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Por: Hisvet Fernández

Hisvet Fernández es psicóloga social, feminista, activista de los DDHH de las Mujeres y los Derechos Sexuales y Reproductivos, directora del Centro de Capacitación para la Vida (Cecavid). Integrante de la Alianza Salud Para Todas. Coordinadora del Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres, núcleo Lara. 
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La amistad entre las mujeres tiene sus particularidades, es una forma de terapia y de alianza política que las beneficia en todos los aspectos y es determinante para la toma de conciencia de que Somos Una y Todas a la Vez.

Veamos lo que nos dicen diversas voces calificadas sobre la amistad entre mujeres:

“Las amistades femeninas son sólo un salto a nuestra hermandad, y la hermandad puede ser una fuerza muy poderosa”-Jane Fonda-

“Las amistades entre las mujeres son especiales. Dan forma a lo que somos y a lo que todavía tenemos que ser. Calman nuestro mundo interior tumultuoso, llena los vacíos emocionales y nos ayudan a recordar lo que realmente somos” -Gale Berkowitz-

“Las amistades femeninas que funcionan son relaciones en las que las mujeres se ayudan entre sí y pertenecen a sí mismas”-Louise Bernikow-

 “El amor existe: son las amigas”, “Me cuidan mis amigas, no la Policía” No estamos solas” “Estamos juntas” escritos de protestas de Abril Mederos

“Arranca en el encuentro y en la necesidad urgente de cambiar de signos la vida y la historia, pasando por la construcción respetuosa de confianzas y querencias mutuas que se van perfilando en el camino del descubrimiento de la otra, de una misma y de una genealogía de mujeres”, Edda Gaviola

“Practicar la amistad política entre mujeres es, de por sí, vivir a contracorriente del mundo tal como es, tanto en el ámbito privado y familiar como en el espacio público”, Raquel Gutiérrez,

 “La sororidad” es solidaridad específica, la que se da entre las mujeres que, por encima de sus diferencias y antagonismos, se deciden por desterrar la misoginia y sumar esfuerzos, voluntades y capacidades y pactan asociarse para potenciar su poderío y eliminar el patriarcalismo de sus vidas y del mundo”, Marcela Lagarde

“Forma radical de combatir la misoginia es amarnos entre nosotras, aliarnos, ser mentoras entre nosotras” “sin lugar a dudas, la mejor estrategia de autocuidado y autodefensa es tener buenas amigas”. Catalina Ruiz-Navarro

Estas palabras resumen las premisas de los feminismos actuales, sobre ese vínculo universalmente conocido como la amistad, pero en este caso nos referimos a la amistad entre mujeres. La amistad la viven y experimentan todas las personas aun en nuestras diferencias culturales, históricas, etarias, sexuales, de clase y otras pero es un vínculo que nos acompaña a lo largo de toda nuestra vida.

La amistad puede estar presente en otro tipo de vínculos, enriqueciéndolos y fortaleciendo esos vínculos, pero es tan única y potente que no depende de la existencia de otro vínculo para establecerse y generar todos sus beneficios propios. Ella se establece a partir de afinidades y necesidades de amor y pertenencia y están en su base la afectividad, la libre elección y la reciprocidad,  sosteniéndose en valores como la incondicionalidad, la lealtad, la solidaridad, el amor, la sinceridad, el respeto, el compromiso, la confianza, la sororidad, el cuidado, la diversión y el buen trato.

De allí que una de las premisas para mejorar otras relaciones como de pareja o /familiares se basa en aprender a tratar a la otra persona de la relación como si fuese tu amigo o amiga.

Pero la amistad entre las mujeres, trasciende la propia definición general de la amistad y tiene su fuerza en las áreas de la vida que se comparten entre ellas y en la profundidad de los vínculos.

Para las mujeres ser amigas y conversar se convierte en catarsis y casi en una manera terapéutica ya que podemos con ella, procesar emociones, ser escuchadas con empatía, comprendidas, apoyadas, respetadas y sentirnos seguras. Incluso la identidad de género de las mujeres nos permite darnos un beso, abrazarnos, tomar nuestras manos y esto nos aportar entre nosotras, todos los beneficios del contacto físico y los abrazos sostenidos. Podemos demostrar nuestro afecto con mucho menos limites que los hombres,

Las amistades femeninas, las amigas, son algo muy importante en la vida de las mujeres. Las mujeres hablamos de cosas diferentes entre nosotras, profundizamos más en nuestras conversaciones. En los lazos de amistad formamos una hermanad que nos hace fuertes porque juntarnos y unirnos tiene un profundo contenido político y nos “empodera” colectivamente alimentando una nueva identidad de mujeres. Nos aporta conciencia como colectivo humano.

Históricamente las mujeres han compartido sus labores asignadas del cuidado de otros, turnándonos para cuidar a nuestros hijos, amamantándoles, cocinando juntas, tejiendo, cociendo y compartiendo una intimidad a la que solo se llega a través del vínculo de una amistad profunda.

Las mujeres antiguamente conseguían en este compartir cotidiano una fuente de fortaleza y consuelo sobre la que se construía y soportaba su vida diaria. Las mujeres aprendían unas de otras, se atendían unas a otras, podían contar unas con otras.

Muchos estudios muestran que la amistad entre mujeres, al ser espejo unas de otras, tiene un gran impacto en la salud física y psicológica de estas, más que cualquier otra de las relaciones familiares De esa manera encontramos el apoyo y el ánimo que necesitamos para superar nuestros problemas y las limitaciones que nos impone el patriarcado.

Existen miles de grupos de mujeres, en el mundo que enfrentan juntas las condiciones de vulnerabilidad que tienen para poder continuar, fortalecer y desarrollar habilidades de resiliencia, ofreciendo un modelo hermoso de solidaridad en un mundo donde el individualismo se impone.

Ha sido una decisión de las mujeres juntarse y crecer en medio de las dificultades y prohibiciones y así superar la rivalidad, con la que nos han educado patriarcalmente, tejiendo la sororidad entre nosotras como estrategia política y un camino para superarnos. Denunciando las violencias, la opresión, la represión sexual y la sumisión que se nos impone hemos encontrado, en nuestros lazos de amistad, nuestra liberación de conciencia.

Por: Hisvet Fernández