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Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas, es presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e HipertensiónMiembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)

La insuficiencia suprarrenal es una alteración producida por la deficiencia en la producción en hormonas de las glándulas suprarrenales. Estas glándulas se encuentran justo encima de los riñones. Estas hormonas son importantes porque ante una disminución, se puede afectar la capacidad del organismo para responder al estrés y mantener otras funciones fundamentales de la vida.

Según el nivel en donde se produzca la disminución de producción, la insuficiencia suprarrenal puede ser primaria, secundaria o terciaria. En la insuficiencia suprarrenal primaria o Enfermedad de Addison hay una disminución en la producción de hormona cortisol, que puede o no estar acompañada de deficiencia en la producción de hormona aldosterona. 

La insuficiencia suprarrenal secundaria se produce por una producción inadecuada de cortisol, debido a la producción inadecuada de hormona adrenocorticotropina (ACTH), que se produce en la hipófisis en el cerebro. En la insuficiencia suprarrenal terciaria hay una producción inadecuada de hormona liberadora de corticotropina (CRH) en el hipotálamo, lo que produce que la hipófisis no produzca suficiente ACTH y por ende las suprarrenales no producirán suficiente cortisol.

¿Qué hacen las hormonas suprarrenales?

Las glándulas suprarrenales producen dos tipos principales de hormonas: cortisol y aldosterona.  El cortisol es un glucocorticoide que ayuda al organismo a responder al estrés y además ayuda a controlar la presión arterial, la glucosa en la sangre, disminuir la inflamación y controlar el metabolismo.

La aldosterona es un mineralcorticoide que ayuda a mantener el equilibrio del sodio y potasio en la sangre, que es muy importante para mantener la presión arterial estable; además ayudan al funcionamiento normal de los nervios y los músculos, y el potasio, a mantener el ritmo cardíaco regular.

¿Qué tan común es la insuficiencia suprarrenal?

La enfermedad de Addison es poco común. En los países desarrollados, afecta alrededor de 100 a 140 personas por millón. La insuficiencia suprarrenal secundaria afecta de 150 a 280 personas por millón.La insuficiencia suprarrenal secundaria y terciaria a menudo se agrupan, por lo que no hay cifras disponibles de prevalencia.

La enfermedad de Addison es más común en las mujeres. Se diagnostica entre los 30 y 50 años, pero puede encontrarse en todos los rangos de edad.  La insuficiencia suprarrenal secundaria se presenta en personas con ciertas afecciones que afectan la hipófisis. Las personas que toman medicamentos glucocorticoides, como la prednisona, durante mucho tiempo y los suspenden abruptamente, pueden desarrollar insuficiencia suprarrenal terciaria. Estos medicamentos se usan para tratar enfermedades crónicas como el asma, la artritis reumatoidea, el lupus y para mantener la inmunosupresión en los pacientes de trasplante renal y otros trasplantes.

¿Cuáles son las complicaciones de la insuficiencia suprarrenal?

La complicación más grave de la insuficiencia suprarrenal se conoce como crisis suprarrenal. El organismo necesita mucho más cortisol de lo habitual en momentos de estrés físico como durante una enfermedad, lesión grave o cirugía.

La carencia grave de cortisol en estos momentos puede causar presión arterial baja, bajas concentraciones de glucosa y de sodio en la sangre, y alta concentración de potasio en la sangre, lo que pone en peligro la vida.

Los síntomas que pueden presentar son dolor súbito y fuerte en la parte baja de la espalda, en el abdomen o las piernas; vómito y diarrea, debilidad, confusión, pérdida del conocimiento, irritabilidad y disminución de la glucosa.

Algunas veces, la falta de aldosterona en la enfermedad de Addison puede causar trastorno del sodio, en el cual se produce una disminución del mismo y el valor bajo se le llama hiponatremia. Puede producir confusión, fatiga, y contracciones musculares y convulsiones.

También la falta de aldosterona puede causar hiperpotasemia o exceso de potasio. La hiperpotasemia leve no causa problemas, pero la hiperpotasemia grave puede causar cambios en el ritmo cardíaco que ponen en peligro la vida.

