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Por: Violeta Villar Liste

La investigación sobre el pilar Clima, Medio Ambiente y Salud forma parte del interés del Belmont Forum y otras organizaciones colaborativas, que propician este tipo de estudios transdisciplinarios en una visión transformadora. Resultados se presentaron en el segundo día de la tercera edición del Congreso de Investigación e Innovación en Sostenibilidad (SRI 2023),

Las lluvias extremas, incendios, fenómenos como El Niño o La Niña, hablan del efecto cambiante del clima y de impactos crecientes en la salud: no tener agua puede generar mayor número de diarreas por la imposibilidad de lavarse las manos, pero también más precipitaciones aceleran la contaminación por incorrecta disposición del desecho.

La investigación sobre el pilar Clima, Medio Ambiente y Salud forma parte del interés del Belmont Forum y otras organizaciones colaborativas, que propician este tipo de estudios transdisciplinarios en una visión transformadora.

Parte de los resultados de la integración “de la medicina humana, la medicina veterinaria y la ciencia ambiental”, se presentaron en el segundo día de la tercera edición del Congreso de Investigación e Innovación en Sostenibilidad (SRI 2023), la reunión transdisciplinaria más grande del mundo, que desde este lunes 26 de junio se desarrolla en Panamá: Científicos del mundo inician en Panamá una nueva era de colaboración en investigación e innovación para América Latina

El SRI 2023 es organizado por un consorcio, integrado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), el Belmont Forum, Future Earth y el Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global (IAI).

Más de 1,500 líderes mundiales de investigación, de manera híbrida, en inglés y en español, dialogan sobre temas de sostenibilidad e innovación.

Durante la sesión del Foro Belmont sobre Clima, Medio Ambiente y Salud se abordó esta interrelación, cuyo conocimiento aporta beneficios a la salud pública.

Reducir la carga de enfermedades diarreicas

Amir Sapkota, docente y catedrático en Epidemiología y Bioestadística, cuyo grupo estudia “la intersección del cambio climático y la salud humana, con especial énfasis en las enfermedades cardiopulmonares, renales y diarreicas”, explicó en su intervención en SRI 2023 que  “la exposición a una sequía leve o severa de 6 meses se asoció con un aumento del riesgo de diarrea del 5 %”.

Por otra parte, “a nivel mundial, más de 1,6 millones mueren de enfermedades diarreicas cada año”.

“El calentamiento de la temperatura promueve el crecimiento bacteriano”, y por otro lado, la “precipitación extrema da origen al intercambio vía oral fecal de exposición a bacterias a los patógenos”.

Ante escenario complejo que pone a prevenir, desde el clima, la enfermedad diarreica, conversó sobre los alcances del consorcio internacional (AWARD-APR) el cual busca “desarrollar un sistema de alerta temprana para enfermedades diarreicas en la región de Asia y el Pacífico” y así “aumentar la resiliencia de la comunidad frente a las amenazas del cambio climático”. 

En su sitio describen que es el objetivo principal “reducir la carga de enfermedades diarreicas exacerbadas por el cambio climático y ayudar a las comunidades a adaptarse a las amenazas del cambio climático”.

Observan “que las advertencias basadas en el clima (con un plazo de anticipación de 7 a 10 días) no brindan tiempo suficiente para que se movilicen las intervenciones de salud pública, mientras que las advertencias basadas en proyecciones climáticas (con un horizonte temporal de 50 a 100 años) están demasiado distantes en el futuro para orientar de manera significativa”.

Por tanto es interés del grupo de Sapkota  “desarrollar advertencias procesables específicas de la ubicación con un tiempo de anticipación estacional a subestacional que sean útiles para las agencias de salud pública”.

Para crear estar métricas, establecer base de datos de historial de enfermedades diarreicas en el área de atención y cuantificar la relación entre los factores de exposición climática (temperaturas extremas, lluvias…) con los casos de diarrea, emplean los recursos de la Inteligencia Artificial.

Parte de estos resultados ya están publicados en ocho artículos en revistas indexadas, en dos tesis y 30 presentaciones. De manera próxima presentarán tres artículos adicionales.

Calor y salud materna

Sari Kovats, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, presentó la investigación  Clima, calor y salud materna y neonatal en África (Chamnha)

Chamnha “dirigido por un equipo transdisciplinario de 3 continentes, que abarca las ciencias naturales, de la salud y sociales”, “abordan las brechas de conocimiento clave sobre el calor y la salud materna y neonatal en el África subsahariana”.

