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El Día Mundial de la Visión es un recordatorio crucial de que la salud ocular es un derecho humano básico y que existen múltiples barreras que limitan el acceso a la atención adecuada

Por: Dra. Liliana (Lily) Arosemena

La Dra. Liliana (Lily) Arosemena es egresada de Medicina en la Universidad Latina de Panamá. Con especialización en Oftalmología en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en la Fundación Oftalmológica de Santander, Clínica Carlos Ardila Lulle (Bucaramanga, Colombia). Estudios de retina y vítreo en la Universidad Del Rosario, Fundación Oftalmológica Nacional (Bogotá, Colombia). Es miembro adjunto de la Academia Americana de Especialistas en Retina (ASRS), la Asociación Americana de Oftalmología  (AAO), la Sociedad Colombiana de Oftalmología (SCO), la Asociación Panamericana de Oftalmología (PAAO) y la Sociedad Panameña de Oftalmología  (SPO). En instagram: @retinapanama

El Día Mundial de la Visión, celebrado el segundo jueves de octubre desde 2000, es una campaña global destinada a promover la prevención de la ceguera y la promoción de la salud ocular.

La visión es una de las capacidades más preciadas del ser humano, sin embargo, millones de personas en todo el mundo sufren de problemas de visión que podrían ser prevenidos o tratables. En este artículo, exploraremos la importancia de la salud ocular, los desafíos que enfrentan los sistemas de salud a nivel mundial, y las estrategias que se pueden implementar para mejorar el acceso a servicios de atención ocular.

Uno de los principales obstáculos en la lucha contra la discapacidad visual es la falta de concienciación. Muchas personas no entienden la importancia de cuidar su salud ocular ni los riesgos asociados con la negligencia. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 2.7 millones de personas en el mundo tienen una discapacidad visual, de los cuales el 80% podrían prevenirse o tratarse si se detectan a tiempo.

La falta de campañas de concienciación efectivas limita el acceso a información crucial sobre la salud ocular, lo que subraya la importancia de iniciativas globales como el Día Mundial de la Visión, que tienen como objetivo educar y empoderar a las personas sobre la importancia de realizar chequeos oculares regulares.

El acceso a servicios de salud ocular es otro desafío significativo, especialmente en países en desarrollo. En muchas regiones, la atención oftalmológica de calidad es un lujo restringido a una pequeña fracción de la población.

Según un informe de la OMS, hay una densidad insuficiente de profesionales de la salud ocular en naciones con altos niveles de ceguera evitable. Esta desigualdad en el acceso a atención médica genera un ciclo de pobreza y discapacidad visual que se perpetúa en el tiempo. Para abordar esta cuestión, es crucial aumentar la formación de profesionales en salud ocular, así como desarrollar políticas públicas que garanticen un acceso equitativo a servicios de atención.

El costo de los servicios de salud ocular puede ser prohibitivamente alto, impidiendo que muchas personas busquen atención necesaria. Las intervenciones quirúrgicas, las gafas y los tratamientos médicos tienden a ser costosos y, en muchos casos, no son cubiertos por los sistemas de salud pública.

Esto es especialmente evidente en países donde el gasto en salud es bajo y la atención sanitaria no está adecuadamente financiada. Para superar esta barrera, es fundamental promover soluciones sostenibles, como la creación de modelos de atención ocular accesibles y asequibles, que incluyan subsidios para las personas más vulnerables.

El campo de la investigación en salud ocular ha sido, en comparación con otras áreas de la medicina, insuficientemente financiado. La escasez de fondos limita el desarrollo de nuevas tecnologías y tratamientos innovadores para enfermedades oculares.

La prevención de la ceguera y la mejora de la salud ocular dependen en gran medida de la investigación sólida que genere conocimientos clínicos y avances tecnológicos.

Para afrontar este reto, es esencial que gobiernos, organizaciones no gubernamentales y el sector privado colaboren para financiar iniciativas de investigación que den lugar a nuevos enfoques en la prevención y tratamiento de enfermedades oculares.

Por último, la salud ocular a menudo se encuentra desatendida en las agendas de salud global. Muchas políticas públicas se centran en enfermedades infecciosas o problemas de salud más visibles, relegando la atención ocular a un segundo plano. Como resultado, se pierden oportunidades para implementar programas de prevención eficaces e incorporar la salud ocular en las estrategias integrales de salud pública. Es fundamental que los responsables de la formulación de políticas reconozcan la salud ocular como un componente esencial del bienestar general de la población y se ocupen de integrarla en las plataformas de atención sanitaria existentes.

El Día Mundial de la Visión es un recordatorio crucial de que la salud ocular es un derecho humano básico y que existen múltiples barreras que limitan el acceso a la atención adecuada. Al abordar estas cinco objeciones básicas, podemos comenzar a construir una sociedad donde la ceguera evitable sea disminuida y todos tengan la oportunidad de disfrutar de una visión saludable. Promover la concienciación, mejorar el acceso a servicios de salud, reducir los costos, aumentar la investigación y considerar la salud ocular en las políticas globales son pasos indispensables para garantizar una óptima salud ocular a nivel mundial.

Referencias:

https://www.paho.org/es/temas/salud-visual