Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI
La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid. Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia. Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las Tablas, es presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión. Miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)
La enfermedad renal crónica, o insuficiencia renal crónica, produce una pérdida gradual de la función renal, por la cual los riñones, encargados de filtrar los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, que se deberían eliminar a través de la orina, dejan de funcionar progresivamente hasta que llegan a una fase conocida como enfermedad renal crónica avanzada o ERCA.
Esta disminución de la función provoca la acumulación de niveles peligrosos de líquido, electrolitos y desechos en el organismo, que son los causantes de los síntomas que tienen los pacientes: el edema o la retención de líquido; alteración en los niveles de potasio, fósforo y calcio; y retención de sustancias azoadas o urea.
El tratamiento de una enfermedad renal crónica se centra en retrasar el avance del daño renal, por lo general, mediante el control de la causa. Sin embargo, para controlar la causa es fundamental diagnosticarla tempranamente.
¿Cuáles son las causas de Enfermedad Renal Crónica en Panamá?
Evaluando estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censo, del Ministerio de Salud y de estudios científicos publicados, en Panamá la prevalencia de Hipertensión Arterial es de un 22% (https://www.paho.org/es/file/60718/download?token=uPPw_BT_) y en los pacientes en terapias de reemplazo renal, la prevalencia es de un 45% (según estudio evaluado en 1531 pacientes en diálisis en nuestro país (Vaccination and mortality from COVID-19: a comparative study between hemodialysis, peritoneal dialysis, and non-dialysis adult population in Panama – PMC (nih.gov)).
La prevalencia de Diabetes Mellitus tipo 2 se sitúa entre un 6 a un 9% según el Censo Nacional de Salud realizado en el 2018 y en las unidades de diálisis encontramos una prevalencia de un 35%.
Existen causas hereditarias, adquiridas, infecciosas, inmunológicas y medicamentosas, que pueden causar entre un 10 a un 15% de los casos de ERCA. Entre las causas hereditarias tenemos la poliquistosis renal, enfermedad congénita hereditaria que provoca quistes en la corteza renal y produce degeneración y daño renal; el síndrome de Alport y enfermedad de Fabry, en donde hay deficiencia en una proteína o acumulación, ambos por daño genético, lo que produce daño renal de manera lenta pero irreversible.
Las causas adquiridas pueden incluir cáncer de riñón, traumatismo renal por accidente o litiasis renal, en las que hay una obstrucción de la vía renal o alteración de la estructura, lo que puede producir sangrado y pérdida de la función renal, parcial o total.
Las causas infecciosas, inmunológicas y medicamentosas consisten en patologías como la glomerulonefritis y otras patologías glomerulares, la nefritis lúpica, las infecciones virales como el VIH, y algunos medicamentos, que pueden producir una afectación aguda que produce una inflamación severa que afecta la función de filtración de la sangre de manera inmediata o en un par de días, comprometiendo severamente la función renal, y que en algunos casos no se recupera, por lo que se produce el daño renal crónico.
Además, en algunas zonas de nuestro país se encuentra la Nefropatía Mesoamericana o ERC de causa no tradicional, que al igual que en todos los países de Centroamérica y algunos países de Asia, se presenta en hombres jóvenes (entre 30 a 50 años), que practican alguna actividad laboral con relación a exposición a altas temperaturas o calor. En nuestro país hemos identificado pacientes que realizan actividades de agricultura relacionadas con la caña de azúcar, arroz, tomate, maíz; pero también a transportistas de rutas y obreros de construcción. Chronic kidney disease of nontraditional causes in central Panama – PubMed (nih.gov)
En los países vecinos se han identificado pacientes que trabajan en fábricas de arcillas, policías, trabajadores de las salinas, industrias camaroneras y la minería. La causa más probable es la recurrencia de ciclos de deshidratación o falla renal aguda, asociados a la alta temperatura de la actividad que se desarrolla y la falta de una correcta hidratación, y además, asociada a estilos de vida no saludable, en donde se añade el consumo de bebidas alcohólicas, la mala nutrición, el uso indiscriminado de analgésicos y el contacto con insecticidas y agroquímicos sin la adecuada protección, y la genética de la población.
No podemos dejar de mencionar la obesidad, que cada vez ocupa un lugar de mayor importancia en nuestro país, con una prevalencia de alrededor de un 60% según los datos del Censo Nacional de Salud de 2018, que va a producir hiperfiltración en el riñón, lo que conlleva a la pérdida de proteínas en la orina y la cicatrización de las estructuras funcionales.
¿Qué síntomas produce la ERCA?
Los signos y síntomas de la enfermedad renal crónica se manifiestan con el paso del tiempo, ya que en la mayoría de los casos, el daño renal avanza lentamente.
Dependiendo de su gravedad, el paciente puede presentar alguno de los siguientes síntomas: náuseas, vómitos, pérdida de apetito, fatiga y debilidad por acumulación de sustancias nitrogenadas en el sistema gastrointestinal; problemas de sueño y disminución de la agudeza mental por acumulación de sustancias de desecho en la circulación; micción (orinar) más o menos disminuida, con presencia en su gran mayoría de hinchazón o edema de pies y tobillos por la disminución de producción de orina; calambres musculares debido a las alteraciones de los electrolitos; picazón y sequedad de la piel, por acúmulo de urea y otros deschos; falta de aire, si se acumula líquido en los pulmones, dolor en el pecho, si se acumula líquido en el revestimiento del corazón y presión arterial alta (hipertensión) debido al daño en el riñón.
¿Cómo podemos prevenir la ERCA?
Para reducir el riesgo de padecer una enfermedad renal, haz lo siguiente:
- Controla tus enfermedades con la ayuda de tu médico. Si padeces enfermedades o afecciones que aumentan el riesgo de una enfermedad renal, como la hipertensión y la diabetes evalúa con tu médico las maneras de controlarlas. Los medicamentos para controlar estas enfermedades son de uso diario y de por vida, con ajustes dependiendo el control o no de la patología. No deben suspenderse sin la indicación del médico.
- Mantén un peso saludable. Si tienes un peso saludable, mantenlo haciendo actividad física la mayoría de los días de la semana y llevando una dieta saludable.
- No fumes. Fumar cigarrillos puede dañar tus riñones y empeorar el daño renal existente.
- Control de bebidas alcohólicas. Es importante limitar el consumo de estas bebidas, ya que no solo afectan al riñón, si no al corazón, al cerebro y al hígado.
- Sigue las instrucciones de los medicamentos para el dolor. La dosis debe ser la indicada por el médico que maneja la patología que produce dolor. Tomar demasiados analgésicos durante mucho tiempo puede derivar en daños en el riñón.
Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI
