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Violeta Villar Liste | Con información de la OMS

El estudio, Análisis de la situación de salud pública (PHSA), que abarca julio-septiembre de 2023, identifica los impactos actuales y potenciales en la salud que las poblaciones vulnerables pueden enfrentar como resultado del evento climático global de El Niño

La Organización Mundial de Salud (OMS) advirtió que el evento El Niño en curso puede tener amplias implicaciones para la salud pública a escala mundial: desnutrición debido a la inseguridad alimentaria, el estrés por calor, la contaminación ambiental, el cólera y otras enfermedades diarreicas, constituyen una amenaza.

El estudio, Análisis de la situación de salud pública (PHSA), que abarca julio-septiembre de 2023, identifica los impactos actuales y potenciales en la salud que las poblaciones vulnerables pueden enfrentar como resultado del evento climático global de El Niño y describe las capacidades de respuesta de los sistemas de salud, señala la OMS.

El documento señala las principales amenazas para la salud y los países en riesgo.

Venezuela es un país con un riego alto de sufrir impactos a causa del fenómeno climático, junto con Colombia, Guatemala, Haití, Honduras y México, entre otros.

El riesgo de Panamá es medio.

La OMS explica que como organismo actúa como parte de un mecanismo de coordinación y seguimiento de El Niño en todo el sistema de las Naciones Unidas, y apoya a los países mediante la labor programática para hacer frente a las principales amenazas para la salud y mediante el apoyo directo a los países.

¿Qué es El Niño?

La OMS explica que “El Niño y La Niña son patrones climáticos en el Océano Pacífico que afectan el tiempo mundial.

Durante condiciones normales en el Océano Pacífico, los vientos alisios soplan hacia el oeste a lo largo del ecuador, llevándose agua cálida desde América del Sur hacia Asia. Para reemplazar esa agua tibia, el agua fría sube desde las profundidades, un proceso llamado afloramiento.

El Niño y La Niña son dos patrones climáticos opuestos que rompen estos patrones normales”.

Ambos fenómenos generan “impactos globales en el clima, los incendios forestales, los ecosistemas y las economías”.

Pueden durar de nueve a 12 meses e incluso años.

“Las condiciones de El Niño se desarrollaron a partir de junio de 2023, cuando comenzó la respuesta atmosférica a la superficie del mar del Pacífico tropical más cálida que el promedio”.

La OMS señala que si bien persiste gran incertidumbre sobre el pronóstico de El Niño, duración e intensidad, “en esta etapa la mayoría de los modelos sugieren que El Niño persistirá al menos hasta finales de 2023”.

¿Cuáles son los principales riesgos para la salud?

Desnutrición y cólera constituyen riesgos muy altos para la salud.

El aumento de la inseguridad alimentaria y la diarrea provocan desnutrición, especialmente en las regiones afectadas por la sequía. Esto puede acentuar aún más al desplazamiento de población.

“La desnutrición debida a El Niño es una consecuencia de los efectos del evento, tanto en la seguridad alimentaria como en el aumento de las enfermedades diarreicas.

En Perú, un estudio encontró que los niños nacidos durante y después de El Niño 1997-1998, mientras se controlaba por otros factores, eran en promedio más bajos y tenían menos masa magra para su edad y sexo de lo esperado si El Niño no hubiera ocurrido”, describe la OMS.

Según una investigación reciente, señala el organismo, “las condiciones más cálidas de El Niño predicen una peor desnutrición infantil en la mayoría de los países del mundo en vías de desarrollo.”

“La misma investigación estimó que casi seis millones de niños adicionales tenían bajo peso durante El Niño de 2015 en comparación con si no hubiera habido El Niño, un aumento hasta tres veces mayor que el causado por la pandemia del COVID-19”.

Cólera y otras enfermedades diarreicas

La OMS señala que cólera y otras enfermedades diarreicas “pueden ocurrir después de una inundación si las aguas de la inundación se contaminan con humanos o desechos animales.

“La sequía reduce el agua disponible para el lavado y el saneamiento, y también aumenta el riesgo de enfermedades.

Las temperaturas más altas también se asocian con un aumento de las infecciones gastrointestinales.

Se ha sugerido que El Niño de 1992 pudo haber contribuido a la propagación del cólera en América del Sur”.

Otras enfermedades transmitidas por el agua y los alimentos

“Otras enfermedades comunes relacionadas con el suministro de agua contaminada y las inundaciones son la fiebre tifoidea, la shigellosis y hepatitis A y E.

