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Dr. Roderick Bejarano

Diarreas y cólicos son las causas más frecuentes de la consulta pediátrica desde el punto de vista gastrointestinal, explica el Dr. Roderick Bejarano, pediatra gastroenterólogo, jefe del servicio de Gastroenterología y Nutrición del Hospital de Especialidades Pediátricas en la Caja de Seguro Social Omar Torrijos Herrera, quien ofrece un panorama completo de las enfermedades del niño, en esta primera entrega a la cual seguirá un artículo con respecto a la lactancia materna y los alimentos adecuados para lograr que la infancia sea la base de un futuro saludable.

-¿Cuáles son las principales causas de consulta asociadas a la salud digestiva del niño?

-Desde el punto de vista gastrointestinal, la principal causa de consulta de las madres es la diarrea, es decir, el hecho de tener múltiples evacuaciones líquidas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga la diarrea si se presentan más de tres evacuaciones totalmente líquidas. Tiene que estar acompañada de vómitos o fiebre para que se pueda hacer el diagnóstico de diarrea o gastroenteritis aguda.

La segunda causa de consulta es el cólico infantil. Hay estudios en Panamá, Colombia y Nicaragua que lo sitúan con 30% de incidencia dentro de las enfermedades gastrointestinales.

El tercer motivo es la disquecia. Ocurre cuando el niño hace el intento de pujar, pero tiene una evacuación con dificultad.

El cuarto motivo son las regurgitaciones y el estreñimiento, con 10% de incidencia dentro de la práctica pediátrica diaria.

-¿Por qué el diagnóstico de diarrea o gastroenteritis aguda debe estar asociado a fiebre y vómito?

-Muchas veces los niños llegan al cuarto de urgencias y la mamá refiere dos o tres evacuaciones líquidas, pero no hay fiebre ni vómito, lo cual amerita descartar otras enfermedades que se presentan o complicaciones. Ocurre que en lugar de diarrea el niño podría estar presentando encopresis, una evacuación involuntaria a causa de las heces retenidas que llevan a la materia fecal nueva a “filtrarse”. Es una complicación del estreñimiento y debe ameritar consulta para tratarlo y superar esta condición.

-¿Cuál es el origen de la diarrea en un niño?

-La mayor causa de diarrea son los virus. En nuestro medio hay muchos virus y el rotavirus es el más frecuente. Cuando hay aumento de las evacuaciones, con fiebre y vómitos, es debido a los virus. De manera reciente ha habido una incidencia de adenovirus debido a las lluvias y un agente nuevo que se reclasificó como norovirus.

Cuando los niños iban a la escuela eran estos los virus más frecuentes y mayor la incidencia porque con el contacto se podían contagiar; con la cuarentena a causa de la pandemia se registra una disminución significativa de casos.

-¿Qué hacer en caso de diarreas?

-Es importante en esta época en particular consultar al pediatra si el niño presenta diarrea. Cuando surgió el brote de coronavirus en China, uno de los primeros síntomas que los pacientes tenían, y se documentaron en los estudios, era diarrea.

A los niños les da menos infección por SARS-Cov-2, pero de los primeros síntomas comprobados es la diarrea, de allí la necesidad de llevarlos a consulta.

No podemos automedicar a los niños y muchos menos administrarles antibióticos (que solo se venden con receta) que tienen en casa y fueron indicados por el médico debido a otras causas.

Tampoco se les pueden poner dietas muy restrictivas. Hay que hidratarlos y ofrecerles alimentos simples (verduras cocidas, por ejemplo) porque el apetito disminuye. En el caso de intolerancia transitoria a la lactosa (se presenta con distensión abdominal, eritema perianal y evacuaciones explosivas), se debe sustituir por fórmulas sin lactosa.

-¿Se debe suprimir la lactancia materna en caso de diarrea?

-La lactancia materna debe continuar siempre así esté presente cualquier tipo de cuadro intestinal, sea diarrea, cólico o disquesia. La lactancia materna se debe dar de manera exclusiva hasta los seis meses de edad y luego iniciar con la alimentación complementaria, de manera básica con frutas y verduras. La lactancia materna es la indicación de oro para tratar a los niños en estos episodios, incluyendo una gastroenteritis aguda.

-¿Por qué un niño sufre de cólicos?

