Son coautores la Dra. Sandra López Vergés, del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, y el Dr. Jean Paul Carrera, del Centro Regional de Innovación en Vacunas y Biofármacos (CRIVB)
Con información del estudio Kang H, Lim A, Auzenbergs M, Clark A, Colón-González FJ, Salje H, et al. Global, regional and national burden of chikungunya: force of infection mapping and spatial modelling study. BMJ Global Health. 2025;10:e018598. https://doi.org/10.1136/bmjgh-2024-018598
La falta de datos sobre la carga de la enfermedad del chikunguña dificulta tomar decisiones con respecto a la introducción de una vacuna, grupos de edad objetivos y demanda real.
Para lograr el conocimiento de los territorios se impulsó el estudio global, titulado, Carga mundial, regional y nacional del chikunguña: mapeo de la fuerza de infección y estudio de modelado espacial.
La principal conclusión de esta investigación destaca que “si bien la transmisión del chikunguña presenta una alta incertidumbre geográfica, la alta intensidad de la infección no se limita a las regiones tropicales, sino que se distribuye por todos los continentes”.
Panamá se sitúa entre los países de América Latina y el Caribe con alta transmisión.
En este estudio internacional participaron cientificos panameños como coautores: la Dra. Sandra López Vergés, investigadora senior del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud y miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI) AIP de Panamá y el Dr. Jean Paul Carrera, investigador senior en Virología y Epidemiología del Centro Regional de Innovación en Vacunas y Biofármacos (CRIVB).


El grupo internacional y colaborativo está integrado además por los siguientes autores y sus correspondientes afiliaciones:
- Hyolim Kang 1 2 3
,
- Ahyoung Lim 1,
- Megan Auzenbergs 1 4,
- Andrés Clark 1,
- Felipe J. Colón-González 5,
- Henrik Salje 6,
- Hannah Clapham 7,
- Jong-Hoon Kim 9,
- Maya Malarski 10,
- Zulma M. Cucunubá 12,
- Thiago Cerqueira-Silva 1,
- Guillermo Juan Edmunds 1 2 3,
- Sushant Sahastrabuddhe 3 9 13 14,
- Oliver J. Brady 1,
- Kaja Abbas 1 2 3 15 16
- London School of Hygiene and Tropical Medicine
- School of Tropical Medicine and Global Health, Nagasaki University
- Institute for Tropical Medicine, Nagasaki University
- Imperial College London
- Data for Science and Health, Wellcome Trust, Reino Unido
- Department of Genetics, University of Cambridge
- Saw Swee Hock School of Public Health, National University of Singapore
- Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud
- International Vaccine Institute, Seúl, Corea del Sur
- Gavi, the Vaccine Alliance, Ginebra, Suiza
- Sistema Nacional de Investigación AIP (SNI-AIP), Ciudad de Panamá, Panamá
- Universidad Pontificia Javeriana, Bogotá, Colombia
- Department of Microbiology, Yonsei University, Seúl, Corea del Sur
- Université Jean Monnet of Saint-Étienne, Saint-Étienne, Francia
- Public Health Foundation of India, Nueva Delhi, India
- National Institute of Infectious Diseases, Japan Institute for Health Security, Tokio, Japón
La investigación se publicó en BMJ Salud Global, revista de acceso abierto, revisada por pares, dedicada a investigaciones sobre distintos aspectos de salud global.
¿Qué es el chikunguña?
Los investigadores definen el “virus chikunguña como un alfavirus ARN de la familia Togaviridae. Se transmite a los humanos a través de los mosquitos Aedes aegypti o Aedes albopictus, principales vectores en entornos urbanos y rurales”.
Se han reportado brotes en más de 110 países, y su frecuencia ha aumentado desde 2004.
Los autores explican que “la globalización facilita la propagación de mosquitos vectores y de personas infectadas, mientras que el cambio climático impacta diversos factores climáticos como las precipitaciones y la temperatura, alterando características de los mosquitos, como el período de incubación extrínseco, y aumentando así el riesgo de transmisión en regiones no endémicas”.
Niños, los más afectados

