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Esudiante de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Panamá toma las medidas antropométricas y de bioimpedancia a participante voluntaria del estudio
Investigadores de la Universidad de Panamá (UP) comparten los hallazgos de un estudio que ofrece nuevas estrategias para prevenir enfermedades vinculadas con la obesidad

Por: Violeta Villar Liste

El diagnóstico temprano del síndrome metabólico y de enfermedades asociadas como la diabetes o las dolencias cardiovasculares, marca una diferencia significativa en la calidad de vida del paciente.
De manera tradicional, se han utilizado índices clásicos de laboratorio y medidas antropométricas para evaluar el riesgo cardiovascular. Sin embargo, esta perspectiva está evolucionando hacia un enfoque funcional que reconoce la obesidad como enfermedad, con los riesgos que conlleva.

En esta perspectiva, un estudio colaborativo y liderado por el Grupo de Investigación en Inmunometabolismo, Cáncer y Enfermedades Inflamatorias Crónicas (GIICEC), de la Universidad de Panamá (UP), con apoyo de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), presenta un biomarcador: la hormona adiponectina que puede alertar del riesgo cardiometabólico, gracias a su función antiinflamatoria.

Esta investigación sitúa a Panamá entre los países pioneros en ofrecer los primeros valores de referencia locales, y evidencia comparativa entre hombres y mujeres panameños, en relación con la adiponectina.

El artículo se publica en la revista Obesities, bajo el título, Evaluación de la adiponectina como indicador de riesgo metabólico en la población panameña

Es autoría del Dr. Orlando Serrano Garrido y la Dra. Griselda Arteaga, por el Departamento de Microbiología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá; de la Mgtra. Xenia Hernández Adames y la Dra. Ana Tejada Espinosa, por el Departamento de Bioquímica y Nutrición de la Facultad de Medicina de la UP; de la Dra. Ivonne Torres-Atencio, por el Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UP y del Sistema Nacional de Investigación (SNI); de la Dra. Ana Espinosa De Ycaza, por el Departamento de Medicina de la Facultad de Medicina de la UP y de María Fabiana Piran Arce, por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de San Luis (Argentina).

Imagen general del Grupo de Investigación en Imunometabolismo, Cáncer y Enfermedades Inflamatorias Crónicas (GIICEC) de la Facultad de Medicina, Universidad de Panamá: 1. Dra. Ana E. Espinosa De Ycaza (médica endocrinologa). 2. Atrás Mgtra. Michelle Dávila (estudiante de doctorado). 3 Adelante: Mgtra. Yoana Pimentel (estudiante de doctorado). 4 Atrás Mgtr Orlando Serrano (Biotecnólogo/ inmunólogo) 5. Adelante Dra. Fabiana Pirán (Nutricionista y dietista) 6. Adelante Dra Oris Lam de Calvo (Médico-Decana de la Facultad de Medicina) 7. Dra. Griselda Arteaga (Inmunóloga, coordinadora del GIICEC) 8. Mgtra. Xenia Hernández (Nutricionista, dietista). Siguiente, Dra. Ivonne Torres Atencio, directora del Departamento de Farmacología de la UP Foto | cortesía


El GIICEC está integrado por un grupo de profesionales  especializados en Endocrinología, Farmacología, Nutrición, Bioquímica e Inmunología, todos docentes de diferentes Departamentos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, fundado en 2020 en pleno contexto de pandemia, luego de observar el impacto que tenían las enfermedades crónicas como la diabetes y la obesidad sobre el pronóstico de la enfermedad por COVID-19.

Una hormona protectora con funciones de alerta

La adiponectina es una hormona protectora producida por el tejido adiposo. Cuando sus niveles son altos, mejora la sensibilidad a la insulina, reduce la inflamación, protege los vasos sanguíneos y regula el metabolismo de grasas y glucosa. Cuando sus niveles son bajos, aumenta el riesgo de resistencia a la insulina, síndrome metabólico, diabetes tipo 2 y enfermedad renocardiovascular, explica el grupo de investigación de la UP en entrevista con La Web de la Salud.

