Dr. Roderick Bejarano
Somos lo que comemos y debemos hacer que nuestra comida sea nuestra medicina, explica el Dr. Roderick Bejarano, pediatra gastroenterólogo, jefe del servicio de Gastroenterología y Nutrición del Hospital de Especialidades Pediátricas en la Caja de Seguro Social Omar Torrijos Herrera, quien, en esta segunda entrega, ofrece orientaciones de mucho valor para llevar al niño por el camino correcto de la alimentación.
-El niño debe tomar leche materna de manera exclusiva hasta los seis meses, ¿qué hacer cuando eso no es posible para evitar el impacto de las fórmulas en la salud digestiva?
-Nosotros debemos fomentar la lactancia materna que incluso se puede continuar con todos los problemas frecuentes desde el punto de vista gastrointestinal como la diarrea o el estreñimiento.
Ante cualquiera de los trastornos gastrointestinales, si se trata de cólico o disquecia (cuando hace el intento de pujar, pero tiene una evacuación con dificultad), si el niño no es alimentado con el pecho materno, se debe escoger una fórmula parcialmente hidrolizada, disminuida en su cantidad de lactosa, que tenga prebióticos o probióticos. Se les conocen como fórmulas confort.
De igual modo, ante un niño con regurgitación, no alimentado con leche materna, existen fórmulas antiregurgitación.
-¿Leches como la de soya están indicadas para los bebés?
-Tenemos varios pronunciamientos de la Sociedad Norteamericana y Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica y de la Academia Americana de Pediatría, que llegan al consenso de no usar fórmula de soya ni en pacientes prematuros ni en niños menores de seis meses.
Podemos usarla en cualquier problema digestivo, en particular diarrea, pero después de los seis meses de vida y en los niños con alergia a la proteína de leche de vaca.
A los seis meses buscamos que los padres den paso a la introducción de frutas y verduras y puedan cambiar a fórmulas que no sean costosas.
-¿Hay algún tipo de alimento que pueda sustituir la leche, por ejemplo, concentrados naturales de verduras y pollo?
-A partir de los seis meses, cuando inicia la alimentación complementaria, los niños pueden comer verduras y frutas y continuar con el pecho materno o la fórmula infantil.
-¿Qué tipo de alimentación requieren los niños ante una gastroenteritis aguda?
-Cuando los niños presentan este tipo de gastroenteritis aguda, podemos continuar con su alimentación del pecho materno, la fórmula y alimentación que reciben.
Lo que no podemos hacer es usar bebidas vegetales para alimentar a los niños, como preparados a base de coco, almendra o de soya porque no tienen ninguna fuente láctea; no salen del pecho de algún mamífero.
-¿Hasta cuál edad los niños deben tomar leche?
-La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la mamá le debe dar pecho a los niños hasta los dos años y más.
Los niños pueden seguir tomando leche materna después de los doce meses, pero solo recibir dos o tres aportes de lácteos por día y así contar con el calcio necesario en su crecimiento.
Por ejemplo, si en la mañana comió yogurt, y leche en la tarde, no se le debería ofrecer quesos, cremas o fuentes lácteas en el día.
-¿Cúales son los alimentos permitidos después de los seis meses, luego de la lactancia exclusiva con leche materna?
-Comenzamos con frutas y verduras. Para un niño que se alimenta con pecho materno, desde el 2009 tenemos una recomendación acerca de cómo introducir la alimentación complementaria.
Al respecto, entre los seis y ocho meses puedo dar una gran cantidad de alimentos, incluso que antes se consideraban alérgicos como el huevo. Se le puede ofrecer al niño cocido y entero, así como el pescado.
A un niño alimentado con pecho, se le puede dar a probar maní en crema y, si genera reacción, introducirlo de manera posterior.
De acuerdo con estudios hechos en Israel, la leche materna produce tolerancia y reduce la inflamación que generan este tipo de alimentos, de allí la posibilidad de su introducción temprana.
-¿Se les puede dar cítricos después de los seis meses?
-Hay que recordar que los cítricos ayudan a fijar el hierro. En Panamá, estudios determinan que existe una alta prevalencia de anemia por deficiencia de hierro, indispensable en mantener la hemoglobina y evitar anemia fisiológica.
Al niño se le puede dar mandarina o naranja, entre los seis y ocho meses, unas dos o tres veces por semana para lograr fijar el hierro.
Muchas organizaciones internacionales, y también la Sociedad Panameña de Pediatría, recomiendan el hierro como una suplementación, no importa si toma pecho materno o una fórmula infantil.
Siempre debemos proporcionar hierro como un suplemento luego del cuarto mes de vida en adelante.
En la actualidad, aparte del hierro, se está recomendando la vitamina D, pero no existe indicación de administrar un complejo vitamínico a menos que el bebé tuviera una disminución en el peso.
-¿No es suficiente, en el caso de los bebés y de la vitamina D, con exponerlos al sol?
-El problema es que no se está exponiendo a los bebés de manera suficiente al sol, y más ahora en tiempo de pandemia, porque ni salimos de casa con ellos. Nos quedamos sin los beneficios que el sol proporciona al fijar la vitamina D.
Por eso se ha visto en muchos estudios la necesidad de suplementar con la vitamina D, en particular en estos primeros meses de vida.
Lo que sí debemos tener cuidado, para evitar población con sobrepeso y obesidad, es determinar si podemos suplementar al niño con vitaminas.
Debemos fomentar una dieta, después de los seis meses, con cantidad adecuada de frutas, verduras y hortalizas, carnes blancas como pollo y pescado y menor cantidad de carnes rojas.
De igual modo, procurar todos los días una buena ingesta de agua y cantidad de ejercicio adecuado.
A los niños, así estén en casa, se les debe estimular a saltar, brincar y ejercitarse.
-¿De este primer año de vida depende el ciudadano sano que queremos formar?
-A mí me encanta iniciar la alimentación complementaria; explicar a los papás cómo deben comer los niños, porque siempre serán las mismas recomendaciones que acabo de mencionar.
Nosotros somos lo que comemos y debemos hacer que nuestra comida sea nuestra medicina.
Ayuda en esta vida integral, además de la formación hacia el alimento, tener amor en casa, que les gusten los animales, criarse en valores y aprender a ser ciudadanos de bien.
Ver la primera parte:
Dr. Roderick Bejarano
El Dr. Roderick Bejarano es pediatra gastroenterólogo, jefe del servicio de Gastroenterología y Nutrición del Hospital de Especialidades Pediátricas en la Caja de Seguro Social Omar Torrijos Herrera y médico del Centro Especializado San Fernando. Formado en la Universidad de Panamá, en el Hospital Materno Infantil José Domingo de Obaldía de Chiriquí (Panamá) y como gastroenterólogo y nutriólogo pediatra, en el Hospital Infantil de México, en Ciudad de México..