La investigación destaca que “los síntomas agudos del chikunguña incluyen dolor articular intenso y fiebre alta (superior a 39 °C). Los niños son particularmente vulnerables a manifestaciones graves, como trastornos neurológicos”.
Importante conocer que “el chikunguña aumenta el riesgo de muerte en los primeros 3 meses tras la aparición de los síntomas. Las muertes afectan de forma desproporcionada a niños menores de 5 años, ancianos y personas con enfermedades subyacentes”.
Luego de sufrir la enfermedad, “más del 50 % de los pacientes sintomáticos padecen discapacidades a largo plazo, como artritis reumática persistente o artralgia”.
Sin tratamiento

A la fecha, “la chikunguña carece de un tratamiento antiviral específico y depende únicamente de cuidados paliativos”.
Fue en noviembre de 2023 cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó Ixchiq, definida como la primera vacuna contra la chikunguña del mundo desarrollada por Valneva para adultos mayores de 18 años. Esta vacuna también fue aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) en mayo de 2024 y por Health Canada en junio de 2024.
El 22 de agosto de 2025, sin embargo, la FDA suspendió la licencia de Ixchiq por presuntos problemas graves de seguridad.
La EMA mantiene vigente la vacuna. En julio de 2025, el Comité de Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) concluyó que la vacuna mantiene un perfil beneficio/riesgo favorable, siempre que se administre bajo valoración individualizada y en situaciones de riesgo significativo.
En este contexto de una enfermedad con consecuencias discapacitantes y presente en distintos países, los autores consideraron fundamental lograr datos consistentes sobre la carga mundial.
“La evidencia actual estima la carga global de chikunguña en 106 000 AVAD (años de vida ajustados por discapacidad) con casos sintomáticos anuales que oscilan entre 52 774 y 328 943. Sin embargo, estas estimaciones se basaron en datos de vigilancia pasiva, que excluyen a los pacientes que no buscaron atención médica y los casos no diagnosticados debido a la capacidad limitada de diagnóstico molecular”.
Por otra parte, “la presentación clínica aguda de chikunguña podría confundirse con otras enfermedades como el dengue, especialmente en regiones donde el conocimiento clínico de chikungunya es bajo o en regiones geográficas superpuestas donde ambos virus co-circulan”.
Principales hallazgos
La investigación internacional y colaborativa arrojó, entre otros aportes:
- Predijeron la fuerza de infección del chikunguña con una alta resolución espacial (5×5 km) y estimaron la carga mundial, regional y nacional del chikunguña en todos los grupos de edad, desde 0 a más de 80 años.
- Analizaron un escenario focal (límite inferior de riesgo y carga de chikunguña) basado en datos de ocurrencia informados y un escenario de riesgo (límite superior de riesgo y carga de chikunguña) basado en la idoneidad ambiental.
- Estimaron la carga en todos los grupos de edad y regiones, considerando los estados de progresión de la enfermedad, la edad y la heterogeneidad espacial.
- En general, estiman que el riesgo anual promedio a largo plazo global de que individuos susceptibles adquieran una nueva infección es del 1,2%, variando entre el 0,5% y el 3% según las diferentes regiones.
En la investigación se afirma que lograron identificar áreas de alto riesgo para la transmisión del chikunguña en todos los continentes: no se limita solo a regiones subtropicales o tropicales.
De hecho, generaron un mapa de transmisión de chikunguña de alta resolución espacial compuesto por 100 modelos forestales aleatorios para los escenarios focales y de riesgo. Se predijeron zonas de alta transmisión en América Latina y el Caribe (Guatemala, Costa Rica, Panamá, Brasil), Asia Meridional (Pakistán, Nepal, India), Asia Oriental y el Pacífico (Laos, Camboya, Myanmar) y África Subsahariana (Kenia, Gabón).
La carga general de la enfermedad se debe principalmente a la discapacidad crónica, con una carga significativa tanto entre los más jóvenes (<10 años) como entre los ancianos (>60 años), pero las contribuciones de los diferentes estados de la enfermedad varían según el grupo de edad.
La investigación aporta mapa de riesgos y estimaciones que son de gran utilidad para introducir vacunas contra el chikunguña.
Ver el estudio original:
https://gh.bmj.com/content/10/10/e018598
Con información del estudio Kang H, Lim A, Auzenbergs M, Clark A, Colón-González FJ, Salje H, et al. Global, regional and national burden of chikungunya: force of infection mapping and spatial modelling study. BMJ Global Health. 2025;10:e018598. https://doi.org/10.1136/bmjgh-2024-018598