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Amigos lectores:

Poeta, narradora e investigadora especializada en la gastronomía, autora de una novela recién publicada en España –Hormigas en la lengua– Lena Yau (1968) ha coordinado un poliédrico y sensible dossier en homenaje a José Rafael Lovera (1939-2021), que ocupa las páginas 1 a la 8 de esta entrega del Papel Literario.

Lovera fue abogado, historiador, profesor universitario, fundador de la Academia Venezolana de Gastronomía, del Centro de Estudios Gastronómicos -CEGA-, e Individuo de Número de la Academia Venezolana de Historia. Hombre excepcional, “primer historiador de la alimentación y la gastronomía venezolana”, tal como ha escrito Germán Carrera Damas.

Copio aquí uno de los dos poemas de María Gabriela Lovera, que incluí en la edición:

20 de octubre

Bebo de las luces y sombras de mi padre.
En él me completo,
nazco al mundo.
Mi padre es tierra y ahora viento entre mis manos (se me escapa). 

Mi padre que está en mí desde la sangre

y atraviesa cada uno de mis gestos:
los que amo,
los que niego o escondo.
Mi padre que ya no habrá de llamarme con ese tono de voz 

que hoy se arremolina en mi pecho:

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Huracán, 

vórtice, 

hundimiento.

Además de los dos poemas, el dossier ofrece textos de Lena YauTríptico para un amigo; un breve de Germán Carrera Damas; un texto del propio José Rafael LoveraDe Cuño a Guanábano, 14, evocación de la casa de sus abuelos; Ocarina Castillo D’ImperioTodos los caminos llevan a Lovera (“En un Congreso de Historiadores, por allá por 1979, tuve la oportunidad de conocer uno de sus trabajos sobre historia de la ciencia y técnica en Venezuela, tema que me resultó especialmente novedoso e interesante, toda vez que él lo pensaba desde una perspectiva que le permitía ‘articular en un todo’ la secuencia de nuestro proceso histórico, planteándose la necesidad de contar con una ‘guía de fuentes’ que hicieran posible profundizar en la historia social de la ciencia”); 

Rafael CartayEn memoria de José Rafael Lovera (“José Rafael Lovera fue el faro esclarecedor de mi generación, a pesar de que somos de la misma edad, pero él era más ‘viejo’ en el asunto. No solo era el maestro brillante y culto, sino el amigo que te abría las puertas sin mezquindad ninguna, o te las cerraba, con respeto, si era el caso”);

 Ivanova Decán GambúsJosé Rafael Lovera: avanzar para no olvidar (“¿No ha sido la necesidad de alimento un motor principal en la historia de la civilización? ¿No está demostrado que los modos de alimentarse son una de las vías más lúcidas para conocer e interpretar una sociedad? ¿Acaso no es cierto que nos ha costado mucho asentar, sin complejos, las influencias foráneas dentro de nuestros discursos culinarios?”); 

Miro PopicEn deuda con Lovera (“Los que escribimos sobre cocina estamos en deuda con él. Pienso que el país lo está. La mayoría desconoce la magnitud y trascendencia de su obra donde todo lo que escribió y divulgó es importante, valioso, significativo. Él es el padre de la investigación alimentaria en Venezuela y como tal es hora de cumplir su mandato, tiempo de convertir en activos los pasivos, de honrar el compromiso”); 

María Fernanda Di GiacobbeLovera y nuestro cacao (“En nuestro primer Café́ de La Campiña conocí a muchas mujeres que llevaban en sus manos los secretos de platos regionales ancestrales y a muchos cocineros jóvenes que se reunían con el profesor Lovera en sesiones íntimas de lectura y cata”); 

Mercedes OropezaTatín de plátano (“José Rafael Lovera fue un sibarita universal, profundamente enamorado de la fusión de recetas criollas con la sofisticación de las técnicas francesas. Como doctor en leyes y académico de la historia, muchos pudieron leer y saber de este querido profesor. Era también un romántico del arraigo y la sencillez extrema. Los sabores de hogar venezolano lo inspiraron a dejarnos un legado escrito para que nos relacionáramos fácilmente con el fascinante acervo de la gastronomía local”); y 

Roberto Lovera De-SolaAdiós a José Rafael Lovera (“Tras cursar estudios universitarios en Derecho, José Rafael Lovera cursó la carrera de Historia. Y terminada ésta buscó el ejercicio de la historia, sin dejar nunca el Banco Venezolano de Crédito, del cual fue Consultor Jurídico hasta su deceso. Allí conversamos largamente por última vez hace varios meses en su sede de San Bernardino”).

Relacionado con lo anterior, esta edición trae Pensar la gastronomía, reseña de Vladimir Viloria del #52 de la revista Presente y pasado, editada por la Escuela de Historia de la Universidad de Los Andes.

Correspondió a Julio Bolívar la coordinación. Trae materiales de Juan Alonso Molina MoralesEmanuele AmodioLuis E. MolinaOcarina Castillo D’ImperioNaudy Trujillo MasciaNeller OchoaMarianella Herrera CuencaFabiola Velazco PérezFidel FloresMarianne RoblesMirla AlcibíadesIvanova Decán Gambús y el propio Julio Bolívar.

En las últimas dos páginas el registro cambia hacia temas históricos. Del historiador y escritor Ángel Rafael Lombardi Boscán publicamos el discurso de orden que leyó en enero, en el acto que celebró los 85 años de la fundación de Ciudad Ojeda, estado Zulia: “85 años parecen ser muchos y en realidad no son tantos para la historia y sus largas duraciones. Ciudad Ojeda no solo es un centro urbano joven, sino que a diferencia de la mayoría de las ciudades del país no tuvo su origen en los siglos hispánicos como Cumaná en 1521; Coro en 1527; Maracaibo en 1529; Barquisimeto en 1552 y Caracas en 1567, por señalar algunas de nuestras principales ciudades.

Ciudad Ojeda fue la primera ciudad planificada de Venezuela y esto no es poca cosa porque representa un acto de la modernidad en el contexto de un país hundido en el atraso”.

Cerramos con Tiberio y el resentimiento, artículo de Alfredo Coronil Hartmann dedicado al emperador romano: “Es indudable que la explicación de la acción de muchos hombres de estado, de muchos líderes, de muchos jefes políticos, pura y simplemente de muchos individuos, se encuentra impregnada, enraizada, imbricada en el resentimiento, en frustraciones, complejos, revanchismos o reconcomios más o menos soterrados, que no llegan a aflorar en su plenitud, como es lógico, sino cuando alcanzan la cumbre del poder o la riqueza y no temen que el demostrar esos resabios pueda significar resistencias importantes a su ascensión, a su ambición personal”.

En esta esquina me despido. Han sido estos, días de noticias demoledoras. Nos toca abrazar a los que sufren, hacer franca la palabra de aliento, rogar porque el paso del tiempo traiga un poco de alivio.

Nelson Rivera, director del Papel Literario del diario El Nacional

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