”Las mujeres embarazadas y los recién nacidos (<28 días después del nacimiento) tienen un conjunto único de vulnerabilidades de salud, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos bajos, donde el embarazo y el parto suelen ser muy precarios. La exposición al calor complica la Salud Materna y Neonatal (MNH), aumentando los riesgos de hemorragia materna y sepsis, prematuridad, bajo peso al nacer y deshidratación neonatal. Pocos estudios han evaluado estos impactos en el África subsahariana, donde las muertes maternas y neonatales son frecuentes”, expone la investigación.

Los autores propusieron codiseñar “intervenciones comunitarias y basadas en instalaciones, como mejorar la preparación para el calor, por ejemplo, a través de sistemas de alerta; cambiar los comportamientos y las prácticas de los trabajadores de la salud para reducir los impactos del calor y promover la lactancia materna y la hidratación optimizada para mujeres y recién nacidos”, además de aportar los resultados a los ministerios de Salud para acompañar la intervención en salud pública. (Ver: https://ghhin.org/resources/chamnha-climate-heat-and-maternal-and-neonatal-health-in-africa/)

Calor extremo, contaminación y enfermedad cardíaca y pulmonar

Kristin Aunan, investigadora de Cicero, el principal instituto de investigación climática de Noruega, se refirió a su estudio, Efectos en la salud y costos socieconómicos asociados del aumento de las temperaturas y los incendios forestales: una evaluación mundial.

Esta investigación forma parte del proyecto Heatcost cuyo objetivo “es cuantificar los cambios en la mortalidad y la morbilidad relacionados con enfermedades cardíacas y pulmonares y los costos económicos por calor extremo y la contaminación del aire (incluidos los incendios forestales) en escenarios climáticos y socioeconómicos alternativos”.

Describe que los efectos de la salud, tanto por calor como por contaminación del aire, se pueden prevenir en la medida que se atienden los factores de vulnerabilidad. (Ver: https://www.enbel-project.eu/projects-page/heatcost).

Aumento de temperaturas y enfermedad

Stephen Arnold, de la Universidad de Leeds, Reino Unido, conversó sobre los resultados de su investigación, Resiliencia de la comunidad ártica al cambio ambiental boreal: evaluación de riesgos de incendios y enfermedades. (Ver: https://belmontforum.org/archives/projects/arctic-community-resilience-to-boreal-environmental-change-assessing-risks-from-fire-and-disease)

La investigación describe que “el Ártico se está calentando el doble de rápido que aumenta la temperatura media global. Las comunidades de latitudes altas están buscando formas de abordar las consecuencias del aumento de las temperaturas y los extremos de calor”.

Plantea la necesidad de “mejorar la comprensión de las vías entre el clima, el medio ambiente y la salud para proteger y promover la salud y el bienestar humanos frente a los desafíos climáticos.”.

Los incendios son un factor clave de la migración de la vegetación en Siberia, y las enfermedades transmitidas por garrapatas están fuertemente relacionadas con el cambio climático.

Acción colectiva para responder al cambio climático

Ilan Kelman, de University College London (Reino Unido), abordó los resultados de su investigación, Acción colectiva comunitaria para responder al cambio climático que influye en el nexo medio ambiente-salud.

La investigación propuso estudiar “cómo los grupos locales basados ​​en voluntarios se autoorganizan para responder al cambio climático y sus impactos ambientales con el fin de contribuir a los sistemas de salud, formales e informales, que pueden abordar adecuadamente los cambios del estrés por calor, las enfermedades infecciosas y los sistemas alimentarios”.

Al respectaron, tomaron muestras de grupos de ciencia ciudadana y sin fines de lucro con sede en los EE. UU. (Alaska) y Trinidad y Tobago (Caribe) “para proporcionar un contraste de ubicaciones con preocupaciones similares sobre el cambio climático”.

El proyecto promueve “abordar vías complejas relacionadas con el clima, los ecosistemas y la salud para determinar los procesos subyacentes a los vínculos causales; y fomentar el uso de información científica y herramientas de apoyo a la toma de decisiones relacionadas con el clima para informar mejor la planificación y mejorar la resiliencia”.

Para ver otros estudios del Belmont Forum:

Violeta Villar Liste
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