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Por: Dra. Liliana (Lily) Arosemena

La Dra. Liliana (Lily) Arosemena es egresada de Medicina en la Universidad Latina de Panamá. Con especialización en Oftalmología en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en la Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Carlos Ardila Lulle (Bucaramanga, Colombia). Estudios de retina y vítreo en la Universidad Del Rosario, Fundación Oftalmológica Nacional (Bogotá, Colombia). Es miembro adjunto de la Academia Americana de Especialistas en Retina (ASRS), la Asociación Americana de Oftalmología  (AAO), la Sociedad Colombiana de Oftalmología (SCO), la Asociación Panamericana de Oftalmología (PAAO) y la Sociedad Panameña de Oftalmología  (SPO). En instagram: @retinapanama

El tabaquismo se considera por mucho tiempo como un importante problema de salud pública, que causa efectos perjudiciales en varios sistemas de órganos. Si bien los efectos nocivos del tabaquismo en los sistemas respiratorio y cardiovascular son bien conocidos, a menudo se pasa por alto su impacto en la salud ocular. Vamos a explorar los efectos del tabaquismo en la salud ocular y discutiremos las implicaciones para las personas que se involucran en este hábito nocivo.

Empezaremos por mencionar que fumar es causa del desarrollo y progresión de una de las enfermedades causal de ceguera legal en pacientes adultos mayores, la degeneración macular relacionada con la edad (AMD).

Numerosos estudios han demostrado una correlación directa entre fumar y un mayor riesgo de desarrollar AMD.

Los productos químicos nocivos y las toxinas presentes en el humo del cigarrillo dañan los delicados vasos sanguíneos del ojo, lo cual lleva a la formación de vasos sanguíneos anormales, fugas y cicatrices posteriores.

Estos cambios pueden afectar severamente la visión central, dificultando la realización de actividades diarias como leer, conducir y muchas otras que limitan la independencia de estos pacientes.

Formación de cataratas

De igual manera, fumar se ha relacionado estrechamente con un mayor riesgo de formación de cataratas. Las cataratas, caracterizadas por la opacidad del cristalino del ojo, son otra causa importante de discapacidad visual en todo el mundo.

Las investigaciones han demostrado que las sustancias nocivas del humo del cigarrillo, como los radicales libres y los agentes inductores del estrés oxidativo, pueden acelerar el desarrollo de cataratas.

Además, los fumadores tienen más probabilidades de necesitar cirugía de cataratas a una edad más temprana en comparación con los no fumadores, lo que destaca aún más los efectos perjudiciales del tabaquismo en la salud ocular.

Retinopatía diabética

Fumar también eleva el riesgo de desarrollar retinopatía diabética, esto en el caso de pacientes diabéticos. Se considera a la retinopatía diabética una complicación grave de la diabetes que afecta los vasos sanguíneos de la retina.

La retinopatía diabética puede conducir a la pérdida de la visión o incluso a la ceguera si no se trata.

Fumar exacerba el daño causado por la diabetes al contraer los vasos sanguíneos, dificultando el flujo sanguíneo a la retina y promoviendo la formación de vasos sanguíneos anormales. Estos cambios pueden resultar en hemorragias retinianas, distorsión y eventual pérdida de la visión. Los fumadores con diabetes tienen un riesgo aún mayor de desarrollar esta afección, lo que subraya la importancia de mantener una buena salud ocular al dejar de fumar.

Película lagrimal

Además, fumar tiene un efecto perjudicial sobre la película lagrimal, que es crucial para mantener la salud ocular y prevenir el síndrome del ojo seco. Los productos químicos presentes en el humo del cigarrillo pueden irritar e inflamar los ojos, lo que reduce la cantidad y la calidad de las lágrimas.

Como resultado, los fumadores tienen más probabilidades de experimentar síntomas como enrojecimiento, picazón, ardor y sensación de arena en los ojos.

Ojo seco

El síndrome del ojo seco persistente puede afectar la agudeza visual y causar molestias, lo que afecta la calidad de vida general de una persona. Vale la pena mencionar que el ojo seco es una de las principales causas de consulta en oftalmología.

Vale la pena mencionar que las personas que fuman tiene el riesgo de tener problemas en el nervio óptico. El nervio óptico es la estructura que comunica el ojo con el cerebro. Si se llega a afectar de una u otra manera puede causar ceguera. Esto lo vemos más por el riesgo de desencadenar una neuropatía (daño al nervio) llamada glaucoma, patología causal importante de disminución de agudeza visual.

Efectos en la úvea

El cigarrillo es capaz de afectar una estructura intraocular que se llama úvea. Esta ubicada en la capa intermedia de la pared ocular. La uveítis ocurre cuando esta capa se inflama (se hincha y tiene color rojizo). Esta enfermedad provoca ojos rojos, dolor y problemas de visión leves hasta muy severos.

En los pacientes con afección de la glándula tiroides un hallazgos clínico relevante es la exoftalmia ( presencia de ojos protuberantes). Los fumadores que padecen enfermedad de Graves corren el riesgo de que el estado de los ojos empeore. Además, pueden perder la visión.

Si estás embarazada y practicas fumar, es importante conocer que se aumenta el riesgo de parto prematuro, con todas las complicaciones que esto conlleva. En el caso de los ojos hay riesgo de padecer de algo que se llama retinopatía de la prematuridad, donde el bebé necesita controles frecuentes por largo tiempo por el riesgo de ceguera.

Daños en fumador pasivo

Por último, el tabaquismo pasivo o la exposición al humo de segunda mano también pueden afectar negativamente la salud ocular. Los no fumadores que están expuestos regularmente al humo de segunda mano tienen un mayor riesgo de desarrollar afecciones oculares similares a las de los fumadores activos.

Los niños expuestos al humo del cigarrillo son particularmente susceptibles, con estudios que muestran una mayor incidencia de alergias oculares, conjuntivitis y un mayor riesgo de desarrollar miopía.

En conclusión, fumar tiene efectos profundos en la salud ocular y es un factor de riesgo importante para numerosas enfermedades y afecciones oculares. Desde la degeneración macular relacionada con la edad hasta las cataratas, la retinopatía diabética, el síndrome del ojo seco e incluso la exposición pasiva al humo, fumar representa una amenaza importante para la visión y la salud ocular en general. Por lo tanto, es imperativo que las personas que fuman prioricen su salud ocular y general dejando de fumar y buscando atención médica adecuada para mitigar los efectos nocivos causados ​​por este hábito.

Referencias

Galor A., Lee D., Effects of smoking on ocular health. Curr Opin Ophthalmol. Nov 2011.

Wilson GA., Field AP, Wilson N. Smoke gets in your eyes: smoking and visual impairment in New Zealand. N Z Med J. Oct 2001.

Kanonidou E. et al. An evaluation of the young people’s knowledge regarding the ophthalmic effects of smoking. Bull Soc Belge Ophtalmol. 2010.

Chakravarthy U et al. Cigarette smoking and age-related macular degeneration in the EUREYE Study. Ophthalmology. 2007 Jun.