“Reflexiones que surgieron leyendo El pacificador” (la más reciente novela de Francisco Suniaga), ensayo de Federico Vegas; La bruja que duerme bajo mi cama (Sudaquia Editores, New York, 2025), el libro más reciente de Juan Carlos Méndez Guédez. Textos breves, muy breves o brevísimas narraciones; 25 breves del escritor chileno Ismael Gavilán de un libro inédito; Analy Lorenzo comenta El informe sobre Clara (Ediciones La Huerta Grande, España, 2025), de Juan Carlos Chirinos. Eduardo Sánchez Rugeles ha publicado su séptima novela: Éxigo. Polvo en la garganta. En la entrevista que le hizo Isaac González Mendoza cuenta que se trata de la primera entrega de una tetralogía… libros recién editados de autores contemporáneos que acercan la palabra de manera personalísima. Un Papel Literario de lujo
Por: Nelson Rivera, director del Papel Literario del diario El Nacional
Amigos lectores:
I.
Hay en los ensayos de Federico Vegas una cualidad inusual entre los ensayistas venezolanos: remiten a sus emociones. Los asuntos sobre los que ensaya, le conciernen. Se proyectan hacia su intimidad. No se relaciona con los temas como objetos de estudio sino como hechos de vida. Las ciudades, los viajes, las exposiciones, los libros: todos son, en alguna medida, capítulos o secciones de su tempo interior, de sus ánimos. No piezas que el autor agrega (como se agregan condimentos a una receta), sino que son constitutivas de la masa madre que origina cada ensayo. Así, ellos adquieren la policromía donde ideas y observaciones, referencias históricas o memorísticas, recuentos o confesiones, comparten el espacio y se configuran para dar paso a una lectura fluida y entrañable.
II.
El ensayo de Federico Vegas que publicamos hoy se titula “Reflexiones que surgieron leyendo El pacificador” (la más reciente novela de Francisco Suniaga) Arranca así: “Lo primero que quisiera entender, y espero compartir, es la creciente envidia que he sentido al leer la novela de Suniaga, El Pacificador. Es extraño llegar a sentir placer por ser envidioso, pero ciertamente me ha hecho bien esta inesperada sensación y voy a intentar explicar cuál creo que es su origen, su naturaleza, propósito y posible redención”. Página 1 y parte de la 2.
III.
Lleva como título “A favor del realismo” y dice:
Cuatro son las variantes del relámpago.
La primera: la que contemplábamos en los días de lluvia.
La segunda: el momento en que hundías tus uñas en mi espalda y gritabas.
La tercera: cuando te escribo cartas que no reciben respuesta.
La cuarta: la que ahora mismo me quema, en pleno día, cuando en Broockfield Place te veo con ese hombre de bigote; sonriente, apartando con tu mano la arena del desierto, los restos podridos de un barco, la lluvia que lloran cinco lunas desde el cielo.
La cuarta es la que ahora escucho, cuando le dices a gritos a ese hombre que los relámpagos no existen.
IV.
He copiado esta mínima narración de un libro que disfruté sin pausas: La bruja que duerme bajo mi cama (Sudaquia Editores, New York, 2025), el más reciente de Juan Carlos Méndez Guédez. Ofrece 85 textos: breves, muy breves o brevísimas narraciones que, perdonen lo redundante, escenifican el inagotable magma de lo breve. He imaginado a su autor como una especie de elucubrador insomne, que no deja fabricar estos magníficos artefactos de la imaginación literaria. Siete de estos pequeños drones que vuelan hasta nuestros pensamientos vienen en la página 2. Imperdibles.
V.
En la página 3 vienen 25 breves del escritor chileno Ismael Gavilán, poeta, ensayista, editor, profesor universitario y autor de un todavía inédito Cuadernos. Fragmentos y apuntes. Los suyos son miniaturas reflexivas, anotaciones propias del pensar literario y filosófico. Por ejemplo: “Sólo me interesan aquellos liberales que, a pesar de su optimismo, sienten curiosidad y comprensión por las cosas abismales. Por ejemplo, Isaiah Berlin y su comprensión del Romanticismo. En otro plano la capacidad de Michael Oakeshott para interpretar a Nietzsche como inspiración vital”.
VI.
Si el lector todavía no tiene noticias suyas, sugiero tomar nota de este autor: Philippe Sands (1960), abogado y narrador inglés. Su portentoso Calle Este-Oeste (Anagrama) apareció en nuestra lengua en 2017: un vivo cruce de caminos donde la memoria familiar, ciertos hechos de la Segunda Guerra Mundial, El Holocausto, los juicios de Núremberg, la invención de categorías como ‘genocidio’ y ‘crímenes contra la humanidad’, se ensamblan de modo ejemplar. En 2021 volvió con otro buque de gran calado: Ruta de escape, detalladísima y profunda investigación sobre la huida y peripecias de Otto Wächter, jerarca nazi. Memorable. En el 2023 fue traducido La última colonia (Anagrama) que no he leído. El siguiente, Calle 38. Dos casos de impunidad: Pinochet en Inglaterra y un nazi en la Patagonia (Anagrama, 2025), originó el reportaje de Juan Carlos Zapata, “La operación secreta (y olvidada) de CAP y Diego Arria en la dictadura de Pinochet”, que ocupa las páginas 4 y 5.
