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Roxana Alemán celebra junto a la ministra de Cultura la certificación que fortalece el trabajo de la sección Braille de la Biblioteca Simón Bolívar de la UP

Por: Violeta Villar Liste | Fotos: VVL MiCultura

El SIBIUP se convierte en la primera entidad certificada y acreditada en la República de Panamá bajo el Tratado de Marrakech para facilitar el acceso a las obras publicadas a las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso

La Biblioteca de la Universidad de Panamá tiene como apellido interamericana y de epónimo a Simón Bolívar.

Ser interamericana le confiere un espíritu universal y una vocación integradora.

La escogencia de la figura de Bolívar como su epónimo, demuestra el valor que concedieron los fundadores de la academia al espíritu libertario de un hombre que fue héroe militar y también civil, en la trascendencia de un pensamiento que invocó la moral y las luces como nuestras primeras necesidades y los estudios para crear un ser completo.

Estudios que vienen de la mano de los libros, cuya lectura es la vía para aspirar a la libertad que concede el conocimiento.

La Biblioteca Interamericana Simón Bolívar de la Universidad de Panamá, del Sistema de Bibliotecas de la UP (SIBIUP), interpretando este derecho a la libertad de acceder al libro, tiene su sección Braille: un tesoro de 980 libros en Braille, 200 audiolibros de autores panameños y 150 en formato electrónico con reconocimiento óptico de caracteres que acercan la lectura a las personas con discapacidad visual.

Ahora, esta colección que interpreta el derecho legítimo a la lectura de las personas con discapacidad, tendrá alas y menos fronteras gracias a un hecho histórico: El SIBIUP se convierte en la primera entidad certificada y acreditada en la República de Panamá bajo el Tratado de Marrakech para facilitar el acceso a las obras publicadas a las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso.

La resolución fue entregada por la ministra de Cultura, Giselle González Villarrué, al rector de la Universidad de Panamá, Eduardo Flores Castro, y en su versión Braille a la jefa de la sección, Roxana Alemán, una mujer que es un ejemplo de cómo el empeño por formarse y trascender es otra manera de mirar la vida.

De izquierda a derecha: Roxana Alemán, ministra Giselle González, rector Eduardo Flores Castro, Eric Velasco y Fredy Adolfo Forero

Esta acreditación amplía la capacidad de la sección Braille de adaptar a formatos accesibles los materiales impresos e incluso fomentar el intercambio con otras bibliotecas del mundo en un viaje sin fronteras.

“El Tratado de Marrakech, que fue adoptado el 27 de junio de 2013 en Marrakech, forma parte de un cuerpo de tratados internacionales sobre derecho de autor administrados por la OMPI. Posee una clara dimensión de desarrollo humanitaria y social, y su principal objetivo es crear un conjunto de limitaciones y excepciones obligatorias en beneficio de las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso” (Fuente: OMPI).

La ministra de Cultura resaltó que esta certificación marca un hito para el país, la UP y la población con discapacidad visual y con esta acción MiCultura, desde la Dirección de Derecho de Autor y de la Oficina de Equiparación de Oportunidades, cumple “con el acceso democrático a la vida cultural, a los libros y al conocimiento”.

El Dr. Eduardo Flores Castro, rector de la UP, fue a la historia para recordar que ya en 1953 funcionaban en el campus central de la UP, entre otras instituciones, la rectoría y la biblioteca, ambas situadas en el sitio conocido como la colina, “porque de acuerdo con los fundadores, ambas tenían la misma jerarquía”.

La familia SIBIUP y la del Ministerio de Cultura, junto a las autoridades académicas e invitados, celebraron la certificación

Incluso, esta ubicación en lo alto de la colina, en particular de la rectoría, la explicaba Octavio Méndez Pereira, fundador y primer rector de la UP, “porque debía estar a la misma altura del edificio de la administración donde se gobernaba en esa época la zona del Canal. De la universidad, irradiaría no una administración para la academia, sino para la superación de todos los panameños”.

Observa el rector Flores que esta gobernanza va de la mano con la inclusión y la equidad y así celebra que hace más de 30 años, se convirtiera la UP en la única de la región en tener una Asociación de Estudiantes y Egresados Ciegos Universitarios de Panamá (AEECUP)”

Ya en esa época, observa, la UP abrió oportunidades para las personas con discapacidad visual.

Resaltó que sea Roxana Alemán, una persona con discapacidad visual, quien esté al frente de la sección Braille. Y lo está por sus méritos académicos, prueba del valor de la educación.