Las personas con enfermedad de Addison también podrían presentar un oscurecimiento de la piel. Este oscurecimiento es más visible en las cicatrices y en los pliegues de la piel; los puntos de presión como los codos, las rodillas, los nudillos y los dedos de los pies; los labios y las membranas mucosas como el revestimiento de la mejilla.

Debido a que los síntomas de la insuficiencia suprarrenal aparecen lentamente con el tiempo, pueden pasar desapercibidos o confundirse con otras enfermedades. A veces los síntomas aparecen por primera vez durante la crisis suprarrenal.

¿Qué causa la insuficiencia suprarrenal?

Por lo general, la causa más común de la insuficiencia suprarrenal es suspender repentinamente los corticosteroides después de tomarlos durante mucho tiempo.

El daño a las glándulas suprarrenales en la enfermedad de Addison generalmente lo causa una enfermedad autoinmunitaria, la tuberculosis, las infecciones virales como el VIH/SIDA. Otras enfermedades menos comunes como malignidades o tumores en las glándulas suprarrenales, un infarto en la circulación de las glándulas, trastorno genético pueden producir esta afección.

En el caso de las secundarias, cualquier situación que afecte la capacidad de la hipófisis para producir ACTH puede causar insuficiencia suprarrenal secundaria. La hipófisis produce muchas hormonas diferentes, por lo que la ACTH puede no ser la única hormona que falta.

Las enfermedades autoinmunitarias, tumores o infección en la hipófisis, hemorragia en la hipófisis, enfermedades genéticas que afectan la forma como se desarrolla o funciona la hipófisis, extirpación quirúrgica de la hipófisis para tratar otras afecciones o una lesión cerebral traumática.

La causa más común de la insuficiencia suprarrenal terciaria es suspender repentinamente los corticosteroides después de tomarlos durante mucho tiempo. Una vez que la persona deje de tomar los corticosteroides, las glándulas suprarrenales pueden tardar en volver a funcionar. Las dosis recetadas de corticosteroides pueden causar concentraciones más altas de cortisol en la sangre de las que el organismo produce normalmente. Las altas concentraciones en la sangre durante mucho tiempo causan que el hipotálamo produzca menos CRH. Menos CRH significa menos ACTH, lo que a su vez causa que las glándulas suprarrenales dejen de producir cortisol.

¿Cómo diagnostican los médicos la insuficiencia suprarrenal?

Dependiendo de los síntomas del paciente, si existe sospecha clínica, se harán pruebas para confirmar si las concentraciones de cortisol están bajas. Se solicitarán pruebas en sangre de electrolitos y de los niveles hormonales, con los que se puede determinar a que nivel se produce la afectación. Además, se debe realizar un estudio de imagen, una tomografía para evaluar si hay una masa, nódulo o tumor en las glándulas suprarrenales. Además, siempre es importante preguntar qué medicamentos usa el paciente como antecedente, y si en efecto los está utilizando adecuadamente.

¿Cómo se trata esta patología?

El tratamiento temprano puede ayudar a evitar una crisis suprarrenal.  Una vez identificado cuál es el tipo de insuficiencia, se procederá a suplementar con el corticoide que deba reemplazar al que se necesita, mientras se confirma el diagnóstico.

Si el paciente utilizaba algún corticoide de manera crónica (más de 2 meses), y debe suspenderse, el médico disminuirá la dosis gradualmente durante un período de semanas o incluso meses con el fin de darles tiempo a las glándulas para que comiencen a producir cortisol nuevamente. Aun así, es posible que las glándulas suprarrenales no comiencen a funcionar normalmente por muchos meses. El médico debe observar cuidadosamente al paciente para detectar si presenta síntomas de insuficiencia suprarrenal.  Es muy importante no suspender un tratamiento indicado, como los corticoides, abruptamente, para evitar una insuficiencia suprarrenal, y de manera importante en patologías crónicas como la artritis reumatoidea, el lupus y sobre todo en el trasplante renal.

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI