El Día Mundial para la Prevención del Suicidio se estableció en el año 2003 por iniciativa de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP, por sus siglas en inglés) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Redacción LWS
“Cambiar la narrativa sobre el suicidio” es el tema trienal del Día Mundial para la Prevención del Suicidio (2024-2026), que se conmemora cada 10 de septiembre. Es una frase que invita a desafiar los mitos y reducir el estigma.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), a propósito de la fecha, recuerda que “el suicidio es un grave problema de salud pública, que se cobra la vida de más de 720 000 personas cada año. Cada vida perdida tiene profundas consecuencias sociales, emocionales y económicas, que afectan a familias, amigos, lugares de trabajo y comunidades enteras en todo el mundo”.
En relación con el tema de este año, la OMS pide “fomentar conversaciones abiertas y compasivas sobre el suicidio”.
“Se trata de pasar del silencio y la incomprensión a la apertura, la empatía y el apoyo, creando entornos donde las personas se sientan capaces de hablar y buscar ayuda”.
De igual modo, “cambiar la narrativa también implica impulsar un cambio sistémico. Exige que la prevención del suicidio y la salud mental sean una prioridad en las políticas públicas, instando a los gobiernos e instituciones a actuar. Esto incluye el desarrollo y la implementación de estrategias basadas en la evidencia, la mejora del acceso a una atención de calidad y la garantía de que quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad reciban el apoyo que necesitan”.
El Día Mundial para la Prevención del Suicidio se estableció en el año 2003 por iniciativa de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP, por sus siglas en inglés) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cambiar la narrativa sobre el suicidio busca inspirar a personas, comunidades, organizaciones y gobiernos a participar en debates abiertos y honestos sobre el suicidio y la conducta suicida. Al iniciar estas conversaciones vitales, podemos derribar barreras, generar conciencia y crear mejores culturas de comprensión y apoyo. IASP
Es un día que promueve actividades y un diálogo necesario para abordar el suicidio que sí es prevenible.
El suicidio en Panamá

Ricardo Goti, jefe de la sección de Salud Mental del Ministerio de Salud y quien participó en representación del Minsa en la 9na Caminata para la Prevención del Suicidio, organizada por la Fundación Serenamente, el reciente 7 de septiembre, dijo que las tasas de suicidio en Panamá son bajas en relación con otros países de la región.
Sin embargo, reflexiona que más allá de las cifras, cada muerte de un ser querido genera un profundo impacto en la familia y la sociedad.
El Minsa exhorta a estar pendientes de los cambios de conducta de las personas:
- Si han tenido cambios importantes en su forma de expresar sus emociones.
- Abuso en el consumo de alcohol o drogas.
- Si regalan bienes que son valiosos
- Si hablan de la muerte de manera reiterada
El Minsa también cuenta en sus instalaciones de salud con profesionales idóneos en salud mental, quienes realizan una evaluación real de riesgos y tratamiento a las personas.
El papel del pediatra

La Dra. María G. Aramburu de la Guardia, panameña, médico pediatra, directora médica de Educación de la División de Medicina de Adolescentes del Lehigh Valley Reilly Children´s Hospital de Estados Unidos, quien intervino en el 51° Congreso Nacional de Pediatría, organizado por la Sociedad Panameña de Pediatría (2023), destacó el papel fundamental del pediatra para prevenir el suicidio en adolescentes.
Señaló que en Panamá hay un promedio de 120 suicidios al año en la población general, es decir, casi 2 suicidios a la semana.
Es la tercera causa de muerte en jóvenes de 15 a 19 años.
Destacó el papel de los pediatras para atender esta emergencia de salud pública, al abordar síntomas como depresión, ansiedad, estrés postraumático o trastornos de la alimentación.
La especialista argumentó que lo más duro del suicidio es no saber por qué el joven escogió la muerte.
“En ningún caso se puede encontrar una sola razón para el suicidio. Por lo general, es una convergencia de factores que llevan a la persona a no encontrar solución” a su problema y cree que este es el camino.
Estados de ánimo que son un alerta
La especialista describió varios estados de ánimo que pueden alertar del riesgo:
- La persona no ve luz al final del túnel ni una salida
- No puede dormir, ni comer ni trabajar
- No puede salir de la depresión
- No logra que se marche la tristeza que siente ni ve posibilidad de cambio
- No siente que valga la pena y se considera una carga
- Cree que la situación no está bajo su control
La especialista destacó que en ocasiones las personas no tienen depresión y sí trastorno bipolar o esquizofrenia, que si se tratan se reduce el riesgo de suicidio.
La Dra. Aramburu describe que el bullying o acoso escolar es uno de los detonantes de las llamadas “crisis del mismo día” que pueden llevar al suicidio.
“Escuchar, estar presentes y conectar con los jóvenes es lo más importante porque muchas veces no expresan lo que les ocurre”.
La crisis del mismo día también puede ocurrir cuando se experimenta la ruptura de una relación y no hay un adecuado control de las emociones.
La experta insiste a los padres en hablar con sus hijos del suicidio y no manejarlo como un tema tabú.
“Hablar de suicidio no aumenta la probabilidad de que alguien comenta el suicidio, pero lo puede prevenir”.
Redacción LWS