Después de una dura semana de trabajo, nada mejor que arrancar el fin de semana con el “viernes cultural”, esa reunión de amigos en las esquinas del barrio presagiando ya el descanso y la fiesta. Esta sección pretende hacer eso, arrancar nuestro fin de semana desde esta esquina virtual con cuentos y poemas de autores panameños para que los conozcan y los disfruten. Así que, ¡feliz fin de semana!, con sabor a literatura panameña de la buena.
Pedro Crenes Castro, coordinador del Viernes Cultural: Literatura Panameña [email protected]

Cuando leer es un laberinto: el caso de Panamá
Reseña por: Pedro Crenes

Dar de leer no es fácil, pero necesario. La pedagogía que se ejerce desde la crítica literaria (sobre todo su función prescriptiva) es una de las asignaturas pendientes de nuestro laberinto literario nacional, pero esos son otros quinientos pesos
Cuando leer es un laberinto: el caso de Panamá
Hablamos mucho de leer, de la importancia de la lectura y nos vemos mandando a leer a todo el mundo cometiendo un error de base que pasamos por alto o por ignorancia o maldad (habrá más razones, pero pongámonos dramáticos con estas dos): no decimos por dónde empezar a leer. No vamos a ponernos a trazar mapas para recorrer el laberinto universal que es toda la literatura, así que vamos a ceñirnos a levantar una ruta para perdernos, con conocimiento de causa, en nuestro laberinto literario nacional.
Por las dimensiones de este texto no se puede ser exhaustivo (habría que escribir un ensayo o una serie larga de artículos), pero vamos a intentar dar algunas direcciones para un recorrido lector, más contemporáneo, sin dejar de mirar a los clásicos, que es desde donde debemos partir, o hacia donde debemos ir, a la hora de leer en clave nacional.
Dos cuentistas, Rogelio Sinán (La boina roja y otros cuentos) y Enrique Jaramillo Levi (Duplicaciones), clásicos, junto a las clásicas Bertalicia Peralta (reciente condecoración Rogelio Sinán, su libro Puros cuentos), cuentista además de poeta, y Moravia Ochoa (Las esferas del viaje), también poeta. Cuentistas contemporáneos, Carlos Wynter (Literatura olvidada) y Gerardo Bósquez (Cosas que caen), y las brillantísimas Cheri Lewis (Abrir las manos) y Nicole Alzamora (El temblor). Hay muchos más, caminen por estos senderos y luego pregunten para ver por cual esquina del laberinto pueden doblar.
Poetas, clásicos, Manuel Orestes Nieto (Nadie llegará mañana), y Giovanna Benedetti, clásica y siempre contemporánea (Entrada abierta a la mansión cerrada), y de los contemporáneos, el reciente académico Javier Alvarado (El mar que me habita), Porfirio Salazar (No reinarán las ruinas para siempre), Eyra Harbar (Paraíso quemado) y Salvador Medina Barahona (Viaje a la península soñada), uno de mis poemarios favoritos.
De los novelistas, hay muchos y muy buenos, destaco estos: De los clásicos, Ricardo Miró (Las noches de Babel), Alfredo Cantón (Juventudes exhautas), Joaquín Beleño (clásico contemporáneo ineludible, su trilogía canalera: Luna verde, Gamboa Road Gang y Curundú). Los contemporáneos Juan David Morgan (Entre el honor y la espada), Gloria Guardia (clásica y contemporánea, Lobos al anochecer), Rosa María Britton (Laberintos de orgullo) y un escritor que hay que leer cuanto antes si no lo han hecho, Javier Riba Peñalba (El lunar eterno). Mis favoritos: Carlos Fong (Aviones dentro de la casa), Rogelio Guerra Ávila (El largo camino de regreso), junto a una novela de mi querido Javier Medina, poeta, cuentista, novelista y cantautor, Diario de un poeta despechado. Y, por encima de ellos (uno de los maestros panameños del género), Justo Arroyo (Vida que olvida y Dejando atrás al hombre de celofán). Y se quedan muchos nombres por mencionar (los que aquí no figuran lo saben y lo disculparán).
Dar de leer no es fácil, pero necesario. La pedagogía que se ejerce desde la crítica literaria (sobre todo su función prescriptiva) es una de las asignaturas pendientes de nuestro laberinto literario nacional, pero esos son otros quinientos pesos. Mientras, vayan por la Librería Cultural Panameña o por La casa del Escritor (que cambia su sede y se muda al flamante nuevo edificio de La Ciudad de las Artes) y compren literatura panameña de la buena. Y si no, vayan a la Biblioteca Nacional: la idea es mantenerse caminando dentro del laberinto.

Pedro Crenes Castro, coordinador del Viernes Cultural Literatura Panameña | [email protected]
Pedro Crenes Castro (Panamá, 1972), es escritor. Columnista y colaborador en varios medios panameños y españoles. Ha ganado dos veces el premio Nacional de Literatura Ricardo Miró de Panamá y dicta talleres literarios. Vive en España desde el año 1990.