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El estudio Parto adolescente  por cohorte y su relación con factores sociodemográficos, en Panamá, concluye que la prevención de la alta prevalencia de parto adolescente (PA) puede abordarse con programas enfocadas en las áreas rurales (rural no indígena y rural indígena) y, especialmente, entre personas que pertenecen a los quintiles de  bienestar  inferiores.  

De igual modo, el estudio propone que estos programas incluyan “educación comunitaria, mayor acceso a anticonceptivos de larga duración, prevención del PA repetido y aumentar el acceso a la educación superior entre mujeres que han experimentado” estos embarazos tempranos.

La investigación, difundida en la revista Facultad Nacional de Salud Pública (Universidad de Antioquia, Colombia) publicación científica, internacional, en los ámbitos de la salud pública local y global, forma parte del estudio, Una etnografía sobre el embarazo adolescente en Panamá: más allá de las cifras,  financiado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) de Panamá. 

El análisis secundario fue aprobado por el Comité de Bioética de la Universidad de Panamá. 

El estudio primario, la Encuesta nacional de salud sexual y reproductiva de Panamá (ENASSER) se realizó entre 2014 y 2015, y fue aprobado por el Comité de Bioética de la Investigación del Gorgas. 

La autoría corresponde a los siguientes científicos:

  • Amanda Gabster, Fermina Chamorro M y Ruth G. De León por el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES),
  • Eugenia Rodríguez Blanco, por el Centro Internacional de Estudios Politicos y Sociales (Cieps).
  • Maryelin Mabel Hernández Morales,  Sonia Gil Tucris y Elisa Mendoza, por la Universidad de Panamá (UP).

Ver publicación original:

https://revistas.udea.edu.co/index.php/fnsp/article/view/346751/20808281

La investigación tuvo como objetivo describir  la  prevalencia  del  parto  adolescente por cohorte a través de los años y su relación con factores sociodemográficos, en Panamá, a partir del análisis  secundario  de  la  Encuesta  nacional  de  salud  sexual  y  reproductiva  2014-2015  de  Panamá,  utilizando  cohortes  por  año  de  nacimiento  (1966-1975,  1976-1985,  1986-1995 y  1996-2000).

De igual modo, ofrecer aportes e intervenciones dirigidos a la embarazada adolescente.

Los investigadores reseñan que “la  literatura  médica  asocia  el  parto  en  adolescentes (15-19 años)  con un riesgo aumentado de complicaciones  maternales  y  del  feto”.

Desde la perspectiva social, el PA “se vincula con el abandono escolar, la perpetuación de la pobreza y un incremento en la tasa global de fecundidad”.

A nivel mundial, en el periodo 2010-2015, se estimó la tasa de fecundidad adolescente en 46 nacimientos vivos por cada 1,000 mujeres de 15 a 19 años; en Latinoamérica y el Caribe, se estimó que la tasa fue de 66,5 por 1,000 mujeres  adolescentes.

En Panamá, la tasa promedio entre 1995 y 2014 fue de 88 nacimientos vivos por 1,000 mujeres adolescentes.

Hallazgos

La investigación Parto adolescente  por cohorte y su relación con factores sociodemográficos, arrojó los siguientes resultados:

Entre mujeres de todas las edades que habían tenido un parto, la edad mediana del primer parto fue 19 años.

“En  línea  con  nuestros  hallazgos,  estudios  en  Latinoamérica y el Caribe han encontrado que personas económicamente desfavorecidas tienden a tener una necesidad  insatisfecha  de  anticoncepción. Adicionalmente, a nivel mundial, vivir bajo la línea de  pobreza  es  el  mayor  indicador  de  embarazo  en  adolescentes”, describen.

-El estudio también demostró la asociación de PA con  menor  logro educativo, relación que también es característica de Latinoamérica.

“Informe de la Organización  Panamericana  de  la  Salud,  la  Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, reportó que la proporción de PA entre quienes cumplieron el nivel primario es mayor que en las que cumplen secundaria y superior”.

Sin embargo, en el análisis en Panamá, “se encontró un aumento  en  el  porcentaje  de  las  mujeres  que  experimentaron PA y que lograron niveles educativos secundarios y superiores a través de los años”.

Los  cambios  en  Panamá  en  la  escolaridad  lograda, analizan,  podrían ser atribuidos al aumento en general de la educación en las mujeres; además, más recientemente, hay leyes a favor de promover la continuación de estudios escolares en niñas y adolescentes que han experimentado parto adolescente.

“Algunos estudios han indicado que las altas tasas de embarazo  en  adolescentes  en  clases  medias  pueden  ser  debidas a ambivalencia hacia el embarazo y en la toma de decisiones riesgosas en su actividad sexual”, precisan.

-Permanecen invariables a través de los años “la alta prevalencia desproporcional en poblaciones que viven en áreas rurales (rural-indígena y rural no indígena) y la alta  tasa de  fecundidad  por  mujer  entre  las  que  experimentaron PA”.

-En Panamá, en la comarca indígena más grande del país, se ha encontrado un bajo uso de anticonceptivos y poca educación en la prevención del embarazo de adolescentes en el entorno familiar y en las escuelas.

-Otro factor estático encontrado fue la alta tasa de fecundidad por mujer en mujeres que experimentaron PA: “Una de las razones que explicaría un vínculo entre el PA y un mayor número de hijos por mujer en cada cohorte podría ser la no resolución de impulsores socioestructurales que influyeron en el primer PA  y que influyen también en el segundo«.

Tendencias y priorizaciones de las intervenciones

Los investigadores consideran que los hallazgos de este análisis, además de comprender las tendencias recientes en maternidad adolescente, aportan información relevante para priorizar intervenciones enfocadas en el embarazo y en el parto durante la adolescencia en Panamá

Proponen dos intervenciones puntuales:

1.  “Invertir en mejorar el acceso a anticonceptivos entre población adolescente, enfocado en áreas rurales e indígenas, y con acceso a anticonceptivos reversibles de acción prolongada, los cuales tienen poco uso en Latinoamérica y el Caribe, y en especial en Panamá.

En el caso del país señalan que hay iniciativas promovidas por el Ministerio de Salud (Minsa), en particular en la sección de Maternidad del Hospital Santo Tomás, ubicado en la ciudad de Panamá.

“Luego de que una mujer adolescente tiene un parto, se pide su consentimiento para colocar anticonceptivos de esta clase.  Estos  programas  podrían  ampliarse  para  incluir mujeres jóvenes que tienen partos fuera de este hospital, especialmente en áreas rurales e indígenas”.

2. También proponen  “mejorar  los  programas  de salud, en particular el acceso a anticonceptivos entre adolescentes  y  el  acceso  a  información  correcta  sobre  salud sexual y reproductiva, con enfoques especiales entre áreas rurales, incluyendo área rural indígena, y entre poblaciones que pertenecen a quintiles inferiores a nivel nacional”.

Educación integral en sexualidad, servicios amigables para adolescentes y programas de “transferencia condicionada” dirigidos a mujeres en situación de PA», forman parte de las estrategias.

Proponen “enfocar  intervenciones que  faciliten  los  estudios  superiores  para  mujeres  que  experimentaron PA”.

Al respecto, incluir cuidado preescolar dentro de las universidades y mecanismos que apoyen a las mujeres jóvenes a continuar sus estudios superiores de tal modo que el parto adolescente no las limite en el futuro.

Violeta Villar Liste en función del estudio Parto adolescente  por cohorte y su relación con factores sociodemográficos, en Panamá

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