fbpx
Imagen Unicef

Por: Unicef

Estos ocho consejos para apoyar y reconfortar a los niños y niñas son un manual fundamental para los padres y cuidadores


Cuando un conflicto o una guerra aparecen en los titulares, pueden provocar sentimientos como miedo, tristeza, rabia y ansiedad, sin importar dónde vivas. 

Los niños y niñas siempre buscan en sus padres una sensación de seguridad y protección, y más aún en tiempos de crisis. 

He aquí algunos consejos sobre cómo abordar la conversación con tu hijo o hija y brindarle apoyo y consuelo. 

1. Averigua qué saben y cómo se sienten 

Elije un momento y un lugar en los que tu hijo a hija pueda sacar el tema con naturalidad y se sienta más cómodo hablando libremente; por ejemplo, durante una comida familiar. Intenta evitar hablar del tema justo antes de acostarse. 

Un buen punto de partida es preguntarle qué sabe y cómo se siente. Algunos niños y niñas pueden saber poco sobre lo que está pasando y no estar interesados en hablar de ello, pero otros pueden estar preocupados en silencio. Con los más pequeños, los dibujos, los cuentos y otras actividades pueden ayudar a abrir el debate. 

Los niños y niñas pueden descubrir las noticias de muchas maneras, por lo que es importante comprobar lo que están viendo y oyendo. Es una oportunidad para tranquilizarles y corregir cualquier información inexacta que hayan podido encontrar en Internet, en la televisión, en la escuela o a través de sus amigos. 

Un flujo constante de imágenes y titulares perturbadores puede hacernos sentir que la crisis nos rodea. Los niños y niñas más pequeños pueden no distinguir entre las imágenes de la pantalla y su propia realidad personal y creer que están en peligro inmediato, incluso si el conflicto está ocurriendo lejos. Y los de más edad pueden haber visto cosas preocupantes en las redes sociales y tener miedo de cómo pueden agravarse los acontecimientos. 

Es importante no minimizar ni desestimar sus preocupaciones. Si te hacen una pregunta que puede parecerte extrema, como «¿Vamos a morir todos?», asegúrales que eso no va a ocurrir, pero también intenta averiguar qué han oído y por qué les preocupa que eso ocurra. Si puedes entender de dónde viene la preocupación, es más probable que puedas tranquilizarles. 

Reconoce sus sentimientos y asegúrales que lo que sienten es natural. Demuéstrale que le escuchas prestándole toda tu atención y recuérdale que puede hablar contigo o con otro adulto de confianza siempre que lo desee. 

Ilustración de madre y su hijo conversando

2. Mantén la calma y usa un lenguaje y ejemplos acorde a su edad 

Los niños y niñas tienen derecho a saber lo que pasa en el mundo, pero los adultos también tienen la responsabilidad de mantenerlos a salvo de la angustia. Tú eres quien mejor conoce a tu hijo o hija. Utiliza un lenguaje adecuado a su edad, observa sus reacciones y sé sensible a su nivel de ansiedad. 

En la medida de lo posible, tranquiliza a tus hijos e hijas asegurándoles que están a salvo de cualquier peligro. Recuérdales que mucha gente está trabajando duro en todo el mundo para detener el conflicto y encontrar la paz.   

Utiliza un lenguaje adecuado a su edad, observa sus reacciones y sé sensible a su nivel de ansiedad.

En la medida de lo posible, tranquiliza a tus hijos e hijas asegurándoles que están a salvo de cualquier peligro. Recuérdales que mucha gente está trabajando duro en todo el mundo para detener el conflicto y encontrar la paz.   

Recuerda que no pasa nada si no tienes la respuesta a todas las preguntas. Puedes decirles que tienen que buscarla o aprovechar la ocasión para que los niños y niñas mayores busquen juntos las respuestas. Utiliza sitios web de organizaciones de noticias acreditadas o de organizaciones internacionales como UNICEF y la ONU. Explícales que no todo lo que encuentran en línea es exacto y la importancia de encontrar fuentes fiables. 

Dos manos sostienen flores

3. Promueve la compasión sin estigmas 

Los conflictos suelen traer consigo prejuicios y discriminación, ya sea contra un pueblo o un país. Cuando hable con sus hijos, evite calificativos como «gente mala» o «malvada» y, en su lugar, aproveche para fomentar la compasión, por ejemplo, hacia las familias obligadas a huir de sus hogares. 

