Se considera que la persona obesa no es capaz de seguir un adecuado estilo de vida, una creencia que dificulta recibir apoyo emocional o el acceso a los tratamientos, reflexiona la Dra. Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN)
Por: Violeta Villar Liste
El comienzo de un nuevo año siempre anima a elaborar una larga lista de propósitos, entre otros, hacer ejercicio, dormir más, comer mejor y rebajar.
Sin embargo, eliminar los kilos excesivos no siempre es una decisión personal.
“La obesidad una enfermedad, pero falta reconocerlo en nuestro entorno. Hay personas que ante un mismo ambiente tienen una mayor disposición a desarrollar obesidad y debido a esta realidad debemos procurar entornos que faciliten elecciones saludables, mayor disponibilidad de una cesta de compra, reducción del estrés, mejor calidad del sueño, acceso a atención clínica y a los tratamientos cuando sean necesarios”, explica a La Web de la Salud, la Dra. Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) entiende la obesidad como “una compleja enfermedad crónica que se define por una acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. La obesidad puede provocar un aumento del riesgo de diabetes de tipo 2 y cardiopatías, afectar la salud ósea y la reproducción y aumenta el riesgo de que aparezcan determinados tipos de cáncer. La obesidad influye en aspectos de la calidad de vida como el sueño o el movimiento”.
En coherencia con este reconocimiento, el primero de diciembre de 2025, la OMS publicó “sus primeras directrices sobre el uso de análogos del péptido glucagonoide de tipo 1 (GLP-1) para tratar la obesidad”.
La Dra. Bretón reflexiona que el reconocimiento de la obesidad como enfermedad por parte de la OMS no ha sido suficiente para evitar el estigma.
De hecho, se considera que la persona obesa no es capaz de seguir un adecuado estilo de vida, una creencia que dificulta recibir apoyo emocional o el acceso a los tratamientos.
Federico Luis Moya, presidente de la Asociación Nacional de Personas que viven Con Obesidad (ANPO) señala que en España la obesidad no es reconocida “como una enfermedad crónica y multifactorial”. Lograr este reconocimiento facilitaría el acceso y adherencia al tratamiento y acabar con la estigmatización de quienes la sufren. Andoni Lorenzo, presidente del Foro Español del Paciente (FEP), también pide un abordaje integral y dejar de mirar la obesidad solo como un tema estético. Moya y Lorenzo participaron en un encuentro con los medios por el Día de la Lucha contra la Obesidad.
Un complejo problema de salud

La coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) destaca que los fármacos para tratar la obesidad han demostrado ser eficaces en lograr el descenso del peso y hay mejoría de las complicaciones asociadas a la obesidad como el riesgo cardiovascular. Disminuyen el dolor articular, mejoran la función hepática y la apnea del sueño.
Como todo tratamiento, observa, debe estar indicado en una persona por su problema de salud y no por razones estéticas.
Explica que la dieta y la actividad física son la base fundamental del tratamiento contra la obesidad, sin embargo, “sabemos que no siempre se trata de la voluntad del paciente, de la dieta o del ejercicio, algo similar a lo que ocurre con la hipertensión”.
Señala que la persona candidata para este tipo de medicamentos, debe mantener un estilo de vida saludable y cuidar la alimentación, eligiendo bien los alimentos para que no falten nutrientes esenciales.
Lo ideal es perder tejido grado y no masa muscular para que los resultados se puedan mantener en el tiempo, subrayó.
En la actualidad, reconoció, la posibilidad de una persona de recibir el tratamiento no solo depende de factores clínicos sino de su poder adquisitivo.
En este sentido, el llamado de la OMS es a actuar “con urgencia en materia de producción, asequibilidad y preparación de los sistemas para responder a las necesidades mundiales”, además de ofrecer “intervenciones intensivas orientadas a modificar los hábitos que complementen el tratamiento con análogos del GLP-1, mediante programas estructurados que incluyan una alimentación saludable y actividad física”.
Por infancias más sanas
La Dra. Bretón reconoce que hay más conciencia sobre la salud y el peso desde edades tempranas, una tendencia que debe incorporarse de manera sostenida en la sociedad.
Un concepto fundamental para lograr un desarrollo y nutrición óptima es acompañar con buenos hábitos los primeros 1,000 días del niño, etapa que comprende desde la concepción hasta los dos años.
