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Fotos: Binal

La Embajada de España en Panamá inauguró en la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero R. la exposición bibliográfica José Celestino Mutis y la Real Expedición en el Nuevo Reyno de Granada, un registro botánico que transita entre el arte y la ciencia

Por: Dayana L. Rivas Ch.

Dayana L. Rivas Ch. es periodista y miembro del equipo de Comunicación de la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero

En septiembre de 1760, José Celestino Mutis partió de España rumbo a América. Era un joven médico y como era costumbre en la época, había recibido instrucción en diversas áreas de conocimiento, como la filosofía y las artes.

Llegó a las nuevas tierras (para sus pies) con ansias de descubrir. Cada paso que daba dentro del entorno tropical suponía para él una novedad, tanto a nivel de plantas como de animales.

Quienes han registrado los datos biográficos de Mutis indican que desde su arribo, primero a Cartagena, inició sus observaciones. Lo que incluyó la recolección de plantas con las que fue dando forma a un herbario.

Estos son los antecedentes de la exposición bibliográfica José Celestino Mutis y la Real Expedición en el Nuevo Reyno de Granada, inaugurada por la Embajada de España en Panamá, en la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero R. el pasado 13 de septiembre.

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La colección documental de más de 20 libros en gran formato y de láminas que describen sus hallazgos en la flora granadina es mostrada al público de lunes a sábados, de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Este contenido, que estará disponible hasta el 31 de octubre en esta sede de la memoria documental panameña, es el producto de la fascinación del médico por la botánica tropical.

Este material es complementado con el documental “Mutis y la Flora de Bogotá”, que puede ser visto durante el tiempo que dure abierta la exposición.

Arte y ciencia

Con el paso de los siglos, Mutis se ha convertido en un punto de encuentro entre el arte y la descripción gráfica científica.  El material expuesto deja ver las plantas registradas con todos sus detalles en cuanto a forma, color y desarrollo. Es como si se elevaran desde las páginas para enseñarnos la imagen natural que iban encontrando los nuevos inquilinos de las tierras americanas. Esto implicó trazos de gran destreza y colores vívidos, tal cual los observaban en la flora.

De hecho, aunque el compendio no fue ejecutado por un solo artista, hay una línea gráfica característica en las más de 5,000 láminas levantadas entre 1783 y 1816, las cuales representaron 2,696 especies y 26 variedades.

Una parte de estos dibujos fueron hechos con colores y otros a pluma; y aunque al verlos expuestos no tienen nada que envidiarle a ninguna obra catalogada desde su origen como arte, muchas no tienen las firmas de sus creadores.

Del archivo a la divulgación

Cuando el clima comenzó a atizarse en contra de la Corona Española, estos documentos fueron trasladados a Europa. Los originales de estas obras de arte son resguardados en el Archivo Histórico del Real Jardín Botánico en España. Además, sus digitalizaciones en alta resolución pueden ser apreciadas desde el sitio web https://mutis.rjb.csic.es/paginas/

Fue en los años 40 cuando la Agencia Española de Cooperación Internacional inició la empresa editorial titulada “La Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reyno de Granada”. La meta era publicar 63 libros con los contenidos de Mutis, pero hasta el momento esa colección no se ha podido completar.

Mas el retraso en la producción editorial no ha impedido que se continúe divulgando lo recopilado por el médico y botánico. De acuerdo con lo expresado por el embajador de España en Panamá, Guzmán Palacios, en cada embajada de España hay algunos tomos de esta colección.

Los intentos de Mutis

Cabe destacar que el científico en varias ocasiones insistió en conseguir la aprobación de la Corona para emprender investigaciones, pero no siempre logró la atención requerida.

Uno de sus intereses en este lado del mundo era el estudio de la quina, cuyo descubrimiento se tuvo que disputar con el médico panameño Sebastián López Ruiz, quien demostró en el año 1774 su existencia en los alrededores de Santafé. El propio investigador escribió de su hallazgo en el documento Cronología de la Quina de Santafé de Bogotá (1783).

Este logro le valió a López Ruiz para que el virrey, en el año de 1776, informara al rey sus méritos y se le reconociera incluso un sueldo para que continuara con sus exploraciones.

Había especial atención sobre esa planta porque se deseaba estudiar sus propiedades medicinales, que han sido utilizadas contra la fiebre amarilla y la malaria.

Aquella disputa, pese al reconocimiento dado al panameño, fue ganada por Mutis, quien obtuvo el título de descubridor de la quina neogranadina y le fueron eliminadas las condecoraciones a López Ruiz.

Pese a los retos e infortunios, sin duda Mutis es considerado un predecesor del estudio científico en América. No obstante, en el artículo Biografía de José Celestino Mutis (Fernández, Tomás y Tamaro, Elena) se menciona que el aspecto más importante de la Expedición Botánica fueron sus aportes a la formación y afianzamiento de la clase culta criolla, ya que muchos de los participantes en estas investigaciones luego se convirtieron en próceres de la Independencia.

Por: Dayana L. Rivas Ch.