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La Academia Nacional de Medicina de Venezuela exhortó a que las vacunas de Oxford/AstraZeneca (OAZ)  y la de Janssen/Johnson & Johnson (J&J), permanezcan como una posibilidad dentro de la canasta de vacunas que se necesitarán en Venezuela para ser aplicadas de una manera urgente a 15 millones de venezolanos.

En comunicado suscrito por el Dr. Enrique López-Loyo, presidente de la ANM y el Dr. Huníades Urbina-Medina,  secretario académico, se recuerda que se acaba de publicar en el boletín electrónico CientMed (Vol 2: pp 1-10, 21 de mayo del 2021) de la ANM, un artículo sobre posibles efectos secundarios de las vacunas contra la COVID-19.

Si bien es cierto que en las pruebas de fase 3, realizadas con decenas de miles de voluntarios, no se detectaron efectos adversos de importancia, era de esperar que cuando las mismas fueran administradas a millones de personas, se detectarían efectos secundarios raros, que podrían o no estar asociados con la vacunación.

Eso es particularmente cierto en países donde existen sistemas confiables de monitoreo de posibles efectos adversos.

A mediados de marzo del 2021 se reportaron en el Reino Unido casos de coágulos (trombosis) en las venas cerebrales en algunas personas que habían recibido la vacuna de Oxford/AstraZeneca (OAZ).

El 12 de abril, se detectaron casos similares en los Estados Unidos en personas vacunadas con la vacuna de Janssen/Johnson & Johnson (J&J).

Eso llevó a las respectivas agencias regulatorias a declarar una pausa en la vacunación, hasta definir si los casos eran causados por la vacunación, o si eran una casualidad que ocurría entre los 25 millones de ciudadanos británicos que habían recibido la vacuna de OAZ, o en los 9 millones de ciudadanos estadounidenses que habían recibido la vacuna de J&J.

Se llegó a la conclusión de que los coágulos ocurrían en una minoría de vacunados, entre 1 y 10 por millón, y que los beneficios de la vacuna exceden por mucho a los posibles efectos adversos.

Con esa información los programas de vacunación con esas vacunas se reanudaron en todo el mundo.

Desde hace varios meses, a través de la Mesa Técnica Nacional, Venezuela venía negociando el acceso a la vacuna de OAZ a través del mecanismo COVAX.

Sin embargo, el 15 de marzo el gobierno anunció que no autorizaría su uso en Venezuela “debido a su efecto en los pacientes”.

Aunque esa podría haber sido una posición razonable para el momento, los eventos posteriores sugieren que ambas vacunas (OAZ y J&J) deben permanecer como una posibilidad dentro de la canasta de vacunas que se necesitarán en Venezuela para ser aplicadas de una manera urgente a 15 millones de venezolanos.

La Academia Nacional de Medicina continúa ofreciendo su experiencia y conocimientos para apoyar la vacunación de todos los venezolanos.

Con información de la ANM