Cheri Lewis (Chitré, 1974), escritora, precursora de la primera tira cómica para niños creada en Panamá y embajadora global de las ardillas, acaba de ganar la primera versión del Premio Sagitario Ediciones de Narrativa “Ariel Barría Alvarado” 2021 (cuento), con la colección Esto no es vida.
El jurado del premio creado por el escritor Enrique Jaramillo Levi para honrar la memoria del escritor y docente Barría Alvarado (fallecido el 11 de junio de este año), integrado por los escritores Fredy Villarreal, Salvador Medina Barahona y Álvaro Valderas, destacaron que la autora “presenta historias muy originales, salpimentadas con chispas de humor, con énfasis en el sarcasmo y la ironía”.
La propuesta, valora el jurado, posee un buen ritmo narrativo, es de lectura amena, con un notable poder de persuasión, donde sobresalen las mudas hacia lo insólito, sin perder del todo el contacto con la realidad, lo cual la destaca visiblemente del conjunto.
Lewis es autora también de los libros Abrir las manos (2013); Vivir con alegría (2018) y El hilo que nos une (2019).
18 obras participantes
El Premio consiste en la suma de $1,000,00; Diploma de Honor al Mérito y la publicación de la obra ganadora por parte de Foro/taller Sagitario Ediciones, entidad convocante.
Se informó que en el certamen participaron 18 obras y cuatro fueron descalificadas.
El acto de premiación y presentación ya impresa de la obra ganadora tendrá lugar el viernes 17 de diciembre, a las 4:00 pm, en la Biblioteca Nacional “Ernesto J. Castillero R.” (Parque Omar).
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La oscura claridad de la escritura de Cheri Lewis
En este diálogo, la autora celebra el galardón y habla de una escritura que se gestó en pandemia. Al final, el encierro ha sido una provocación para el hacer creativo.
-¿Qué significa en su trayectoria inaugurar este premio?
-Es un gran honor, sobre todo porque el premio es un homenaje al profesor Ariel Barría, una persona muy querida, que significó mucho en el ámbito literario panameño. Hay mucho cariño detrás de este concurso y eso le añade un valor adicional al reconocimiento de haberlo ganado. Se siente aún más bonito.
Explica que el libro consta de 10 cuentos, que era la cantidad máxima con la que se podía concursar.
“Hay una mezcla de sarcasmo, ironía, humor negro y, quizás también, algo de terror. Escribí la mayoría de los cuentos durante la pandemia, eso les añadió un poco de oscuridad”.
-¿Cuál es el aporte de la escritura con mano de mujer a este gran mosaico de la literatura panameña?
-La literatura no debería tener género. El hecho de participar con un seudónimo ayuda a romper con aquello de que los hombres escriben de una manera y las mujeres de otro, o que hay un público masculino y uno femenino.
Este año el concurso Ricardo Miró estuvo dominado por escritoras y es una prueba más de la calidad y el trabajo literario que producen las mujeres en el país y a nivel mundial.
–A propósito, ¿qué dirán las ardillas?
-Las ardillas siempre se alegran de los logros de sus semejantes, aunque últimamente están bastante ocupadas tratando de salvar el mundo.
Un premio que celebra el cariño hacia Ariel Barría
Jaramillo Levi sostiene que este Premio, “es un pálido reflejo del honor que merece el destacado cuentista, novelista (cinco veces ganador del Premio Nacional Ricardo Miró) , docente y promotor cultural Ariel Barría Alvarado, que además era uno de mis mejores amigos.
Observa que la “alta participación de obras en este primer certamen es señal de que nuestros escritores se han sentido involucrados”.
Para el próximo año espera seguir convocando el certamen literario y alternar entre cuentos y novela corta, géneros que cultivó Barría.
Este certamen se suma a otros creados por Jaramillo Levi y que mantienen su convocatoria: El Premio de Poesía Joven «Gustavo Batista Cedeño», del Ministerio de Cultura (que empezó en 1992 en el antiguo INAC); el Premio Centroamericano de Literatura «Rogelio Sinán» y el Premio Nacional de Cuento «José María Sánchez» (ambos creados en la Universidad Tecnológica de Panamá en 1996).
Destaca que la obra de Cheri Lewis, conforme al dictamen del jurado calificador, es renovadora en sus propuestas.
-Una reflexión a propósito de la importancia de este tipo de convocatorias para reconocer el esfuerzo literario…
-Como no existen becas para escritores talentosos, como en otros países (México, por ejemplo), ni el Ministerio de Cultura publica obras que no hayan sido premiadas en alguno de sus concursos, este tipo de nuevo certamen, al igual que los de la UTP, son fundamentales.
Yo mismo, siendo muy joven y extranjero, llegué a ese país inmenso becado como cuentista por una institución mexicana (el Centro Mexicano de Escritores) en 1971, en concurso abierto para Centroamérica en el que participaron 14 otros autores de los demás países del área, en todos los géneros literarios.
«Mis compañeros becarios eran cinco jóvenes escritores mexicanos. Me renovaron otro año la beca. Y me fui quedando por todas las oportunidades que surgieron (editoriales, de estudios y de docencia universitaria), hasta completar 12 largos años; regresé a Panamá en 1983″.
