fbpx
Imagen de Freepik

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas, es presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e HipertensiónMiembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)

La presencia de sangre en la orina se le conoce como hematuria.  Lo normal es que pase 1 o 2 glóbulos rojos o eritrocitos por campo de alto poder a la orina. Esta cantidad no es suficiente para cambiar o alterar el color, lo que se conoce como hematuria microscópica, ya que solo pueden ser identificados en el estudio microscópico.  Si la presencia de sangre es un poco mayor o el tiempo en que los glóbulos rojos han estado en la orina es mayor, la coloración puede ser rosada, marrón o incluso roja, por lo que en este caso se llamaría hematuria macroscópica.

¿Cuándo se presenta hematuria?

Los riñones no duelen, a menos que exista una condición que produzca obstrucción. Si en la orina se agrupan los glóbulos rojos y se forma un coágulo, este puede bloquear la salida de orina y producir dolor súbito, de alta intensidad y con incapacidad para orinar.

Si existe un evento que produzca un trauma, este puede ser la causa del coágulo.  Las personas pueden referir dolor en área lumbar, o inguinal, y esto puede deberse a  la presencia de un lito o cálculo renal, el cual al irritar o inflamar el endotelio va a producir glóbulos rojos que van a la orina. 

En la enfermedad renal poliquística, la corteza renal se degenera y se producen quistes, que se pueden romper y sangrar hacia la vía urinaria.  Las infecciones en la vejiga, como las cistitis, pueden causar irritación en la pared que produce un aumento de glóbulos rojos que caen a la orina.

El cáncer y la hiperplasia benigna de próstata pueden causar la presencia de sangre en la orina. Deben sospecharse estos trastornos principalmente en personas mayores de 50 años, aunque las personas más jóvenes con factores de riesgo (tabaquismo, antecedentes familiares o exposición a sustancias químicas) pueden desarrollar cáncer.

El color rojo o una coloración marrón rojiza de la orina puede deberse a la ruptura de la proteína heme que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos; o debido a la ruptura de las células del músculo o mioglobina en la orina, debido a un exceso de esfuerzo físico; existen trastornos enzimáticos como la Porfiria en el cual hay un defecto de las enzimas implicadas en la producción del grupo heme; algunos alimentos,  como por ejemplo la remolacha, el ruibarbo y algunas colorantes y algunos fármacos.

¿Cómo se hace la evaluación para definir la causa?

Siempre es importante la historia clínica para entender si el paciente tiene síntomas o le descubrieron la hematuria en un examen de rutina.  Si el paciente tiene glóbulos rojos sin cambios en el color de la orina, se debe evaluar la presión arterial y la presencia o no de proteínas en orina. 

Las vasculitis o lesiones glomerulares deben ser evaluadas e identificadas para poder orientar la referencia o el tratamiento. 

Si una mujer tiene ardor para orinar, acompañado de fiebre, la causa es muy probablemente una infección; en los varones, un dolor leve a moderado en la región lumbar o en la pelvis puede ser debido a una infección de la próstata. En ambos casos se deberá iniciar tratamiento antibiótico guiado por el examen de orina y/o cultivo.

Si el paciente tiene dolor intenso, súbito, entonces se le deberá realizar un estudio de imagen, como ultrasonido o urotomografía, para definir la causa, incluyendo obstrucciones, litiasis o masas.

Examen de orina aporta mucha información

El examen de orina es un examen básico que aporta mucha información.  Nos puede guiar para realizar un tratamiento o ayudar a decidir la siguiente evaluación. En pacientes menores de 50 años que solo tienen hematuria microscópica y durante la exploración y los análisis de sangre (incluyendo pruebas inmunológicas) y orina no se detectan ninguna alteración, se debe repetir el análisis de orina en 6 a 12 meses.  Si alguna prueba inmunológica es positiva, y existe proteínas en la orina, se deberá realizar una biopsia renal para evaluar los glomérulos y poder indicar un tratamiento dirigido.

Si la causa no es una infección, se debe complementar con estudios de imagen. En los pacientes mayores de 50 años y en aquellos que la causa no sea una infección o una litiasis, y si hay algún factor de riesgo de cáncer, se puede realizar procedimientos más avanzados.

De no identificarse la causa, existen estudios más específicos que permitirán evaluar con más detalle tanto los riñones como la próstata.

El examen de orina es un examen sencillo, económico y que nos brinda información. Después de los 40 años, se debe realizar una vez al año como estudio regular y de prevención; si tiene diabetes, debe realizarse cada 6 meses para que pueda ser evaluado por su médico de cabecera.  Es importante tomar la muestra en la primera hora de la mañana, llevarla al laboratorio en un tiempo menor a una hora y en caso de duda, repetir.

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI