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Tamara del Moral | Prensa Senacyt

La Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) conmemora hoy su trigésimo aniversario.

Desde su fundación, esta institución ha promovido el desarrollo del talento humano en áreas científicas, tecnológicas e innovaciones necesarias para el desarrollo de los sectores académico, productivo e investigativo del país. Fue creada formalmente mediante la Ley 13 de 15 de abril de 1997.

La Senacyt ha fortalecido la investigación en la educación terciaria, a través de programas como las maestrías académicas (científicas), el programa de nuevos investigadores e inserción de becarios. 

A partir del año 1998, ha aportado al desarrollo de planes estratégicos quinquenales de la ciencia, la tecnología y la innovación en Panamá.

En los últimos tres años, la Senacyt ha consolidado sus programas de fondos concursables atendiendo las necesidades de investigación en áreas prioritarias del país y suministrando, a una creciente masa crítica de investigadores, insumos para realizar sus investigaciones, incluso durante la pandemia de Covid-19 en la cual, la Senacyt ha sido instrumental en la respuesta para enfrentarla”, destaca el secretario nacional, Dr. Eduardo Ortega Barría.

El primer programa de becas para formar a investigadores y científicos a nivel de doctorado de la Senacyt se inició en 1997 con la colaboración del Ifarhu.

“Hicimos un programa de becas con el Ifarhu, sin plata nuestra, para formar investigadores; en ese tiempo formamos entre 40 y 50 personas. Esa fue la base de la Senacyt, que ha sido una magnífica iniciativa que ha rendido un trabajo muy positivo a pesar de las dificultades que tuvo al principio, y que tiene un gran futuro si se enfoca en crear un sistema de ciencia y tecnología orientado al servicio de la República y de su gente”, expresa el Dr. Ceferino Sánchez, secretario nacional de la institución en el periodo de 1994 a 1999.

“La mayor contribución de la Senacyt ha sido consolidar una cultura de mérito de nuestros científicos, tecnólogos y emprendedores. Mantener un estándar alto de ciencia es imprescindible para que dé los resultados de calibre internacional que necesita nuestro país para su desarrollo. Tenemos que aumentar el gasto del país en I+D y que las universidades investiguen mucho más que hasta ahora”, comenta el Dr. Julio Escobar, secretario de la Senacyt entre 2004 y 2009.

“La ciencia llegó tarde a Latinoamérica y muy tarde a Panamá. Los panameños empezamos a tener capacidad para buscar la verdad en la investigación a finales del siglo 20. Una gran idea fue la creación de una institución como la Senacyt, que financiara a los investigadores. Los únicos que tenían recursos aquí eran los norteamericanos del Instituto Gorgas, y muy pocos recursos en las universidades. Un programa muy bueno fue el de becas, para que los panameños obtuvieran doctorados. Lo importante de esto es que ha habido continuidad”, señala el Dr. Jorge Motta, quien fungió como secretario de la Senacyt entre 2014 y 2019.

“Antes de la Senacyt no estaban institucionalizadas las becas y no estaba claro cómo conseguir dinero para investigación. La Senacyt ha hecho un cambio cualitativo y cuantitativo, es el ente creador de instituciones tan importantes como Indicasat AIP, Coiba AIP, Indicatic AIP, Cipac AIP, y otras asociaciones de interés público que son parte central del sistema de ciencia del país. Entre los retos a futuro, está la falta de financiamiento y que la sociedad participe de la ciencia, que entienda y apoye la financiación de esta”, mencionó el secretario nacional del periodo 2019-2020, Dr. Víctor Sánchez Urrutia.

En conmemoración de su trigésimo aniversario, la Senacyt realizará en el centro de convenciones de la Ciudad del Saber, un acto donde reconocerá la labor de exsecretarios de la institución y a los funcionarios con más de 5 años de servicio.

A futuro, la Senacyt debe afianzar un sistema de ciencia, tecnología e innovación de clase mundial, realizando investigaciones internacionales y convertirse en líder científico regional y promotora de la ciencia abierta en el mundo.

Tamara del Moral | Prensa Senacyt