fbpx
Líderes de los proyectos ganadores junto con el equipo de la Dirección de Innovación Empresarial de la Senacyt
Por: Violeta Villar Liste Fotos: VVL | Senacyt

La presentación de 14 proyectos ganadores de las diversas convocatorias de la Dirección de Innovación Empresarial (DINE) de la  Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) demuestra el poder del ecosistema académico panameño de ayudar a escalar los emprendimientos del sector empresarial a modelos innovadores y que aportan valor a la sociedad

La innovación empresarial al servicio del país tiene en las universidades y centros de investigación un aliado estratégico.

Lo prueba la reciente presentación de 14 proyectos ganadores de las diversas convocatorias de la Dirección de Innovación Empresarial (DINE) de la  Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), “que promueven el desarrollo de innovaciones de procesos, servicios, así como de productos de alto impacto, basadas en la adaptación, integración y validación de tecnologías, como factor principal de competitividad del sector empresarial del país”.

“Nuestro objetivo es vincular no solo a la academia sino también al sector empresarial y al de investigación”, dijo Alberto De Ycaza, director de Innovación Empresarial de la Senacyt, quien explicó que en estas últimas convocatorias, y la próxima prevista para agosto de 2023, la idea es fomentar la participación de la Universidad “porque allí está el conocimiento así como  en sus centros de investigación”.

Alberto De Ycaza, director de Innovación Empresarial de la Senacyt

Articular la academia con los centros de investigación y el sector productivo, mientras el Gobierno actúa como mediador a partir del financiamiento, es parte de esta tarea.

Anunció que potenciar las llamadas spin-off o iniciativas empresariales que nacen de la comunidad universitaria, con convocatorias específicas, son planes de futuro de la DINE.

“Necesitamos que el ecosistema se dinamice de manera tal que los actores se involucren y formen parte de una nueva generación de investigadores, educadores y del sector productivo”.

La Dirección de Innovación Empresarial (DINE) ha impulsado las convocatorias de fondos, con resultados que se traducen en 200 proyectos a lo largo de 15 años.

Señaló que se presentan propuestas buenas y comerciales, pero deben tener el componente de innovación para que sean sostenibles en el tiempo.

De Ycaza, durante la presentación de los 14 proyectos, los cuales totalizaron una inversión aproximada de $800,000 por parte de la Senacyt, con fondos aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), reflexionó que los países usan la innovación y el emprendimiento como indicador de progreso.

Pero más allá de este valor estadístico, resaltó el factor pasión como indicador que no miden documentos y sí una voluntad capaz de lograr objetivos.

“En el país hay gente talentosa, en  educación, en el deporte, en el arte, y en particular en las empresas que crean productos, procesos o servicios que incluyendo metodología, innovación y tecnología, logran hacer más eficiente sus procesos y fomentan la competitividad”.

La innovación, afirmó, es un factor imprescindible para el desarrollo de un país y año tras año las empresas requieren lograr eficiencia para posicionarse en mercados competitivos, por lo cual deben estar preparados para lograr cambios en sus modelos de negocios y en sus procesos productivos o tecnológicos a través de la innovación.

Innovación al servicio de la salud pública

Durante la emergencia a causa de COVID-19, y como parte de las convocatorias de innovación, se presentaron proyectos que buscaron atender una necesidad urgente y prioritaria: ventiladores mecánicos con tecnología propia, y a bajo costo, para dar asistencia al paciente COVID-19.

En un escenario de emergencia, los costos de los respiradores se dispararon y se convirtieron en un bien escaso.

Durante la presentación de resultados, se expusieron los proyectos Panavent: Diseño y construcción de un ventilador mecánico de bajo costo y la iniciativa Ventiladores por Panamá.

Correspondió a Luys Santana describir el esfuerzo detrás de Panavent, el cual involucró el respaldo de la Senacyt y el trabajo con la Universidad Especializada de las Américas (Udelas).

“Debido a la pandemia, hubo restricción de exportaciones, interrupción en la cadena de suministro internacional, las fábricas cerraron y era imposible tener acceso a la materia prima que se necesitaba para producir suministros esenciales. En ese contexto surge la convocatoria de emergencia para hacer frente a la COVID-19”, recordó.

Luys Santana por Panavent

El equipo de Udelas estuvo trabajando en el diseño y construcción de este ventilador mecánico de bajo costo, con alarmas visuales y acústicas de alta y baja presión, con la idea de lograr un dispositivo homologable para uso médico.

Entre los retos a los cuales se enfrentó el equipo, destacó la complejidad técnica en el diseño e implementación, cumplimiento de requerimientos de seguridad y el uso eficiente de los fondos disponibles frente a los altos costos del mercado.

El proyecto logró el desarrollo de un ventilador mecánico funcional, además de generar valiosos conocimientos “que respaldan el establecimiento de un laboratorio de diseño y fabricación con equipos de alta calidad”.

Este proyecto apoya a Panamá en la preparación técnica para enfrentar emergencias futuras y es un paso adelante en la soberanía tecnológica.

Los planes contemplan docencia, colaboraciones interinstitucionales público- privadas, publicaciones científicas y generación de patentes.

El ventilador que se logró como parte del proyecto, se usa en la parte práctica del terapista respiratorio, personal de primera línea de atención formado por Udelas.

La idea es que este prototipo se pueda reproducir y sea usado en la docencia.

Diseño e implementación de ventiladores de bajo costo en respuesta a la pandemia provocada por COVID-19, fue otro proyecto en esta línea que atendió a la convocatoria pública de respuesta rápida al COVID-19 de Panamá.