VII.
Escribe Zapata: “El libro es bueno. Muy bueno. Sería mejor si apareciera la historia de cómo Carlos Andrés Pérez y Diego Arria sacaron a Orlando Letelier de la isla Dawson, se lo llevaron a Caracas y le salvaron la vida. Peor todavía. Pérez ni Arria existen en las páginas de Calle Londres 38 de Philippe Sands (…) Una investigación al detalle, que nos ilumina sobre la dictadura, la represión, la tortura; nos ilustra sobre casos concretos, el papel del juez Baltazar Garzón, los gobiernos de España y Reino Unido, y las personalidades del nazi y Pinochet, y algunas de sus víctimas. Aborda la detención de Orlando Letelier, su confinamiento en la isla Dawson y su asesinato en Washington. Y en vista de que la investigación es minuciosa, al punto de afirmar que el nazi pasó por Venezuela, resulta extraño que no aparezca el episodio de Diego Arria hablando con Pinochet y abogando por Letelier (…).
VIII.
“Un cometa llamado Ibsen”: tal la crónica de Adriana Villanueva, en la que recuerda a Ibsen Martínez: “A mediados de los años 80, cuando en los predios del Taller del Actor en Sabana Grande encontraba a mi familia elegida, una tarde apareció un viejo amigo de su director Enrique Porte: el escritor Ibsen Martínez. Ibsen y Enrique eran lo que mis hijas llaman “frenemies”, amigos-enemigos; si bien tenían mucho en común, entre ellos había una especie de roce por el que no terminaba de cuajar esa amistad”. Y así. Página 6.
IX.
La página 7 trae dos textos:
–Analy Lorenzo escribe un breve comentario sobre El informe sobre Clara (Ediciones La Huerta Grande, España, 2025), de Juan Carlos Chirinos, escritor venezolano residenciado en Madrid: “La tesis, «el miedo es el gran motor del mundo», es el tejido de esta novela gótica, de terror, de suspense. Como en un puzle, encajan todas las piezas al llegar a la última página. Confieso que he tenido que cerrar la novela un par de veces con el ceño fruncido, pero al final lo entendí todo”.
–Israel Centeno desgrana con su usual disciplina lectora, Yo quiero ser como Ariel, la novela de Abel Ibarra: “Uno de los núcleos más poderosos de Yo quiero ser como Ariel es la muerte de Mercedes Chocrón y Ariel Severino durante el terremoto de Caracas del 29 de julio de 1967. Lo que podría parecer una invención melodramática —la pareja hallada abrazada bajo los escombros, junto a dos niños— es, en este caso, una fidelísima evocación de un hecho real. Abel Ibarra, lejos de fabular sin anclaje, construye sobre los restos auténticos de una tragedia venezolana que, como muchas otras, quedó apenas susurrada en la memoria colectiva”.
X.
Eduardo Sánchez Rugeles ha publicado su séptima novela: Éxigo. Polvo en la garganta. En la entrevista que le hizo Isaac González Mendoza cuenta que se trata de la primera entrega de una tetralogía. Explica González Mendoza: “El escritor caraqueño ha publicado la primera entrega de su tetralogía Éxigo, El polvo en la garganta, en la que cuenta la fundación, el ascenso, el éxito y la caída de una banda venezolana ficcional que atraviesa los egos, las frustraciones y la locura creativa del rock en un país en decadencia donde deben enfrentar la censura, los conflictos políticos o los problemas económicos. Éxigo se inspira en las biografías musicales para incluir fotos originales que representan a sus personajes, contiene canciones atribuidas a la banda creadas por Nelson Castro y se desarrolla en un entorno real de la Venezuela de finales de los 90”. Páginas 8 y 9.
XI.
Sobre las columnas de esta semana:
–Mirla Alcibíades –Miradas sobre el continente- escribe sobre los primeros concursos de belleza en Venezuela, al despuntar el siglo XX.
–Tahía Rivero –La forma elusiva– sobre la trayectoria del Museo Francisco Narváez, en Porlamar.
–Juan Pablo Gómez Cova –El paso errante-se detiene en José Antonio Ramos Sucre: “Ramos Sucre era un maestro de la forma. Su literatura es una elaborada meditación (fuera del tiempo y del espacio) sobre la distancia entre las palabras y el mundo. Es decir, sobre los alcances de la imagen y su asentamiento, por medio de un procedimiento de correspondencias, en símbolo que orbita en torno a su propio sistema. En “Laude”, Ramos Sucre equipara la ingenuidad y la violencia de los héroes, pues los grandes hombres del XIX, simbolizados en la epopeya bolivariana, son “consternación” de los abuelos españoles”.
XII.
Esta presentación me quedó larga. Espero que merezca el tiempo que le han dedicado.
Nelson Rivera.