Eric Velasco, director nacional de Derecho de Autor de Micultura, reflexionó que esta certificación es un gran logro para el país “por cuanto amplía de inmediato el catálogo de obras en formato accesible que puede ofrecer la sección Braille de la Biblioteca Interamericana Simón Bolívar de la UP. Es un reconocimiento al derecho de leer que tienen las personas con discapacidad visual y aprovechar  el Tratado de Marrakech que abre las puertas a una excepción al derecho de autor para que se puedan hacer reproducciones y distribuciones de material de lectura”.

Una de las grandes bondades de este tratado es que permite el intercambio transfronterizo de este material en formato accesible, lo cual favorece la mayor diversidad de temas y obras que pueden ser puestas a disposición de personas con discapacidad.

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Anunció  que se están reuniendo con otras universidades del país como la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) y la Universidad de las Américas (UDELAS) para que se sumen a este esfuerzo nacional de entidades autorizadas.

La Dra. Sonia Gómez Casas, directora del SIBIUP, comentó que la certificación le permite a la comunidad de usuarios ampliar las posibilidades de acceder a la información en igualdad de condiciones.

Exhortó a las demás instituciones para que se registren y ofrezcan este servicio.

De hecho, Guadalupe de Rivera, directora técnica de la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero R., presente en el acto, confirmó que ya adelantan estas gestiones.

El Dr. Emilio Moreno, vicerrector académico de la UP, también celebró este acontecimiento que eleva las posibilidades de acceder a los textos impresos.

Una labor que fomenta la lectura y la educación

Roxana Alemán, jefa de la sección Braille de la Biblioteca Interamericana Simón Bolívar de la UP, es ejemplo de cómo la educación transforma vidas: es licenciada en Bibliotecología con Maestría en Docencia Superior. Es la primera bibliotecaria de Centroamérica con discapacidad visual y lo logró gracias al acceso al conocimiento por vía de sistemas accesibles.

Roxana Alemán está al frente de la sección Braille de la Biblioteca Interamericana Simón Bolívar desde la cual desarrolla una importante labor al servicio de la educación y acceso al conocimiento de las personas con discapacidad visual

Fue en el año 1996 cuando la Asociación de Estudiantes y Egresados Ciegos Universitarios de Panamá, decide impulsar la creación de la sección Braille en la Biblioteca de la UP que se funda en el 2011.

Ahora, esta certificación formal, les permitirá seguir adaptando los libros y fomentar el intercambio con entidades autorizadas en otros países.  

De lunes a viernes, de 7:00 a.m. a 6:00 p.m., las personas interesadas reciben los servicios de la sección Braille. Es una institución abierta a la comunidad así no estudie en la UP.

Mario Pineda da apoyo técnico a la sección Braille para los formatos audio y electrónico, además de orientar a los estudiantes para que sea más sencillo acceder a los libros.

Mario Pineda apoya en la parte técnica la sección Braille

El Dr. Fredy Adolfo Forero, gerente de derecho de autor del Centro Regional para el Fomento de Libros en América Latina y el Caribe (Cerlalc), quien intervino durante el acto de certificación, contó una historia que ilustra la evolución de la biblioteca;

En el siglo XVIII, Diego de Torres Villarroel, bibliotecario de la Universidad de Salamanca (España), decidió invertir parte del dinero destinado a dotación, a la adquisición de globos terráqueos.

¿Cómo no estás comprando libros y sí globos terráqueos?”, le dijeron al cuestionarlo.

Él, de manera inmediata respondió: “Los globos terráqueos también son libros, solo que libros redondos y gorditos”.

“Desde allí comenzamos a decir: La biblioteca evoluciona; va cambiando de acuerdo con las necesidades de sus usuarios y día a día nuestras bibliotecas se están resignificando”, subrayó.

Hoy, expresó, felicito a la Universidad de Panamá (UP) porque está atendiendo a la necesidad de sus usuarios.

Recordó que formar parte del Tratado de Marrakech permitirá a los usuarios que “puedan leer, no lo que hay sino lo que deseen, y lo encuentren en un formato accesible. Es un objetivo grande tener bibliodiversidad en formatos accesibles: para eso se necesita recursos y en particular voluntad política y Panamá la ha tenido”.

Destacó con entusiasmo que esta certificación facilitará a la biblioteca de la UP, por ejemplo, solicitar obras que ya fueron adaptadas de organizaciones de referencia en el mundo como la fundación ONCE de España.

Obras en formato electrónico se podrán “intercambiar desde aquí hacia afuera y de afuera hacia aquí” consagrando el espíritu de libertad con la cual se nombra en presente y en todos los tiempos, la biblioteca de la Universidad de Panamá.

Por: Violeta Villar Liste | Fotos: VVL MiCultura