Aunque el conflicto se produzca en un país lejano, puede alimentar la discriminación en la puerta de casa. Compruebe que sus hijos e hijas no sufren acoso ni contribuyen a él. Si les han insultado o intimidado en la escuela, anímales a que te lo cuenten a ti o a un adulto en quien confíen. 

Recuerda a tus hijos e hijas que todo el mundo merece estar seguro en la escuela y en la sociedad. El acoso y la discriminación siempre están mal y cada uno de nosotros debe poner de su parte para difundir la amabilidad y apoyarse mutuamente. 

4. Conversen sobre las personas que brindan apoyo y ayuda

Es importante que los niños y niñas sepan que la gente se ayuda mutuamente con actos de valor y amabilidad. Busca historias positivas, como la de los socorristas que ayudan a la gente o la de los jóvenes que piden la paz. 

La sensación de estar haciendo algo, por pequeño que sea, suele reconfortar mucho. 

Averigüe si a su hijo o hija le gustaría participar en una acción positiva. Tal vez podría dibujar un cartel o escribir un poema por la paz, o tal vez usted podría participar en una recaudación de fondos local o unirse a una petición. La sensación de estar haciendo algo, por pequeño que sea, a menudo puede aportar un gran consuelo. 

5. Cierra las conversaciones con cuidado 

Al terminar la conversación, es importante asegurarse de no dejar al niño o niña en un estado de angustia. Intenta evaluar su nivel de ansiedad observando su lenguaje corporal, teniendo en cuenta si utiliza su tono de voz habitual y vigilando su respiración. 

Recuérdale que te importa y que estás ahí para escucharle y apoyarle siempre que se sienta preocupado. 

Padre conversa con su hijo

6. Continúa informándote 

A medida que se vayan conociendo las noticias sobre el conflicto, debes seguir en contacto con tu hijo o hija para ver cómo se encuentra. ¿Cómo se siente? ¿Tiene alguna pregunta nueva o algo de lo que quiera hablar contigo? 

Si tu hijo o hija parece preocupado o ansioso por lo que está ocurriendo, mantente atento a cualquier cambio en su comportamiento o sus sensaciones, como dolores de estómago, de cabeza, pesadillas o dificultades para dormir. 

Los niños y niñas reaccionan de forma diferente a los acontecimientos adversos y algunos signos de angustia pueden no ser tan evidentes. Los más pequeños pueden volverse más apegados de lo normal, mientras que los adolescentes pueden mostrar una intensa pena o ira. Muchas de estas reacciones duran poco tiempo y son reacciones normales ante acontecimientos estresantes. Si estas reacciones se prolongan, es posible que su hijo o hija necesite ayuda especializada. 

Puedes ayudarles a reducir el estrés realizando juntos actividades como la respiración abdominal: 

  • Respira hondo 5 veces, inspira 5 segundos y espira 5 segundos, inspirando por la nariz y espirando por la boca. 
  • Explícale que cuando inhala, está hinchando la barriga suavemente como un globo, y que cuando exhala el aire vuelve a salir lentamente del globo. 

Prepárate para hablar con tu hijo si alguna vez saca el tema. Si es justo antes de acostarse, termina con algo positivo como leerle un cuento favorito para que duerma bien. 

Manos sostienen teléfonos móviles

7. Limita la avalancha de noticias 

Sé consciente de la exposición de tus hijos e hijas a las noticias cuando están llenas de titulares alarmantes e imágenes perturbadoras. Considera la posibilidad de apagar las noticias con los niños y niñas más pequeños. Con los mayores, puedes aprovechar para hablar de cuánto tiempo pasan consumiendo noticias y en qué fuentes confían. Considera también cómo hablar del conflicto con otros adultos si sus hijos e hijas están a una distancia que les permita oírlo.

En la medida de lo posible, intenta crear distracciones positivas como jugar a algo o dar un paseo juntos.  

UNICEF_Character_008

8. Cuida de ti mismo/a 

Podrás ayudar mejor a tus hijos e hijas si tú también estás afrontando la situación. Los niños y niñas captarán su propia respuesta a las noticias, así que les ayudará saber que usted está tranquilo y en control. 

Si te sientes ansioso o alterado, tómate tiempo para ti mismo y acude a otros familiares, amigos y personas de confianza. Sé consciente de cómo consumes las noticias: Intenta identificar momentos clave durante el día para comprobar lo que está ocurriendo en lugar de estar constantemente conectado. En la medida de tus posibilidades, dedica tiempo a hacer cosas que te ayuden a relajarte y recuperarte. 

Por: Unicef