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Ilustración: Pedro Crenes

Lo bueno de conversar con los nuevos, es que te enfrentan a preguntas que ya te hiciste y que creías haberte respondido o te has respondido muchas veces de distintas maneras

Pedro Crenes Castro, coordinador del Viernes Cultural: Literatura Panameña [email protected]

Conversar con los nuevos

Por: Pedro Crenes Castro


El Programa de Formación de Escritores (PROFE) es una iniciativa del Ministerio de Cultura (MiCultura) a través de la Dirección Nacional de Las Artes.

Conversar con los nuevos

Quizá una de las satisfacciones más grandes que ofrece la literatura a un escritor —por lo menos en mi caso—, es la posibilidad de conversar con otros acerca del oficio que nos une: escribir. Poder hablar de lecturas o de «no lecturas», o intercambiar libros no leídos por mí o no leídos por el otro, pero conversarlos por encima y de oídas, como pasando de puntillas, siempre genera algo que para mí es importante en estos tiempos recios, y que nunca debimos olvidar: la pedagogía. Hay que aprender con deleite, hay que enseñar deleitando.

Tuve la posibilidad en estos días de conversar con los alumnos de la gran escritora panameña Consuelo Tomás, en un taller que imparte dentro del PROFE, y siempre es hermoso poder oír las dudas, contrastar las propias y escuchar la certeza de los que están al otro lado, siempre tan frescas y recientes, todos siempre en la búsqueda de cómo escribir la mejor historia.

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Quizá el problema que tienen algunos escritores es que creen que ya han contado todo lo que tenían que contar, o la vanidad les quedó satisfecha (de momento) con su más reciente publicación.

Lo bueno de conversar con los nuevos, es que te enfrentan a preguntas que ya te hiciste y que creías haberte respondido o te has respondido muchas veces de distintas maneras. Y al final, a donde se llega siempre, es a un cuento, a un poema o a una novela. Conversar con los nuevos siempre es volver a sentarnos a los pies del maestro para escuchar sus instrucciones.

Me quedo siempre con la generosidad de los grandes, como es el caso de Consuelo Tomás, que te invita, te haces sentir parte y que abre un espacio para esta conversación eterna que es hablar del arte de contar historias. Los intelectuales más importantes que ha tenido este país, la mayoría de ellos, se caracterizan o se caracterizaron por su generosidad con los demás porque, al fin y al cabo, en esta aventura de escribir, en esta aventura de ser escritor, conversar con los nuevos es el lugar al que debemos volver siempre.

Se suele creer que el mal carácter o la lejanía vanagloriosa o la exclusividad de tres o cuatro de «los míos» es lo que constituye el círculo del escritor, y después tenemos a celebrados escritores como Truman Capote —del que intentaremos hablar antes de que se acabe su centenario este año— que sabemos que era terriblemente insufrible aunque era muy popular entre los del «gremio», que preferían aguantárselo en una mala fiesta que exponerse a su afilada lengua por escrito.

Celebro que el semillero de escritores panameños siga su buena marcha. Volviendo a conversar con ellos, con los nuevos, me confirmo en una certeza: publicar no es escribir, ser escritor no es publicar. ¿Y la fama? Como dice Rubén Blades, es un lugar en el que puedes estar un ratito, pero tienes que irte cuanto antes, y supongo que es así porque allí, en medio del tumulto, es imposible escribir buenas historias.


Pedro Crenes Castro, coordinador del Viernes Cultural Literatura Panameña | [email protected]

Pedro Crenes Castro (Panamá, 1972), es escritor. Columnista y colaborador en varios medios panameños y españoles. Ha ganado dos veces el premio Nacional de Literatura Ricardo Miró de Panamá y dicta talleres literarios. Vive en España desde el año 1990.