Por: Violeta Villar Liste | Raisa Urribarri
El Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS) AIP de Panamá, durante el XIX Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología de la Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia (Apanac), debatió en mesa redonda, el tema La pandemia por COVID-19: Miradas y perspectivas desde las Ciencias Sociales
El fin de la emergencia de salud pública a causa de la COVID-19, declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), no significó el adiós del virus ni tampoco de sus consecuencias sociales.
La OMS pidió pasar “del modo de emergencia al manejo y control de la COVID-19 con otras enfermedades infecciosas” y no “bajar la guardia”, un estado de alerta que involucra las variables sanitarias y en igual medida considerar los impactos persistentes en la sociedad.
Esta realidad concede marcada vigencia a la mesa redonda, La pandemia por COVID-19: Miradas y perspectivas desde las Ciencias Sociales, organizada por el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS) AIP de Panamá, durante el XIX Congreso Nacional de Ciencia y Tecnología de la Asociación Panameña para el Avance de la Ciencia Apanac 2023.
Durante el encuentro, los científicos del CIEPS, miembros del Sistema Nacional de Investigación (SNI) de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y quienes trabajan en diferentes disciplinas como Antropología, Sociología, Ciencias Políticas y Comunicología, abordaron el impacto de la pandemia desde una perspectiva social. Intervinieron:
- Eugenia Rodríguez: La crisis sobre la crisis de los cuidados: el trabajo doméstico remunerado durante la pandemia.
- Jon Subinas: Asimetría en alimentación durante las cuarentenas en Panamá.
- Sergio García: Actitudes democráticas y pandemia en Panamá.
- Raisa Urribarri y Jon Subinas: Brecha digital y asimetría informativa durante la pandemia.
- Claire Nevache: Impacto de la pandemia en el campo religioso.
La crisis sobre la crisis de los cuidados
La Dra. Eugenia Rodríguez expuso “el contexto del trabajo doméstico remunerado ‘cama adentro’ realizado por mujeres extranjeras e indígenas en Panamá, identificando en ese contexto dos escenarios atravesados por la pandemia”.
La ponencia se apoyó en el estudio de su autoría, junto con Nelva Marissa Araúz-Reyes y Guillermina Itzel De Gracia, titulado Ausencias críticas y desigualdades no resueltas en la organización social de los cuidados en Panamá: Dos escenarios y una pandemia.
Ver: https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/anuario/article/view/53894/54566
La autora destaca que “la pandemia impactó en la precaria y desigual organización social de los cuidados agravando las condiciones en las que esta se desarrollaba”, en el marco de “ausencias críticas y desigualdades no resueltas” que documenta a lo largo de la investigación.
“En dicho agravamiento se observa una crisis sobre la crisis de los cuidados y niveles aún más críticos de abuso y explotación laboral, lo cual roza condiciones de esclavitud”.
Los dos escenarios que describe el estudio, corresponden al de las empleadoras y las trabajadoras domésticas, quienes pasan a vivir nuevas condiciones en materia de cuidados, en el contexto de la pandemia.
“Para las empleadoras se complica aún más la conciliación: deben trabajar y cuidar en el mismo espacio, se incrementa la carga doméstica y de cuidados por el teletrabajo, la escuela virtual y remota y el confinamiento, y se enfrentan a la suspensión de servicios públicos o privados para los cuidados, entre otras, todo ello acompañado de un escaso incremento en la corresponsabilidad de los hombres”.
En el caso de las trabajadoras domésticas, se describe, “la pandemia generó también nuevas situaciones de explotación y vulneración de derechos: sobre- encierro en los domicilios donde trabajaban en régimen de internas, incremento de trabajo por mayor presencia en las casas de sus empleadores de los miembros de la familia, aislamiento y control de movilidad, pues no se les permite salidas y contactos con familiares y amigos.
Se pasa, en muchos casos, de un estado servil a un estado esclavizante en el que la persona que contrata tiene como primera opción disponer de la persona para despedirla o bien para explotarla ininterrumpidamente, suprimiendo incluso los pocos espacios de descanso que tenían disponibles”.
En las voces de empleadoras y trabajadoras, la pandemia generó un estado de colapso en los cuidados. Las primeras expresaron aumentar sus niveles de estrés, afectaciones a la salud física y mental, ante la imposibilidad de conciliar; las segundas también reconocieron un aumento en sus niveles de estrés, vulneración de derechos, falta de protección, abuso, aislamiento y abandono.
“Unas y otras consideran que les tocó ocupar un papel esencial, indispensable pero invisibilizado o no reconocido”.
Los resultados obtenidos, describe el estudio, muestran que mejorar las condiciones en las que se desarrolla el trabajo doméstico remunerado exige un cambio en las condiciones estructurales que mantienen a estas trabajadoras en ausencias críticas y desigualdades no resueltas en la organización social de los cuidados…”
Además, estas inequidades no se resolverán solo cambiando normativas: además de políticas laborales, también se requieren “políticas de cuidados y migratorias, entre otras”.
Asimetría en alimentación
Jon Subinas presentó durante su intervención un estudio en coautoría con Maritza Ríos y otros investigadores que “mide los cambios en las conductas de salud y alimentación de los panameños y residentes extranjeros durante las cuarentenas de 2020 por medio de una encuesta en línea y entrevistas en profundidad a personal del sistema de salud pública”. Ver el documento:
Publicado en la Revista Médica de la Caja de Seguro Social (CSS), describe como existió “una clara diferencia” entre quienes redujeron “el consumo de la cantidad de alimentos con los otros patrones de alimentación. Existiendo una relación estadísticamente significativa entre consumir menos alimentos y tener un menor nivel educativo, unos ingresos bajos, y una mayor situación de desempleo”.