El Dr. Alejandro Von Chong, durante la presentación de resultados de este proyecto que se conoció como Ventiladores por Panamá,  recordó que fue el objetivo “diseñar e implementar un respirador no invasivo de bajo costo, de simple construcción, de fácil operación y cuyas partes puedan se reproducidas en mayor proporción por una impresora 3D y otros medios de reproducción”.

Publicidad

Entre otras instituciones participaron la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), la Universidad de Panamá (UP) y Udelas, además de integrar esfuerzos públicos y privados.

Dr. Alejandro Von Chong, de Ventiladores por Panamá

El reto: disponibilidad de insumos, restricciones e infraestructura.

Los objetivos fueron superados al lograr el diseño de un dispositivo que cumple con exigencias internacionales.

Esta iniciativa permitió la publicación de tres artículos en revistas indexadas, cinco  comunicaciones en congresos, un modelo de utilidad de código abierto, un nuevo ingreso al Sistema Nacional de Investigación (SNI) de Panamá; una tesis sustentada y otra en progreso así como 21 estudiantes de Ingeniería y 30 técnicos beneficiados al poder disponer de la tecnología.

También en el ámbito asistencial, el farmacéutico Erick Ureña presentó una APP solo dirigida al sector médico, el cual automatiza la dosificación de medicamentos. Hay interés de España en esta solución y en quienes impulsan el Hub farmacéutico de Panamá.

Proyectos con enfoque en la producción agroindustrial

El Dr. Aníbal Fossatti, por el Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica  (CITT), de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), ubicado en Aguadulce, expuso los alcances del proyecto también ganador de fondos de la Senacyt, Techo ajustable para invernaderos en terreno con pendiente.

Dr. Aníbal Fossatti

Este proyecto está basado en una solicitud de patente.  Es una estructura telescópica con techo ajustable que ayudará al productor a mejorar sus rendimientos.

Servicio de asesoría técnica para cuantificación, registro e implementación de medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en el  sector agroindustrial de Panamá, fue expuesto por la Ing. Michel Baxter, ingeniera ambiental con especialidad en aguas residuales, quien dijo que siempre había tenido la ilusión de implementar un proyecto propio, de impacto y beneficio.

Ingeniera Michel Baxter

El emprendimiento se basó en analizar la factibilidad de ofrecer un servicio integral dentro del sector agroindustrial de Panamá, enfocado en la cuantificación, mitigación y reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que se generan por efecto de las actividades meramente productivas, con lo cual definió una intervención y un subproducto de apoyo a la gestión del productor.

Edwin Cedeño, por su parte, presentó el proyecto Smart poultry farm, dirigido a atender las necesidades de engorde de la avicultura panameña.

Jonathan Pragnell expuso el camino para lograr un nuevo café de especialidad que ya llega a los mercados de Estados Unidos, Australia, China y Japón. Es un producto que nace del concepto del laboratorio de café, acompañado por su experiencia en la industria de la cerveza artesanal.

Alexei Castillo expuso los principios de su producto con base en carbón activado, concentrado nutricional para plantas.

Reciclaje: mejor vida al plástico

Diseño, construcción y prueba de funcionamiento de equipo y calibración para la transformación del PET y otros tipos de plásticos en Panamá. Proyecto ejecutado por Ancon, en alianza con FabLab Ecostudio y Fablab UTP.

Presentó Iris Barrios, de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON), quien expuso que el proyecto contempló la adquisición y fabricación de la línea de trituradora, extrusora, la prensa y el horno para lograr el proceso completo de triturado, extrusión o derretido de los materiales del centro de acopio de Ancon, hasta convertir el plástico reciclado en moldes, con vigilancia y mejora continua de los procesos.

La idea es estudiar el uso posterior de estos materiales, seguridad y tiempo de resistencia.

Marela Carreyo junto con Carolina Arango, también en la línea del reciclaje, son las fundadoras de Misión coral, lámparas erizo que nacen del reciclaje del plástico y son creadas con procesos manuales.

Este proceso contó con la colaboración en la parte técnica de los laboratorios de la UTP.

El proyecto fue presentado en la Bienal Iberoamericana de Diseño de Madrid.

Nuevos productos comerciales y estrategias

Nicolás Meléndez ganó con El ahumador, proyecto que conecta al productor nacional con el consumidor, al proponer un kit de carnes ahumadas al vacío.

Inteligencia artificial aplicada para la planificación y ejecución de una estrategia comercial. Proyecto Ubiqua, expuesto por Gabriela Hurtado.

Soluciones tecnológicas

La llamada Plataforma robótica móvil multifuncional, presentado por Antonella Menoscal, en representación del grupo de ingenieros mecánicos de la UTP que idearon el proyecto, tiene como objetivo crear una base robótica móvil de producción local, accesible, reparable y modular para uso comercial.

La idea es ofrecer la solución a universidades, centros de capacitación y grupos de investigación.

Alan Altamirano, egresado de la UTP, presentó Werlys Quality Engineering, plataforma de control de calidad de activos de la industria.

Paola Franco, subdirectora de Innovación Empresarial de la Senacyt, quien cerró el evento, sostuvo que el emprendimiento y la innovación van alineados con los principios de la Senacyt al fortalecer y transformar las capacidades del sistema de ciencia, tecnología e innovación y así facilitar el camino como parte de una estrategia que permite equidad social y crecimiento.

Violeta Villar Liste
[email protected]