documentos de valor incalculable para que cada generación conozca las huellas pioneras de quienes son luz en la vida del paciente.
¡Feliz centenario, Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (ANEP)!
Por: Violeta Villar Liste | [email protected]