Esta unidad se ocupará de “obtener, procesar, almacenar y distribuir tejido biológico” para atender tanto a niños como adultos que lo requieran en centros públicos y privados de ciudad de Panamá y el interior del país
Por: Violeta Villar Liste
Esta unidad es posible gracias a la generosidad del pueblo panameño que dijo sí a la meta del Teletón 20-30 del año 2017
El Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel es desde este miércoles 6 de diciembre la sede del primer Banco de Piel y Tejidos de Panamá, un logro que interpreta la necesidad de atender a los pacientes que sufran de quemaduras y ameriten reconstrucción de tejidos.
Esta unidad es posible gracias a la generosidad del pueblo panameño que dijo sí a la meta del Teletón 20-30 del año 2017.
La inauguración en 2023, a un costo que supera el millón de dólares, se corresponde con la complejidad del Banco de Piel y Tejidos que además de adquisición de equipos comprendió la capacitación del personal.
Esta unidad se ocupará de “obtener, procesar, almacenar y distribuir tejido biológico” para atender tanto a niños como adultos que lo requieran en centros públicos y privados de ciudad de Panamá y el interior del país.
El Dr. Paúl Gallardo, director médico del Hospital del Niño, expresó su gratitud por poder celebrar un hito en el ámbito de la salud panameña: “La entrega del Banco de Tejidos no solo representa avances científicos y médicos, sino también un profundo compromiso con el bienestar de todos”.
Resaltó la labor de promoción de esta iniciativa por parte de la Dra. Marvis Corro y del Dr. Michael Carrillo, pediatras especialistas en quemadurs.
“Esta obra ha sido posible gracias al pueblo panameño que ha hecho viable un espacio fundamental en la promoción de la salud y la investigación médica, dando oportunidades y esperanzas para mejorar las vidas”.
El personal a cargo ha sido formado en el Instituto Distrital de Ciencia, Biotecnología e Innovación en Salud en Colombia, así como en el Hospital Garrahan de Argentina.
“La colaboración y la empatía es el poder para enfrentar los desafíos y este banco es un testimonio de lo que podemos lograr juntos”.
La Dra. Marvis Corro, jefa de la Unidad de Quemados del Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel, especialista en quemaduras y presidenta de la Sociedad Panameña de Pediatría, señaló que en la historia y evolución del Hospital del Niño siempre se pensó en ampliar las capacidades del servicio de quemados.
Recordó que la piel como órgano tiene funciones cruciales para la vida:
- Protección
- Inmunológica
- Neurosensorial
- Termorregulación
“Sin piel no tenemos protección y esas funciones cruciales se pierden”, observó.
Ocurre de manera fundamental en el caso de pacientes definidos como “grandes quemados”.
En niños cuando más del 20% de su piel resulta afectadas por la quemadura. En adultos, si el daño supera el 25% de su piel.
Si la piel no se regenera a tiempo, se expone de manera fácil a infecciones y he allí la necesidad del injerto que acelera el proceso de recuperación.
La Dra. Corro señala que el desafío de la unidad es entregar un tejido seguro y fresco para aplicar a los pacientes.
La donación es vital y el llamado de las autoridades hizo énfasis en este sentido.
Dar vida después de la vida puede ayudar a salvar a miles de personas.
En cifras y análisis compartido por la jefa de la Unidad de Quemados:
- En un país que no tiene cultura de donación de órganos solo se tienen de 4 a 5 donantes por millón de habitantes
- Con cultura elevada de la importancia de donar, se logran de 20 a 25 donantes
- En un país con una conciencia superior de la donación, como es el caso de España, entre 40 y 45 millones por millón de habitantes
De igual modo, el Hospital del Niño articulará estrategias con la maternidad más grande del país: la situada en el Hospital Santo Tomás, para utilizar placentas, previo consentimiento informado de las madres, ya que la membrana amniótica es un tejido empleado en el injerto de piel e incluso en patologías oculares.
De hecho, el Banco de Piel y Tejidos de Panamá tiene también su Banco de Córneas para atender a los pacientes oftalmológicos.