La especialista subraya que si en el embarazo hay una ganancia excesiva de peso, el niño tendrá más riesgo de desarrollar obesidad.
Luego se debe proporcionar la lactancia materna, el mejor alimento del recién nacido, y al momento de los demás alimentos, inclinarse por la variedad y no acostumbrarlo a los dulces ni a lo muy salado.
La actividad física en el entorno de la familia es una parte fundamental para incentivar hábitos saludables en los primeros años de vida.
El Dr. Julio Álvarez Pitti, del Hospital General Universitario de Valencia y coordinador del grupo de trabajo de Obesidad Infantil y en la Adolescencia de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), dijo en la Reunión Nacional de la Sociedad Española de Obesidad que la obesidad infantil es un problema de salud pública relevante, especialmente preocupante en los entornos más vulnerables, si bien ha descendido.
Según el estudio ALADINO 2023, «la prevalencia de obesidad en la población infantil española de 6 a 9 años se sitúa en el 15,9%. Este resultado representa una leve mejora respecto a la edición anterior de 2019, cuando la obesidad alcanzaba el 17,3%. El informe revela que el 36,1% de los escolares analizados presentan exceso de peso (la suma de sobrepeso y obesidad), con un sobrepeso del 20,2%.
El grupo de trabajo de Obesidad Infantil y en la Adolescencia de SEEDO ha elaborado un documento de buenas prácticas clínicas para manejo y tratamiento en el caso de la población pediátrica.
Eva Pereda Pereda, quien forma parte de este grupo y trabaja en la Escuela Universitaria de Enfermería de Vitoria-Gasteiz, detalló que “se trata de un documento práctico de apoyo a pediatras y enfermería pediátrica, especialmente en Atención Primaria, que facilite el diagnóstico, evaluación y tratamiento de la obesidad infantojuvenil”.
Obesidad y desigualdad

La Dra. Bretón, en nombre de la SEEN, junto con el Dr. Diego Bellido, por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y la Dra. Anny Altagracia Romero Secin, coordinadora del Grupo de Trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), a propósito del Día de la Lucha contra la Obesidad que España recordó el 15 de diciembre, expusieron en actividad con los medios, que “la obesidad afecta de forma desproporcionada a quienes disponen de menos recursos económicos, educativos o sociales».
Además, estas desigualdades influyen, en gran medida, en diversos aspectos del abordaje de la obesidad como la calidad de la alimentación, la posibilidad de realizar actividad física, el acceso a información rigurosa y a la atención clínica.
“Las personas que más necesitan apoyo son, precisamente, quienes más complicado tienen recibirlo”, dijo Bellido, quien citó el ejemplo de quienes viven en zonas rurales a quienes se les dificulta acceder a especialistas.
También “aquellos con empleos precarios o con horarios difíciles tienen menos margen para recibir un seguimiento clínico o cambios de hábitos”.
Cifras de SEEN y SEEDO sustentan que “en España, el coste de no actuar para acabar con la obesidad supera los 130.000 millones de euros al año y podría alcanzar los 161.000 millones en 2030”.
Cuando hay reducciones de peso relevantes, y por tanto de enfermedades y sus consecuencias asociadas, “el beneficio para el sistema sanitario y la sociedad es sustancial, alcanzando un valor social estimado en 84.000 millones de euros”.
Algunas iniciativas como la Alianza de la Ciudades contra la Obesidad de la SEEN y su Aula Virtual con contenidos sobre estilo de vida saludable, son acciones específicas para acompañar a la sociedad en mejores hábitos.
La Dra. Romero Secin, por SEMERGEN, resaltó el papel clave de la atención primaria en el abordaje de las personas con obesidad.
“Desde los centros de salud podemos prevenir y tratar precozmente esta patología y, en los casos que sean necesarios, acompañar y hacer un seguimiento continuado del paciente a largo plazo, lo que es esencial en una enfermedad crónica, compleja y multifactorial como la obesidad”.
De la teoría a la práctica
En relación con el cercano 2026 y la promesa de mejores hábitos en la infaltable lista del año nuevo, la Dra. Bretón comenta que cada persona sabe qué debe hacer, pero falta la práctica.
“Hay que huir de ideas abstractas. No se trata de decir lo que haré sino cómo lo haré, incorporar estrategias y hábitos, contando con la ayuda de familiares y amigos”.
Por: Violeta Villar Liste | [email protected]