Estos indicadores “altos” y “bajos” son cruciales. Entendiendo que el descenso indica el comienzo de factores adversos para la salud de la persona.

La adiponectina, explican,tiene la particularidad de disminuir (y alertar) mucho antes de que aparezcan cambios en la glucosa o los triglicéridos. Sin embargo, su uso no está disponible actualmente en los laboratorios clínicos de nuestra localidad.

“La recomendación, a la luz de nuestros resultados es que permitiría lograr la detección temprana de valores que indican, entre otros, riesgo de síndrome metabólico”.

Las personas pueden monitorear su relación triglicéridos/C-HDL y procurar mantener un porcentaje de grasa visceral inferior al 9 %. Esta grasa puede medirse mediante equipos de bioimpedancia, disponibles en consultas nutricionales, y en numerosos gimnasios que cuentan con esta tecnología, señalan.

En investigación, describen, la adiponectina cobra relevancia, ya que junto con sus receptores ubicados en la membrana celular de muchas células inmunológicas, constituyen blancos terapéuticos para enfermedades cardiometabólicas de gran prevalencia en nuestro país: accidente cerebrovascular, infartos al miocardio, diabetes mellitus, hígado graso no alcohólico, entre otras.

Meibys Samaniego, estudiante de la licenciatura en Tecnología Médica procesando muestra del estudio

Síndrome metabólico, preocupación creciente

Esta investigación nació ante una preocupación creciente: en Panamá, así como en muchos países de occidente, el síndrome metabólico y las enfermedades cardiometabólicas están aumentando incluso en personas jóvenes y aparentemente sanas.

Ante esta realidad, decidieron buscar nuevas maneras de detectar de manera temprana las patologías.

Señalan que la adiponectina (que ya se conocía como hormona) puede convertirse por sus características es un candidato terapéutico que permita monitorear la inflamación producida por las células del tejido graso y aplicarlo en futuros tratamientos.

La adiponectina, reiteran, tiene función protectora: si usted aumenta de peso, disminuirá, y sus efectos antiinflamatorios también.

La importancia del ejercicio

En la actualidad, anuncian, estamos trabajando una investigación con mujeres de entre 40 a 60 años, que han mantenido una rutina de ejercicios de fuerza, o combinados fuerza-aeróbicos por 6 o más meses, y la diferencia en los valores de adiponectina con mujeres de la misma edad pero que no hacen ejercicio ha sido muy significativa, aun siendo ambos grupos de mujeres sin síndrome metabólico.

Por estos motivos recomiendan como estrategia preventiva el ejercicio constante y permanente, una alimentación saludable (evitar alimentarse con ultraprocesados, grasas y carbohidratos complejos), descansar adecuadamente, y asistir a sus citas de control de salud.

Avanzar hacia un modelo preventivo

La novedad de esta investigación, al convertir a Panamá en uno de los primeros países de la región en evaluar la adiponectina como biomarcador aplicado al riesgo cardiometabólico, aporta resultados fundamentales.

De hecho, junto con información complementaria del Grupo de Investigación en Inmunometabolismo, Cáncer y Enfermedades Inflamatorias Crónicas (GIICEC), de la Universidad de Panamá (UP), los resultados serán presentados al Ministerio de Salud, la Caja de Seguro Social, y otras asociaciones involucradas en medicina preventiva a nivel nacional.

El objetivo es avanzar hacia un modelo preventivo más preciso para reducir la carga futura de diabetes y enfermedad cardiovascular en Panamá.

Referencia:Garrido, OS, Adames, XH, Torres-Atencio, I., De Ycaza, AE, Arce, MFP, Espinosa, AT, & Arteaga, G. (2025). Evaluación de la Adiponectina como Indicador de Riesgo Metabólico en la Población Panameña. Obesidades , 5 (4), 81. https://doi.org/10.3390/obesities5040081