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Algunos lo llamarían dispersión, pero en realidad se trata de un “médico de profesión con inclinación hacia la investigación científica”, frase con la cual le gusta definirse al doctor Rafael Rangel-Aldao.

En su larga andadura ha combinado áreas que incluyen la medicina digital predictiva, la bioquímica, la biología molecular, la biotecnología, la informática,  la divulgación científica, el desarrollo tecnológico, la consultoría, la política científica, el periodismo, la diplomacia e incluso la literatura con una novela, titulada El Entramado. En esta oportunidad aclara el concepto y alcances de la medicina digital predictiva.

-¿Qué es la medicina digital predictiva?

-La medicina digital predictiva surge en mi carrera como producto del azar al comprar un libro, una tarde de septiembre de 2002, titulado en inglés, Linked, conectado en español, o Las Nuevas Ciencias de las Redes, cuyo autor es el físico estadounidense de origen húngaro, Albert-László Barabási. Nada, estaba en una librería del MIT en Cambridge, Massachusetts, y me llamó la atención el título y el hecho que estuviera firmado por el autor para quien lo comprara.

Al llegar al hotel no pude dormir y me pasé la noche leyendo el libro. Allí me di cuenta de cuánto en el mundo está conectado por redes complejas, donde el rico es más rico y el pobre es más pobre.

Me dije entonces, que esas redes se aplican a la medicina, la educación, la política, la diplomacia, la literatura, en fin, a todas las actividades sociales e inclusive, a las redes inanimadas como las hidrográficas y las eléctricas. Desde ese entonces hasta enero del año siguiente, 2003, mi inconsciente no paró de acumular señales que me inclinarían en un sueño a concebir mi vida futura en el mundo de las redes, y de allí nació mi dedicación a lo que entonces llamé medicina molecular digital y luego medicina digital predictiva.

-¿Cómo funciona entonces la medicina digital predictiva, y qué beneficios ofrece al paciente e inclusive, a los sanos?

-La respuesta breve es que a través de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs), el mundo entero está conectado por redes donde muy pocos nodos acaparan casi todos los enlaces, es decir, que en el mundo de la medicina, por ejemplo, escasos factores de riesgo (nodos) son comunes (enlaces) a las enfermedades más importantes y crónicas, las cardiovasculares, cánceres, metabólicas, pulmonares, degenerativas, mentales.

-¿Es decir que si se previenen esos factores de riesgo se podrán prevenir las enfermedades también?

Exacto, y la mayoría de esos factores de riesgo tienen que ver con los hábitos de vida, en particular con la alimentación, la actividad física, el sueño adecuado, el ritmo diario y la vida social.

Aparte del alcohol y el tabaco, hay que evitar en lo posible las calorías “malas” como las de la carne roja, los embutidos, frituras, azúcar, pastas, pan, arroz blanco y harinas no integrales. Y no hay que evitarlas del todo, sino moderar su ingesta a una o dos veces a la semana.

Las calorías buenas provienen de frutas y vegetales, frutos secos, legumbres, pescado y aves de corral (sin potenciadores hormonales). La actividad social es esencial, la familia, amistades, vacaciones, que ahora están prácticamente limitadas con la pandemia COVID-19. El ejercicio también es fundamental.

-¿Y cómo se ensambla este modelo TICs-Medicina?

A través de la internet, la banda ancha, las redes sociales y los aplicativos de telefonía celular inteligente es posible conectar a todo el mundo con la información y el conocimiento adecuado, para que cada quien participe en la predicción y prevención de enfermedades por venir.

Imagine usted esta pandemia COVID-19 con una población alerta, a través de sus conexiones, a sistemas digitales de atención de salud. El daño sería muy diferente al que tenemos ahora.

-¿En la actualidad está desarrollando este modelo de la medicina digital predictiva o es solo es una teoría?

-Estamos desarrollando la segunda generación de esta tecnología para su aplicación en los sectores más vulnerables de nuestra población.

En el pasado probamos la primera generación con un centenar de voluntarios de una empresa de seguros venezolana,  para ello cada participante tenía su asistente digital personal con información y conocimientos a través de banda ancha.

Para asegurar la eficacia hubo consultas médicas electrónicas y visitas mensuales de nuestros trabajadores a la empresa para darles charlas de orientación y mediciones clínicas. En seis meses logramos reducir el sobrepeso y obesidad en un 70%, así como otros factores de riesgo como la hipertensión, grasas y azúcar sanguíneo.

-¿Cuáles deben ser las condiciones para que este modelo funcione y cómo ayudaría a la ciencia médica?

-La visión actual es diferente, más descentralizada y tecnológica. Se trata de incorporar al mayor número de participantes a través de aplicativos de telefonía celular inteligente vinculados a los servicios gratuitos de salud, de las alcaldías de zonas vulnerables de Caracas y del interior de Venezuela.

Las personas que asisten a esos servicios reciben gratis el acceso privado al asistente digital personal, e incentivos para adquirir a bajo costo los celulares inteligentes y también tarjetas de acceso a la banda ancha.

Las alcaldías se refuerzan con antenas de microondas para la banda ancha, tabletas y celulares para médicos y enfermeras, de tal forma de registrar la información médica en forma digital.

Hay incentivos para los facultativos con mayor éxito en la predicción y prevención de enfermedades pues toda la información poblacional estará en bases de datos analizadas por inteligencia artificial.

Los datos individuales, sin embargo, serán de la exclusiva propiedad de cada usuario a través de la cadena de bloques. Para todo ello procuramos financiamiento internacional a través de organismos multilaterales. El proyecto está formulado, registrado y a la espera de una decisión para su aprobación.  

Dr. Rafael Rangel-Aldao

Rafael Rangel-Aldao es médico egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV, Caracas) y tiene un PhD del Albert Einstein College of Medicine, Nueva York.  Es profesor invitado de la Universidad Simón Bolívar y CEO de la Corporación B4B, una empresa venezolana de medicina digital predictiva y prevención del envejecimiento. Ha ocupado puestos de liderazgo como empresario de empresas de biotecnología en Venezuela y Colombia (desde 2010), así como en el sector académico como profesor de bioquímica y biotecnología en varias instituciones importantes de Venezuela (1979-2018), y en la industria como director de Investigación e Innovación de Empresas Polar (1987-2005), el conglomerado industrial de alimentos más grande de Venezuela y el tercero de América Latina. También ha sido profesor visitante en las principales universidades de los Estados Unidos y Europa, así como en algunas de las instituciones académicas más prestigiosas de América Latina. Tiene más de 100 publicaciones científicas que consisten en trabajos de investigación, patentes internacionales sobre biotecnología aplicadas a la medicina y los alimentos, así como numerosos artículos de revisión invitados, cartas y capítulos de libros editados por científicos eminentes. Ha recibido el Premio Interamericano de Ciencia y Tecnología (OEA, 1985) y el Premio Nacional de Medicina (Venezuela, 1994), y es miembro de varias sociedades científicas. Ha sido científico visitante en Yale, Lovain, Sao Paulo y la Universidad Católica de Chile. Es un orador frecuente en universidades y empresas de EE.UU., la UE y América Latina, así como consultor para varios gobiernos de América Latina y agencias de la ONU. El trabajo científico de Rangel-Aldao es altamente citado en la literatura especializada y le otorga una puntuación superior al 92.5% de los miembros de ResearchGate.net, una red profesional global de más de 14 millones de científicos en todo el mundo, con el apoyo de Bill Gates, Goldman Sachs y Welcome Trust, entre otros.