Las prácticas de preparación de alimentos pueden verse afectadas de manera similar.

La leptospirosis es una enfermedad transmitida por roedores asociado a inundaciones”, advierte la OMS.

“Las condiciones de sequía también pueden provocar enfermedades relacionadas con la higiene y una mayor concentración de patógenos”.

Paludismo

El informe de la OMS explica que “los impactos de la malaria asociados con El Niño diferirán según la vulnerabilidad de la salud local y el sistema de salud”.

Indican “que los efectos son más pronunciados en áreas propensas a epidemias donde las condiciones climáticas generalmente no son adecuadas para vectores durante todo el año”.

“La malaria es una enfermedad compleja. Su transmisión, a través de mosquitos Anopheles, puede ser altamente sensible al clima. La temperatura es un factor importante de las tasas de desarrollo tanto del mosquito vector como del parásito Plasmodium”.

Enfermedades arbovirales

También, indica la OMS, se espera que El Niño cambie la dinámica de varias enfermedades arbovirales, como el dengue, el chikungunya y FVR, entre otras enfermedades virales transmitidas por mosquitos. Los aumentos inusuales de temperatura o lluvia también pueden aumentar densidades de mosquitos y transmisión viral que facilitarán posibles epidemias.

Dengue

La OMS define el dengue como “la enfermedad arboviral más importante y frecuente en humanos. En las últimas décadas, la enfermedad ha experimentado un dramático resurgimiento en todo el mundo y actualmente afecta a más de 129 países.

La incidencia del dengue es estacional y generalmente se asocia con un clima más cálido y húmedo.

Hay algunas pruebas que sugieren que el aumento de las precipitaciones en muchos lugares puede afectar la densidad del vector y el potencial de transmisión”.

Chikungunya

La transmisión de chikungunya, describe la OMS, está bien vinculada a los eventos como El Niño.

“Los cambios en la transmisión se espera  se vean afectados de manera similar al del dengue, después de considerar los patrones actuales de endemicidad y la alta densidad de mosquitos Aedes en los países afectados por El Niño”.

Fiebre amarilla

La asociación entre El Niño y la fiebre amarilla, afirma la OMS, no ha sido bien establecida, aunque hay algunas evidencia de un mayor número de focos epidémicos en un año de El Niño o el año siguiente.

Zika

Después de surgir en las Américas en 2015, el virus Zika, documenta la OMS, se propagó rápidamente por todo el continente, lo que llevó a la declaración de emergencia de salud pública de interés internacional en noviembre de 2016.

“Si bien la evidencia de un vínculo entre la transmisión del virus Zika y los eventos de El Niño son escasos, se ha sugerido que El Niño concurrente contribuyó a la transmisión del virus Zika”.

“Los efectos futuros de El Niño no están claros, pero los cambios en la transmisión probablemente sería similar a los arbovirus anteriores transmitidos por los mosquitos Aedes”.

Respuesta en las regiones

La OMS, al describir la respuestas en las regiones, señala que prepararse “para enfrentar los posibles efectos en la salud causados por El Niño es una oportunidad para poner en práctica lecciones aprendidas durante la pandemia, como la coordinación de los servicios de salud, la organización y desarrollo de sistemas de contratación y logística para asegurar medicamentos e insumos, así como evaluación de vulnerabilidad y mitigación de riesgos de los establecimientos y servicios de salud para asegurar la respuesta y continuidad de los servicios de salud con especial énfasis en poblaciones en condiciones de vulnerabilidad o abandono”.

La Organización Panamericana de la Salud, “ha celebrado eventos informativos sobre pronósticos de eventos hidrometeorológicos extremos, como huracanes y El Niño fenómeno, y su posible impacto en la salud y en las instalaciones y servicios”.

También ha estado interactuando con los Estados Miembros para enfatizar la preparación y actualización de planes de contingencia.

La OMS indica que “se han iniciado contactos entre agencias para unir esfuerzos y seguir monitoreando la situación en la región”.

También se ha pedido a los países y organismos especializados fortalecer la capacidad a objeto de traducir las alertas meteorológicas y climáticas en acciones anticipatorias en beneficio del sector salud con el fin de reducir el impacto en los servicios o en el personal, además de mantener el acceso a los servicios de salud de la población.

Ver enlace:

https://www.who.int/publications/m/item/public-health-situation-analysis–el-ni-o

Violeta Villar Liste | Con información de la OMS