-Existen cerca de 20 teorías para explicar por qué un niño sufre de cólicos. Los gastroenterólogos nos basamos en la llamada Clasificación de Roma, especificaciones o bases para reunir síntomas y agrupar las diferentes enfermedades y trastornos digestivos de los niños.

La más reciente corresponde a Roma IV y ofrece una interacción muy interesante; un modelo biológico psicológico y social.

Se promulga que mis pensamientos y emociones van a influenciar, de manera positiva o negativa.

De esta forma, emociones negativas pueden provocar inflamación intestinal o trastornos en el movimiento que se vuelven alteraciones de algunas enzimas.

-¿Este factor emocional opera así el niño sea un bebé?

-La depresión paterna, la ansiedad materna, la poca habilitad para cuidar al niño e incluso llorar sobre el niño por una situación de nervios ante la imposibilidad de no saber qué hacer ante ciertas situaciones, hace que el niño perciba esas emociones y empeora.

-¿Si hay un cólico que se acentúa por el manejo de las emociones de los padres, será necesario que busquen ayuda en un especialista?

-A veces no es necesario; como médicos debemos tener empatía con las personas, demostrarles que los niños van a crecer de manera normal a pesar de un trastorno digestivo. Es un periodo transitorio. Puede comenzar en las dos primeras semanas de vida y prolongarse hasta los cuatro meses.

-Si el cólico tiene un componente emocional tan determinante, ¿cuál es la recomendación?

-Lo primero es tranquilizar a los papas. Demostrarles que el niño crece y se desarrolla de manera normal. También fomentar la lactancia materna. Está demostrado que muchas preparaciones para el manejo del cólico, son secretados de manera natural en la lactancia materna.

Muy ligado al cólico es la disquecia infantil.

“El bebé puja; se pone rojo y no logra sacar las evacuaciones. Al segundo o tercer día tiene una evacuación pastosa y esto ocurre de manera habitual en las primeras dos o tres semanas de vida y se supera de manera normal.

Las personas tienden a darle laxantes porque aseguran que el bebé está estreñido y esto no es estreñimiento.

Un estreñimiento se expresa en evacuaciones gruesas y duras, con un fuerte componente de dolor.

De hecho, los niños hacen maniobras y se van detrás de las puertas y de los sofás, tratando de evitar la evacuación porque la asocian con un momento doloroso.

Los padres, por su parte, se confunden y creen que están “haciendo pupú” cuando en realidad intentan evitar la evacuación.

Los pediatras tenemos que advertir esa situación en la consulta. Hay que palpar y explicarle a los padres para lograr una solución temprana del problema.

-¿En cuáles edades es más frecuente el estreñimiento?

-Hay etapas cruciales en el tema del estreñimiento. Una etapa se presenta después de los seis meses, cuando inicia la alimentación complementaria.

Me encanta este momento porque significa enseñarles a los niños a comer. Se comienza con frutas y verduras. Ocurre que muchas veces los niños son selectivos, no han superado el reflejo horizontal de la lengua que acompaña la succión y quieren persistir con lo líquido.

Otra etapa es cuando el niño debe superar la etapa del pañal, por lo general a los dos años y seis meses.

Hay niños que demoran más, pero por la necesidad de los padres de dejarlos en la guardería, se intenta apresurarlos y ocurren los cuadros de estreñimiento.

-¿Qué hacer en el caso de regurgitaciones y los buches que se expresan como vómitos?

-La regurgitación del lactante o buches los debemos tolerar porque no crean problemas respiratorios ni de peso. Incluso estos buches se pueden prolongar hasta los doce meses. Sin embargo, los padres se desesperan, consultan varias opiniones y no siempre es la respuesta que los niños merecen.

La llamada enfermedad por reflujo gastroesofágico implica alteración de otros órganos, está vinculado en su mayoría con problemas respiratorios y con asma bronquial y en ese caso sí se debe tratar.

Importante es fomentar siempre la lactancia materna que puede continuar en cualquiera de los problemas frecuentes, asociados a la salud digestiva.

Dr. Roderick Bejarano

El Dr. el Dr. Roderick Bejarano es pediatra gastroenterólogo, jefe del servicio de Gastroenterología y Nutrición del Hospital de Especialidades Pediátricas en la Caja de Seguro Social Omar Torrijos Herrera y médico del Centro Especializado San Fernando. Formado en la Universidad de Panamá, en el Hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldía de Chiriquí (Panamá) y como gastroenterólogo y nutriólogo pediatra, en el Hospital Infantil de México, en Ciudad de México.