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La Dra. Reina Roa durante el lanzamiento de la Segunda Encuesta Mundial de Tabaco en Adultos (EMTA) de Panamá 2025
“la evidencia científica indica que los vapeadores, al tener nicotina, son adictivos y, al ser adictivos, difícilmente pueden ayudar a dejar de fumar con certeza»

Por: Violeta Villar Liste

La resolución número 146 del 31 de enero de 2025, que significa un retroceso en la lucha histórica de Panamá contra el tabaco y todas sus formas, se espera pueda ser revertida por una iniciativa de ley ante la Asamblea Nacional, que ha colocado por encima de los intereses comerciales, el interés supremo de la salud pública.

Durante el lanzamiento de la Segunda Encuesta Mundial de Tabaco en Adultos (EMTA) de Panamá 2025, Panamá aplicará encuesta para conocer consumo de tabaco en población adulta la Dra. Reina Roa, directora general de Salud Pública, coordinadora y punto focal para el control de tabaco del Ministerio de Salud (Minsa), compartió cifras que demuestran el impacto dramático del tabaco en la salud pública:

  • El uso del tabaco produce en el mundo, 8 millones de muertes anuales
  • 7 millones son consumidores directos
  • 1 millón, consumidores de segunda mano

El enemigo a vencer, además del tabaco en sus formas tradicionales, son los nuevos productos administradores de nicotina, que causan morbilidad y muertes prematuras.

La experta, quien ha merecido el reconocimiento de la OMS por sus esfuerzos en salud pública, afirmó que “la evidencia científica indica que los vapeadores, al tener nicotina, son adictivos y, al ser adictivos, difícilmente pueden ayudar a dejar de fumar con certeza. Se ha demostrado que hay patologías asociadas al uso de estos vapeadores”.

El más importante, sostuvo, un síndrome pulmonar que se presenta en las personas y produce mucho daño a la salud de quienes usan este tipo de dispositivos.

Este daño pulmonar provoca consecuencias importantes y disfunción respiratoria.

“El vapor de los vapeadores no es solo vapor de agua. En este vapor se han identificado concentraciones de otros productos que afectan la salud y se ha demostrado que son cancerígenos”.

Recordar que en Panamá el decreto ejecutivo número 34 del 13 de julio de 2023, reglamentó la Ley 315 de 30 de junio de 2022“que prohíbe el uso, importación y comercialización de sistemas electrónicos de administración de nicotina, cigarrillos electrónicos, vaporizadores, calentadores de tabaco y otros dispositivos similares, con o sin nicotina, en la República de Panamá y dicta otras disposiciones”.

Este decreto establece claramente que en la Resolución No. 660 de 11 de agosto de 2009, el Ministerio de Salud “declaró improcedente la comercialización de los cigarrillos electrónicos y similares, en el mercado panameño, por ser nocivos y perjudiciales, a la salud de la población panameña”.

También el Decreto Ejecutivo No.1838 de 5 de diciembre de 2014, prohibió el uso de los sistemas electrónicos de administración de nicotina, cigarrillos electrónicos, ·vaporizadores u otros dispositivos similares, con o sin nicotina.

Incluso, el Ministerio de Salud, a través de la Resolución No. 0953 de 15 de mayo de 2018, declaró improcedente la comercialización de los productos de tabaco calentados en la República de Panamá, ya que no se cuenta con la evidencia científica que permita considerarlos inocuos o de beneficio para la salud de los consumidores, por lo que, prohibió la comercialización de productos de tabaco calentados en la República de Panamá en todos los lugares en que se encuentre prohibido el consumo de productos con tabaco”.

Ver: https://www.minsa.gob.pa/sites/default/files/normatividad/decreto_ejecutivo_no_34_de_13_de_julio_de_2023_-_reglamenta_ley_315_de_30_de_junio_de_2022_prohibe_uso_importacion_de_cigarrilos_electronicos_-_normativa.pdf

Sin embargo, de manera sorpresiva, la Ley 315 fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), luego de demanda presentada por la Asociación de Reducción de Daño por Tabaquismo de Panamá (Ardtp), apoyada por la Asociación de Fumadores y Familiares por un Panamá Libre de Humo (Affp), que alegaron el derecho a tener opciones al tabaco tradicional, entre otras consideraciones.

La resolución número 146 del 31 de enero de 2025, “prohíbe el uso y la venta a menores de edad, así como su publicidad, promoción, patrocinio y propaganda de los sistemas de administración o no de nicotina, conocidos como cigarrillos electrónicos y similares con o sin nicotina, consumibles”, sin embargo, en artículos como el décimo cuarto autoriza de manera explícita su importación y venta al decir que “toda persona natural o jurídica que se dedique a la importación, venta al por mayor, detal, comercio electrónico, intermediación o distribución en la República de Panamá de los productos regulados, deberá tener un aviso de operaciones emitido por el Ministerio de Comercio e Industrias”.

Esta resolución número 146 del 31 de enero de 2025, que significa un retroceso en la lucha histórica de Panamá contra el tabaco y todas sus formas, se espera pueda ser revertida por una iniciativa de ley ante la Asamblea Nacional, que ha colocado por encima de los intereses comerciales, el interés supremo de la salud pública.

Esta iniciativa retoma el espíritu de la Ley 315 y se espera ayude a Panamá a mantener su sitial de país que ha prohibido todo tipo de comercialización de dispositivos que afectan la salud.

Clínicas de cesación antitabaco

La Dra. Roa señaló que además de la legislación y campañas de salud pública, cuenta el país con un programa de cesación anti tabaco para que los fumadores reciban acompañamiento al dejar de fumar.

En total, Panamá dispone de 52 clínicas de cesación en las cuales trabaja el equipo de salud mental con médicos entrenados de manera específica para atender a este tipo de paciente.

El orgullo de una lucha por la salud

La Dra. Roa describió que Panamá muestra grandes avances en la lucha antitabaco:

  • En la Encuesta Nacional de Salud y Calidad de Vida en 2007 la prevalencia en el consumo de tabaco era de 9.4
  • En la Encuesta Mundial de Tabaco en Adultos del año 2013 descendió a 6.4
  • La Encuesta Nacional de Salud de 2019 situó el consumo de tabaco en 5%, una reducción histórica en comparación con 2007.

Es el cuarto país del mundo con la prevalencia más baja de consumo de tabaco. Un logro que es un compromiso.

Hay disparidades en el país: en las comarcas indígenas y Bocas del Toro todavía el consumo se sitúa por encima de la prevalencia nacional.

De la mano con la ciencia estadística, y las acciones de salud pública, se espera lograr descensos cada vez más significativos en el consumo de tabaco y sus nuevas formas igual de letales para la población.

Por: Violeta Villar Liste | [email protected]