Es decir, quienes consumieron menos alimentos “fueron posiblemente los más afectados por la coyuntura de crisis”, con vulnerabilidades como “un severo deterioro de las conductas de salud asociadas a la salud emocional, al ejercicio físico, y a las horas de sueño”.
Los autores observan que los resultados del estudio, a propósito de la pandemia, son similares a los de la Encuesta de Niveles de Vida 2008, “que indagó sobre la adquisición de alimentos para consumo familiar y encontró que 90 % de los hogares panameños consumen arroz y la variedad de los alimentos disminuye a medida que aumenta el nivel de pobreza. El uso de frutas y vegetales también varía según ingreso”.
Exhortan a “profundizar y elaborar nuevas medidas en políticas públicas que faciliten el acceso simétrico, es decir de todos los grupos poblacionales, a productos de alimentación de una dieta balanceada para poder garantizarseguridad alimentaria y mejores resultados de salud a la población”.
Actitudes democráticas y pandemia en Panamá
Sergio García compartió resultados de una investigación todavía no publicada en la cual “se describen los cambios en las actitudes democráticas de la ciudadanía panameña antes y después de la pandemia. Para ello utiliza las encuestas de ciudadanía y derechos del CIEPS, que justo tuvo su primera y segunda ola de encuestas antes y después de la emergencia sanitaria”.
Contexto de esta investigación es el artículo La irrupción de lo político después de la pandemia. El caso de Panamá, el cual analiza lo que significó la creación de la Mesa Única de Diálogo y cómo “si bien han ocurrido protestas previas en la nación panameña, existe un antes y un después en relación con la ocurrida durante julio de 2022 en términos del sentido y el alcance de las reivindicaciones de los actores movilizados: se trata de un momento de irrupción de lo político, en el cual quienes no suelen tener voz se manifiestan por tenerla”. Ver artículo: https://iconos.flacsoandes.edu.ec/index.php/iconos/article/view/5731
Brecha digital y asimetría informativa durante la pandemia
Raisa Urribarri y Jon Subinas analizaron“cómo se informaron las personas panameñas en la pandemia, tomando en cuenta la brecha digital de acceso a las TIC. Los hallazgos revelan amplias asimetrías de acceso a la información asociadas a la desigualdad digital y social”.
Ver el artículo:
El artículo resalta que “la población más urbana, mejor educada y de mayores recursos tiene acceso a una mayor diversidad de canales y fuentes informativas, es decir, más posibilidades de contrastar las diferentes versiones de los hechos y de las opiniones. Las personas de menores recursos y con residencia en zonas rurales y comarcas indígenas, por el contrario, tienen una mayor predisposición a ver la televisión y a utilizar contactos presenciales cercanos para informarse, así como aplicaciones de mensajería instantánea (fundamentalmente WhatsApp, disponible en los planes prepago, debido a las prácticas zero-rating), lo cual les deja en una posición de vulnerabilidad, al no poder contrastar la información que reciben”.
La investigación reveló que existen asimetrías informativas entre las personas de distintos grupos socioeconómicos y entre quienes habitan en zonas urbanas y rurales, marcadas por la brecha digital territorial”.
En cuanto al uso educativo, la investigación demostró la dificultad de las familias de menores recursos de poder “acceder a la educación a distancia, debido al costo de los teléfonos y de las recargas de datos, a pesar de que el Estado convino con las operadoras de telefonía móvil planes de conectividad gratuita para seguir las clases en línea”.
En los sectores rurales la digitalización no ha sido bien percibida por la población mayor de edad porque “mató a los periódicos” o alejó la radio. Los jóvenes analizan las ventajas de lo digital para acceder a ciertos servicios y están conscientes del valor de estar informados “para defenderse”.
“Por el impacto que puede tener este tipo de consumo informativo durante periodos críticos como los que demarca una crisis sanitaria, pero también durante los períodos electorales, cuando se trata de manipular”, los autores consideran que la investigación debe ampliarse.
Impacto de la pandemia en el campo religioso
Claire Nevache, en su investigación referida al Impacto de la pandemia en el campo religioso analiza las respuestas desde lo religioso a los desafíos en pandemia y que se resumen en tres:
1. Continuar con la práctica cultural a pesar de la cuarentena
2. Explicar y brindar consuelo en un momento de incertidumbre
3. Posicionarse en un momento de auge de la ciencia
Ver: https://dialogopolitico.org/libros/pastores-politicos-latinoamerica/
De esta forma, sustenta la investigación, la práctica religiosa continuó a través de las redes sociales; se aportaron explicaciones a la pandemia desde la figura del pecado “y la necesidad de arrepentirse para librarse” y los líderes religiosos actuaron “como portavoces de las medidas de bioseguridad en alianza con el Gobierno, de forma bastante distinta a lo que se ha podido reportar en otros países”.
Son aportes para la comprensión de indicadores sociales de otras pandemias en desarrollo que se agravaron debido a COVID-19 y cuyas consecuencias deben comprenderse y atenderse para que hablar de fin de la emergencia, no solo sanitaria, sea posible.
Por Violeta Villar Liste | Raisa Urribarri