fbpx

El Dr. José Emigdio Moreno es autor principal del artículo científico, Efecto de las combinaciones de meropenem, sulbactam y colistina sobre la expresión de genes de resistencia en aislamientos clínicos de A. baumannii multirresistentes procedentes de Panamá, junto con Jordi Querol-Audi,Ariel Magallón Tejada, Juan R. Medina-Sánchez y Armando Durant Archibold. Es microbiólogo clínico del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) y su línea de investigación es la resistencia a los antibióticos. En este artículo, explica los alcances y resultados de la investigación

Por: Dr. José Emigdio Moreno

Los antibióticos son la base de la medicina moderna, ya que permiten realizar cirugías complejas y tratar enfermedades graves con seguridad.

Antes del descubrimiento de la penicilina las muertes asociadas a infecciones eran tan altas, que tan solo su introducción aumentó significativamente la esperanza de vida en todo el mundo. Hoy en día, esta capacidad se está viendo gravemente amenazada por la aparición de bacterias que se vuelven resistentes a casi todos los antibióticos disponibles, un problema de salud pública mundial.

Entre estas «súper-bacterias», existe una particularmente problemática llamada Acinetobacter baumannii, que es el principal causante de infecciones graves en hospitales alrededor del mundo y también en Panamá.

Esta bacteria es difícil de tratar porque tiene una capacidad asombrosa para adquirir y desarrollar defensas o mejor dicho, “resistencias”, lo que reduce drásticamente las opciones de tratamiento para los pacientes, en especial los que se encuentran en unidades de cuidados intensivos o en terapias asociadas a ventilación mecánica.

La microbiología de la resistencia de A. baumannii radica en sus múltiples estrategias de defensa. En términos simples, cuando un antibiótico intenta entrar y matar a la bacteria, esta se defiende de tres maneras; primero, usa “facilitadores” (enzimas) que modifican al antibiótico antes de que pueda actuar; segundo, puede cerrar sus puertas de entrada (porinas) en la superficie de su célula para que el medicamento no pueda ingresar fácilmente; y tercero, utiliza un sistema de bombeo interno (eflujo) que detectan el antibiótico dentro y lo expulsan activamente fuera de la célula, como un sistema de achique, antes de que cause daño.

La presencia y sobreactividad de todos estos mecanismos hace que el tratamiento de las infecciones por A. baumannii sea un desafío constante, especialmente para los pacientes en cuidados intensivos.

Debido a que el uso de un solo antibiótico ya no suele ser suficiente para eliminar a estas súper-bacterias (monoterapia), los médicos e investigadores están buscando urgentemente combinaciones de medicamentos ya existentes para potenciar su efecto. Esta necesidad es crítica, sobre todo porque antibióticos de «último recurso» como la colistina, aunque son efectivos, tienen efectos secundarios graves, lo que limita su uso.

Es este sentido, desde Panamá, una investigación pionera en el campo de la microbiología, genética y farmacología abordó esta necesidad al examinar el uso combinado de colistina, meropenem y sulbactam, buscando la mejor «receta» para vencer a estas cepas que fueron aisladas de infecciones graves en pacientes en nuestro país entre 2022 y 2023. Con el título “Effect of Meropenem, Sulbactam, and Colistin Combinations on Resistance Gene Expression in Multidrug-Resistant A. baumannii Clinical Isolates from Panama”; los científicos panameños José E. Moreno P, Jordi Querol Audi, Ariel Magallón, Juan Medina y Armando Durant A logramos simplificar este complejo mundo de la resistencia bacteriana con la bacteria más importante en estos momentos

Impacto y novedad del estudio panameño

La originalidad de esta investigación es que no se limitó a ver si la bacteria moría o no in vitro frente a combinaciones de antibióticos de uso regular en las salas de cuidados intensivos (lo que se llama sinergia), sino que fue pionera en analizar la relación directa entre la combinación de antibióticos y el comportamiento de las instrucciones internas de la bacteria (la expresión de sus genes de resistencia).

Los investigadores observaron que al administrar las combinaciones, la bacteria «bajaba la guardia» y dejaba de fabricar sus armas de defensa.

Este enfoque ofrece una nueva forma de entender cómo las combinaciones de medicamentos pueden ser herramientas de control contra las cepas resistentes.

Los resultados más prometedores mostraron que, si bien la combinación de algunos antibióticos como colistina y meropenem fue una de las más efectivas, la combinación de sulbactam y colistina demostró un efecto bactericida y tiene grandes ventajas clínicas. Estudios previos han indicado que esta combinación de sulbactam y colistina ofrece una respuesta clínica en pacientes significativamente superior a la colistina sola, y a la vez mantiene un perfil de seguridad similar, lo que es vital ya que la colistina puede dañar los riñones.

En términos de la defensa bacteriana, el estudio descubrió un mecanismo fascinante que puede ser clave para su control; cuando las cepas fueron tratadas con las combinaciones de colistina-meropenem y meropenem-sulbactam, la actividad de los genes que fabrican las enzimas de la bacteria (blaADC y blaOXA-51) se redujeron significativamente.

Dr. José Emigdio Moreno durante una conferencia

Además, las tres combinaciones probadas (colistina–meropenem, sulbactam–colistina y meropenem–sulbactam) disminuyeron la actividad del gen adeB, que es el componente estructural fundamental de las bombas de expulsión de antibióticos.

Esto sugiere que la combinación de antibióticos puede actuar no solo matando a la bacteria directamente, sino también «apagando» su capacidad de autodefensa y de expulsar medicamentos. En resumen, estos hallazgos proporcionan una evidencia sólida de que las terapias combinadas con altas dosis de sulbactam junto con colistina pueden ser una estrategia mucho más eficaz para tratar infecciones por A. baumannii multirresistente, contribuyendo al control de estas cepas peligrosas.

El estudio concluye que esta visión de cómo las mezclas de antibióticos influyen en las instrucciones genéticas de la bacteria es una nueva herramienta para combatir la resistencia.


El artículo completo puede ser leído y revisado en https://www.mdpi.com/2079-6382/14/10/999

Autores y afiliaciones:
José Emigdio Moreno1,2,*,Jordi Querol-Audi3,4,*,Ariel Magallón Tejada5,Juan R. Medina-Sánchez3 y Armando Durant Archibold1

1Doctorado en Biociencias y Biotecnología, Facultad de Ciencias y Tecnología, Universidad Tecnológica de Panamá, Ciudad de Panamá 0819-07289, Panamá

2Microbiología Clínica, Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, Ciudad de Panamá 0816-02593, Panamá

3Departamento de Bioquímica y Nutrición, Facultad de Medicina, Universidad de Panamá, Ciudad de Panamá 0830-00929, Panamá

4Sistema Nacional de Investigación (SNI), Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (SENACYT), Ciudad de Panamá 0816-02852, Panamá

5Estación Experimental Biomédica, Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, Ciudad de Panamá 0816-02593, Panamá