MiAmbiente, el Ministerio Público y el Equipo Multidisciplinario Especializado Ambiental (EME), han conformado un grupo de trabajo interinstitucional con el propósito de ampliar las acciones de inspección e identificar los focos de contaminación
Con información de MiAmbiente
La suspensión de operaciones en las potabilizadoras de Macaracas y Llano de Piedra, en la provincia de Los Santos, se debe a un incremento atípico en la concentración de microorganismos, detectado en el río Estivaná
Durante un operativo de fiscalización, realizado por el equipo de Verificación al Desempeño Ambiental del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), se logró identificar cerca de 23 puntos críticos de contaminación en la parte media de la cuenca del río La Villa, en la provincia de Los Santos.
De estos, 11 se encuentran actualmente bajo procesos administrativos sancionatorios, debido a descargas directas de aguas residuales sin tratamiento, provenientes de actividades agropecuarias, industriales y domésticas.
El Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), anunció, por su parte, la suspensión de operaciones en las potabilizadoras de Macaracas y Llano de Piedra, en la provincia de Los Santos, debido a un incremento atípico en la concentración de microorganismos, detectado en el río Estivaná.
Las autoridades explican que la decisión se toma para proteger la salud pública. Los especialistas realizan monitoreos y aplican procesos de desinfección y control, “conforme a los protocolos establecidos. El objetivo es restablecer el funcionamiento de las plantas tan pronto como las condiciones lo permitan”.
Ante la situación, se aplicó un plan de contingencia que contempla la distribución del agua mediante carros cisternas e inyección de agua a la red en puntos críticos.
Situación ambiental en los puntos críticos

Marilyn García Paredes, directora nacional de Verificación al Desempeño Ambiental de MiAmbiente, detalló que durante el recorrido de inspección en la zona de la cuenca hídrica se observaron descargas directas de aguas residuales hacia los afluentes de los ríos Cacao y Estivaná, los cuales, a su vez, alimentan el río La Villa. Además, se detectó una posible contaminación de fuentes hídricas por escorrentía directa de excretas hacia una quebrada que desemboca en el río El Cortezo.
Entre los puntos críticos más preocupantes se encuentra una barriada, cuyo tanque séptico descarga directamente al río, así como el vertedero de basura en Macaracas, donde los lixiviados alcanzan fuentes hídricas. Sin embargo, la mayoría de los hallazgos están relacionados con porquerizas que vierten aguas residuales sin tratamiento, lo cual representa una amenaza directa tanto para las aguas superficiales como subterráneas.
Sobre este hallazgo, García Paredes mencionó que la mayoría de los responsables de las porquerizas no cuentan con sistemas de tratamiento de aguas residuales ni con los permisos ambientales emitidos por el Ministerio de Ambiente. Algunas porcinas tampoco poseen un Plan de Manejo Ambiental.
La funcionaria también dio a conocer que, con relación a esta compleja situación ambiental en el área, que data de décadas, se han abierto ante el Ministerio Público cuatro expedientes penales por contaminación de fuentes hídricas, específicamente de los ríos La Villa y Estivaná.
MiAmbiente, el Ministerio Público y el Equipo Multidisciplinario Especializado Ambiental (EME), han conformado un grupo de trabajo interinstitucional con el propósito de ampliar las acciones de inspección e identificar los focos de contaminación. Acción se ejecuta por instrucciones del presidente José Raúl Mulino y del ministro Juan Carlos Navarro, como parte de una estrategia conjunta para enfrentar una situación ambiental crítica que amenaza la salud pública y los ecosistemas locales.
Este equipo tiene la responsabilidad de identificar anomalías, ordenar su corrección inmediata y levantar los expedientes correspondientes: administrativos por parte de MiAmbiente, y penales, a cargo del Ministerio Público. Igualmente, se ha incorporado el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF), que iniciará la recolección de muestras forenses en los principales puntos críticos de contaminación, con el fin de fortalecer el proceso investigativo con evidencia científica.
Con información de MiAmbiente