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Por: Dra. Magda Serrano

Magda Serrano es fundadora y directora de Thomas Jefferson School, en Panamá. Tiene Doctorado en Liderazgo Organizacional (2006) en Regent University; una Maestría en Educación (2000) en Regent University, USA; Maestría en Administración de Empresas y Finanzas (1998) y Licenciatura en Administración de Empresas (1996) en la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología de Panamá (ULACIT).

En mi último año de escuela, gran parte de mi promoción sufría con la clase de matemática, y algunos tenían peligro de fracasar en el examen final. Éramos un grupo muy unido y queríamos graduarnos todos juntos, lo que sería imposible si alguno perdía ese examen final.

Ante la situación, Claudia, una compañera que era excelente alumna, comenzó a dar clases de matemática durante el recreo, para ayudar a quienes no entendían.

En pocos días, prácticamente todos comenzamos a quedarnos en el salón durante los recreos para recibir la clase de Claudia, a quien le entendíamos mucho mejor que al profesor. Con su disposición, ella no sólo consiguió que todos sacrificáramos nuestros recreos para estudiar matemática, sino que también logró que todos pasáramos el examen final y nos graduáramos juntos.

El liderazgo de servicio

Hay quienes creen que el liderazgo es una característica con la cual se nace, y ciertamente algunas características que pueden producir liderazgo, como el carisma -visto como la capacidad de atraer, cautivar e influir en las personas que nos rodean- por lo general se traen de nacimiento.

Sin embargo, en el relato anterior, tan simple, vemos ilustrado un liderazgo de servicio, condición que cualquier persona, independientemente de sus características personales, puede ejercer.

El liderazgo de servicio implica tomar un talento, recurso o habilidad y ponerlo al servicio de los demás para lograr una meta común. Este tipo de liderazgo se puede fomentar en todos los seres humanos.

Los padres que quieran desarrollarlo en sus hijos deben comenzar por identificar en ellos los talentos, habilidades o intereses, sin discriminar el tipo de habilidad, ya que tanto en lo académico como en lo “extracurricular” hay oportunidades de servir.

Enseñar y aplicar el liderazgo de servicio

Maestros y padres pueden enseñar a aplicar el liderazgo de servicio. Los colegios pueden organizar actividades diversas para colaborar con personas y áreas que necesitan que se les dé una mano.

Este tipo de actividades permite que los alumnos experimenten la satisfacción que brinda el ayudar a otros, así como la motivación intrínseca que esto genera, ejerciendo un liderazgo de servicio que los marcará para el resto de su existencia.

De esta forma, se van convirtiendo en los futuros dirigentes de todas las áreas que sus vidas tocarán: familiar, laboral y social.

El liderazgo de servicio se puede fomentar en el hogar, a través de actividades sencillas pero de gran impacto:

  • Hacer manualidades o preparar comida para vender y recaudar fondos para una causa específica.
  • Dar clases de fútbol o algún deporte en centros para niños necesitados.
  • Fomentar el espíritu solidario entre hermanos, para que se brinden apoyo según sus áreas de mayor fortaleza.
  • Participar en jornadas de servicio social, en actividades que estén al alcance de las familias.

Si redefinimos nuestro concepto de liderazgo como una manera de dirigir por medio del servicio y la solidaridad, lo podremos desarrollar mucho mejor en nosotros y en nuestros niños, quienes, de esta forma, estarán adquiriendo las habilidades que van a necesitar como líderes del mañana, tales como influenciar positivamente a otros, identificar necesidades y tomar decisiones en pro del bien común.