Por: Dra. Liliana (Lily) Arosemena
La Dra. Liliana (Lily) Arosemena es egresada de Medicina en la Universidad Latina de Panamá. Con especialización en Oftalmología en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en la Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Carlos Ardila Lulle (Bucaramanga, Colombia). Estudios de retina y vítreo en la Universidad Del Rosario, Fundación Oftalmológica Nacional (Bogotá, Colombia). Es miembro adjunto de la Academia Americana de Especialistas en Retina (ASRS), la Asociación Americana de Oftalmología (AAO), la Sociedad Colombiana de Oftalmología (SCO), la Asociación Panamericana de Oftalmología (PAAO) y la Sociedad Panameña de Oftalmología (SPO). En instagram: @retinapanama
En el día a día el estrés se ha convertido en una parte inevitable de nuestras vidas. Puede afectar varios aspectos de nuestra salud, incluidos nuestros ojos. Dado que nuestros ojos son cruciales para nuestras actividades diarias y nuestro bienestar general, es esencial comprender el impacto del estrés en ellos. En estas líneas buscamos explorar el efecto del estrés en la visión, analizando varios factores que contribuyen a este fenómeno y sus posibles consecuencias.
De hecho, el estrés continuo y los niveles elevados de cortisol impactan negativamente en los ojos y el cerebro debido al desequilibrio del sistema nervioso autónomo (simpático) y la desregulación vascular, por lo tanto, el estrés también puede ser una de las principales causas de enfermedades del sistema visual como el glaucoma y la neuropatía óptica.
Principales efectos
Uno de los principales efectos del estrés en los ojos es la tensión que ejerce sobre los músculos oculares. Cuando estamos estresados, tendemos a mantener tensión en los músculos de nuestro cuerpo en general, incluidos los músculos faciales. Esta tensión puede manifestarse en los ojos mediante un mayor parpadeo o incluso entrecerrando los ojos involuntariamente.
Esta tensión de manera continua y persistente pueden provocar dolores de cabeza y molestias oculares. La tensión prolongada en los músculos oculares también puede provocar visión borrosa o dificultad para enfocar objetos.
Otra consecuencia del estrés en los ojos es la mayor probabilidad de sufrir sequedad ocular. El estrés puede interferir con la producción y distribución adecuadas de las lágrimas, provocando una lubricación inadecuada de los ojos. Esto puede provocar síntomas como picazón, sensación de ardor y enrojecimiento.
Además, las personas que pasan períodos prolongados frente a pantallas, que a menudo coinciden con actividades de alto estrés, son más propensas a experimentar resequedad ocular. La falta de parpadeo mientras se concentra la atención en las pantallas exacerba la sequedad, intensificando aún más el malestar.
En situaciones estresantes, algunas personas pueden experimentar espasmos o espasmos oculares, lo que médicamente se conoce como miocimia. Este movimiento involuntario del párpado puede resultar molesto y distractor. Se cree que los espasmos oculares se producen debido a una estimulación excesiva de los nervios que irrigan los músculos del párpado. El estrés puede desencadenar dicha actividad nerviosa, alterando su funcionamiento normal y provocando contracciones en el párpado. Si bien generalmente son inofensivos, los espasmos oculares pueden persistir durante días o semanas, lo que podría afectar la calidad de vida.
Cambios temporales en la visión
El estrés también puede inducir cambios temporales en la visión. Debido a los elevados niveles de estrés, los vasos sanguíneos de nuestros ojos pueden contraerse, lo que reduce el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno a los ojos. Esto puede provocar síntomas como visión borrosa, disminución de la visión periférica o incluso visión de túnel.
Además, el estrés puede alterar el equilibrio hormonal de nuestro cuerpo, causando concentraciones elevadas de cortisol, afectando el funcionamiento de la retina y provocando fluctuaciones en la visión al causar una patología conocida como corioretinopatía central serosa (CCS), enfermedad común en nuestros días, que puede alterar la visión mayormente funcional, la visión central. Si bien estos cambios suelen ser temporales, el estrés prolongado o crónico puede provocar problemas de visión más duraderos.
De igual modo, el estrés puede exacerbar enfermedades oculares preexistentes o contribuir al desarrollo de otras nuevas. Para las personas que ya padecen afecciones como glaucoma, síndrome del ojo seco, el estrés puede empeorar los síntomas y la progresión de estas afecciones.
El estrés también puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) o el empeoramiento de los síntomas de enfermedades crónicas como la diabetes, que pueden afectar la salud ocular. Por lo tanto, controlar el estrés se vuelve crucial no sólo para el bienestar general sino también para mantener una salud ocular óptima.
Medidas proactivas por la salud visual
En conclusión, el estrés puede ejercer un impacto significativo en la vista. Factores como tensión muscular, ojos secos, espasmos, cambios temporales en la visión y la exacerbación de condiciones subyacentes están todos relacionados con el estrés.
Comprender los efectos del estrés en los ojos puede permitir tomar medidas proactivas para proteger su salud visual. Incorporar técnicas de manejo del estrés a su rutina diaria, como ejercicio, meditación y sueño adecuado, puede ayudar a mitigar estos efectos.
Además, los exámenes oculares periódicos y la comunicación abierta con su oftalmólogo pueden garantizar la detección temprana y el tratamiento de cualquier problema relacionado con los ojos causado o empeorado por el estrés. Al priorizar la reducción del estrés y mantener una buena salud ocular, puede esforzarse por lograr un bienestar general óptimo.
Referencias
- Hyon JY., Yang HK., Han SB. Dry Eye Symptoms May Have Association with Psychological Stress in Medical Students. Eye Contact Lens. 2019 Sep.
- Hyon JY, Yang HK, Han SB. Association between Dry Eye Disease and Psychological Stress among Paramedical Workers in Korea. Sci Rep. 2019 Mar.
- Ostrovsky A. et al. Effects of job-related stress and burnout on asthenopia among high-tech workers. Ergonomics. 2012 Jun.
- Daruich A. et al. Central serous chorioretinopathy: Recent findings and new physiopathology hypothesis. Review. Prog Retin Eye Res. 2015 Sept.
