El venezolano Juan Pablo Dos Santos, de 26 años, corrió y completó el Maratón de Nueva York con prótesis en ambas piernas. Fue el último en llegar en la distancia física y el primero en inspirar a quienes siguieron su recorrido que buscó el triunfo de mover fe y propósito.
Su equipo de prensa compartió los números exactos de este esfuerzo: 15 horas, 21 minutos y 23 segundos de carrera.
Su vida cambió hace seis años cuando un accidente automovilístico le arrebató sus piernas. «Pero en lugar de rendirse, Juan Pablo eligió convertir su dolor en propósito. Antes de eso había sido futbolista, y ya sabía lo que era empezar de nuevo. La vida le puso otra prueba, y él decidió hacerse una nueva pregunta: No por qué a mí, sino para qué me pasó esto «, cuenta en esta historia compartida.
El maratón de Nueva York fue otro desafío que probó sus límites. 42 kilómetros de resistencia y convicción. Llegó y demostró que nunca fue tan cierto que los últimos serán los primeros: ¡Gracias, somos imparables!, expresó con esta frase que es su manera de decir sí es posible.

Más allá del deporte
Juan Pablo Dos Santos es creador de un movimiento que define como los “Imparables”. «Es un recordatorio de que no hay sueños demasiado grandes ni circunstancias demasiado duras para quien decide levantarse y seguir».
Da conferencias, inspira desde sus redes sociales y ahora, en este maratón, afirma que más allá del deporte quiso correr por «los que sueñan, por los que se caen y se levantan, por los que siguen intentando. Porque la verdadera victoria no está en llegar primero, sino en no dejar de creer”.
De Caracas a Nueva York, pasando por Madrid
«Su historia como atleta amputado comenzó en Caracas, cuando completó la Media Maratón CAF 2025 en 5 horas, 19 minutos y 41 segundos. Luego, en Madrid, corrió su segunda media maratón en 5 horas, 51 minutos y 2 segundos. Cada paso fue un símbolo, cada meta un mensaje: “Lo imposible solo existe en la mente.”
El Maratón de Nueva York fue el siguiente capítulo de esa historia. Esta vez, los 42 kilómetros no solo fueron una prueba física, sino una manifestación de fe, constancia y humanidad«.
Invita a las personas a soñar, creer y confiar: «Lo único imposible… es aquello que no intentas».
Con información de equipo de prensa

