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Foto | Cortesía BigBattery

Violeta Villar Liste

Marshall Neipert, quien trabajó como ingeniero aeroespacial en la NASA, y es ahora el jefe de tecnología de BigBattery, anunció la próxima apertura de la empresa en Colón

Autos eléctricos, ordenadores portátiles y teléfonos celulares tienen un pasado en común: utilizan para su funcionamiento baterías de litio.

Incluso, en el campo médico, las baterías de iones de litio están presentes en marcapasos, audífonos y desfibriladores.

Si esas baterías no son recicladas, su destino serán los vertederos y su impacto en el ambiente, incalculable.

Para cambiar la historia de las baterías de litio en Panamá, se acaba de instalar en la ciudad de Colón, BigBattery, empresa con sede en Los Ángeles (California, Estados Unidos),

Las baterías de iones de litio utilizan el elemento de litio como parte de su composición, a diferencia de las de plomo. De acuerdo con BigBattery son “más seguras, duraderas y de mayor calidad que las baterías de plomo-ácido”.

La infraestructura en su casa panameña consta de más de 12,000 metros cuadrados. Generarán cerca de 200 empleos cuando en unos seis meses tenga lugar la apertura. De igual modo trabajarán en investigación e innovación con los equipos de la Universidad Tecnológica de Panamá(UTP).

BigBattery, Inc.  se define como “el mayor proveedor de baterías excedentes en los Estados Unidos y se especializa en nuevas soluciones energéticas rentables”.

Su visión es acompañar la reducción del costo del almacenamiento de energía desde la filosofía del movimiento #RightToRepair, es decir, el derecho a reparar y con esta visión, a darle una segunda vida a los productos.

Su fundador es Eric Lundgren a quien califican como “emprendedor social y ecologista”, quien logró crear esta empresa de reciclaje de productos electrónicos híbridos que ayuda a combatir los desechos electrónicos.

Marshall Neipert, quien trabajó como ingeniero aeroespacial en la NASA, y es ahora el jefe de tecnología de BigBattery, hizo el anuncio de la próxima apertura de la empresa en Colón, durante el VIII Congreso Internacional de Ingeniería, Ciencia y Tecnología (IESTEC 2022) de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), el cual se desarrolló con el respaldo de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) y del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE), Sección Panamá. Fue Estados Unidos el invitado en calidad de País de Honor.

Durante el IESTEC 2022, Neipert desarrolló una ponencia sobre el futuro del almacenamiento de energía.

Compartió que la tendencia es a un incremento en las ventas globales de vehículos eléctricos: de hecho, en 2021 incrementó a 9% y se espera que solo en 2030 se vendan 40 millones de unidades eléctricas.

La mejor proyección es que en 15 años desaparecerá la energía fósil; será muy rara, y el mayor espacio lo ocupará el auto eléctrico.

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Pero a grandes soluciones problemas complejos: ¿qué hacemos con las baterías que generará esta movilidad sostenible?

Segunda vida es la expresión que resume el otro camino de estas baterías y es parte del trabajo de BigBattery: aumentar la vida de la batería y crear productos nuevos a partir de esta aparente “basura” cuyo destino final sería un basurero.

BigBattery recibe todas las baterías de litio de desechos que se producen en los Estados Unidos e igual política aplicarán en Panamá.

De igual modo trabajan de manera colaborativa con universidades de Estados Unidos. En el país se incorpora la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) con grupos de investigación que abordan también este concepto de segunda vida de las baterías de litio.

La Dra. Zoila de Castillo, directora de Investigación de la UTP, respaldó estas alianzas que generan impacto positivo en el país y ayudan a escalar la ciencia panameña.

Al respecto, en el IESTEC 2022, intervinieron la Dra. Vanessa Quintero, de la Facultad de Ingeniería Eléctrica de la UTP y el Dr. Aramís Pérez, de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Costa Rica.

Dr. Aramís Pérez, Dra. Vanessa Quintero y Marshall Neipert durante la ronda de preguntas y respuestas

Ambos estudian de manera colaborativa cómo lograr alternativas para garantizar esta segunda vida de las baterías. Al respecto indicaron que se enfocan en estado de carga y de salud de la batería.

La carga es la cantidad de energía disponible en un momento dado. Por ejemplo, si manejo un vehículo eléctrico necesito saber que no me dejará en un punto de la ruta.

Salud es el otro componente: la degradación está relacionada con la pérdida de capacidad que puede tener la batería

“Estos dos indicadores se introducen en sistemas de monitoreo y nos ayudan a tomar decisiones en el caso específico de los vehículos eléctricos”, explicaron.

Sus estudios, que cuentan con el apoyo de la Senacyt, son aplicables al mercado panameño y procuran alternativas de uso para las baterías de autos eléctricos.

Ante los costos de los laboratorios para estudiar carga y salud de las baterías, diseñaron un sistema alternativo para obtener datos.

Entre sus conclusiones destacan que encontrar nuevas aplicaciones puede aumentar la vida útil de una batería existente hasta 10 años

De igual modo, determinaron que los protocolos de carga adecuados ayudan a la conservación y la inspección física es clave para prevenir problemas.

Estos resultados de la universidad panameña acompañan a un ecosistema innovador que se adelanta a la realidad de las nuevas energías y las respuestas necesarias de la mano con el ambiente.

Violeta Villar Liste
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