La especialista detalló que el autoinjerto (piel propia) es la mejor opción, pero cuando la persona tiene un 60% o 70% de su piel afectada, solo queda 10% de área para recuperar así que el riesgo de infección y muerte es elevado.
La unidad inicia con el trabajo de dos tecnólogos médicos y dos médicos. La Dra. Valerie Aguirre es la jefa del Banco de Piel y Tejidos.
La Dra. Corro señaló que la unidad trabaja bajo la autorización y acreditación de la Organización Panameña de Trasplantes.
La especialista analiza que ya con infraestructura y personal capacitado, el futuro va de la mano con la ciencia y las líneas de investigación para lograr avanzar a otros estudios como el uso de células madre, una tendencia global.
La salud inspira
Andrés Lewis, presidente del Club Activo 20-30, durante el acto de entrega del Banco de Piel y Tejidos de Panamá, expuso: “Es un testimonio del compromiso e impacto positivo que las acciones solidarias pueden tener en la comunidad”.
Pidió seguir trabajando por hacer una diferencia en la vida de quienes más lo necesitamos
Máximo Madariagana, presidente de la Teleton 20-30 2017, recordó el punto de inspiración de esta obra y cómo el diálogo con los médicos llevó a concluir que era prioridad poder atender al paciente quemado con las mejores estrategias.
“Más allá del costo, el norte es la diferencia que se puede hacer al salvar a una persona y ahora lo podremos hacer aquí, sin la angustia de tener que mandar a alguien al exterior”.
Reiteró que donar es vital: “Para que el banco funcione y podamos salvar vidas, debe existir el compromiso de la donación de órganos”.
“Hablen del tema: ¿qué pasará cuando muera? Nadie habla del tema y es importante porque se pueden salvar vidas” luego de pasar a otro plano espiritual, exhortó.
Más donantes, más trasplantes, más vida
César Cuero, director de la Organización Panameña de Trasplante, compartió la emoción que significa pasar del sueño a la realidad, en este caso al Banco de Piel y Tejidos de Panamá.
“Podremos darle respuesta a los niños quemados y también a los adultos, así como avanzar más hacia el trasplante de córnea. El primero de este tipo se hizo en 1985 en el Hospital Santo Tomás y luego del año 1992 se procedió con el trasplante renal (donante vivo) y de hígado y corazón (donante fallecido)”.
Destacó que se abren perspectivas al Programa de Trasplante a nivel nacional.
Una etapa fundamental es informar a la comunidad sobre su papel en la donación de órganos.
A la fecha, 265 panameños esperan un trasplante de riñón. Este año solo se han logrado 40 procedimientos.
Anunció que la nueva Ley de Trasplante está en la Comisión de Salud y será una herramienta fundamental en el año 2024 para garantizar salud y bienestar a la población.
El Dr. Jorge Medrano, asesor del Despacho Superior del Ministerio de Salud, también insistió en la necesidad de más donantes para el éxito de la unidad.
Consideró vital crear una asociación nacional de donantes que genere cultura y entusiasmo y ayude a salvar vidas.
Aníbal George, presidente de la organización Abou Saad Shriners que ha sido clave en lograr trasladar a hospitales de Estados Unidos a quemados de gravedad, señaló que mantendrán la colaboración, en particular en el caso de pacientes muy graves que podrán ser estabilizados con los tejidos antes de viajar.
La organización atiende a niños y niñas hasta los 18 años, con problemas ortopédicos y quemaduras severas. Este año han servido a un grupo de 200 pacientes.
Juegos pirotécnicos y accidentes domésticos, son las principales causas de problemas severos en la población que recibió ayuda de la organización.
Para el Hospital del Niño, las alianzas y el compromiso de la sociedad panameña, han marcado este camino que ahora se consolida con la opción de una medicina regenerativa llamada a alcanzar a las mayorías y garantizar el anhelo de salud para todos.
Por: Violeta Villar Liste | [email protected]