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Debido a que el sistema inmunitario de los niños madura, es muy importante proveerles desde el inicio de la gestación todos los cuidados que necesitan. Es vital tomar conciencia de que la salud del niño comienza desde el vientre materno

Por: Dra. Ana Gabriela Lucas

La autora es médico pediatra. Miembro de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (socio adherente), de la Academia Americana de Pediatria (delegado Internacional) y de la Sociedad Panameña de Pediatría En Facebook: Dra Ana G. Lucas en Instagram: @dranalucas.pediatra

La escuela representa mucho más que la alfabetización de nuestros niños; la educación es un

elemento vital para el desarrollo, un igualador de oportunidades.

En las escuelas se inicia el trayecto  de vida en sociedad, se generan relaciones con los pares, se aprende a esperar, a compartir, a  entender y a argumentar la posición de otros, entre muchas otras cosas más, todas fundamentales  e irremplazables.

Sin embargo, para muchos papás la escuela es sinónimo de tos, mocos, estornudos y una larga lista de afecciones respiratorias. Una de las preguntas que nunca falta en las consultas es: ¿Qué puedo hacer yo para que mi hijo no se enferme tanto?

Primero, es importante recordar que el sistema inmunológico es el encargado de protegernos de las enfermedades infecciosas. Está formado por una red compleja de células y órganos que protegen el cuerpo de las infecciones por diferentes microorganismos como bacterias, virus, parásitos y hongos.

Debido a que el sistema inmunitario de los niños madura, es muy importante proveerles desde el inicio de la gestación todos los cuidados que necesitan. Es vital tomar conciencia de que la salud del niño comienza desde el vientre materno. Para asegurar la salud del pequeño, la mamá debe cumplir con todos los controles del embarazo, consumir una dieta balanceada, tomar los suplementos recetados por su médico de cabecera y recibir las vacunas que la protegen tanto a ella como al bebé contra enfermedades infecciosas, tales como la tos ferina, la COVID-19 y la influenza.

Uno de los mejores consejos para mejorar la función del sistema inmune de un niño es amamantarlo en forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida, puesto que la leche materna contiene anticuerpos y células que la madre posee, y que al pasar al niño lo protegen contra muchas enfermedades respiratorias agudas, como la neumonía y la otitis, y otras gastrointestinales, como la diarrea.

Otra medida muy efectiva para evitar infecciones es la vacunación. Las vacunas le enseñan al cuerpo a defenderse cuando los microorganismos, como virus o bacterias, lo invaden. Las vacunas exponen al sistema inmunológico a una cantidad muy pequeña y segura de virus o bacterias que han sido debilitados o destruidos; así este aprende a reconocer y luego atacar la infección si uno está expuesto a ella posteriormente. Como resultado, la persona que recibe las vacunas no resultará infectada, o tendrá una infección más leve.

Por otro lado, es importante considerar retrasar el ingreso de nuestros hijos a la guardería hasta al menos los 2 años de edad.

Si bien es cierto que las guarderías son casi indispensables para los padres que trabajan, es común que los niños que van a la guardería se enfermen más frecuentemente que aquellos niños que no asisten a estas instituciones. Al haber varios niños coincidiendo en un mismo espacio físico, es casi imposible evitar que compartan juguetes, lápices, vasos, comida, así como también virus y bacterias.

Otra medida eficaz para evitar infecciones es mantener una nutrición sana y equilibrada. Nuestro cuerpo necesita muchos nutrientes (proteínas, hidratos de carbono, minerales, vitaminas, fibra y grasas) para funcionar adecuadamente y, por supuesto, una buena nutrición ayudará a que el sistema inmunológico funcione mejor.

La higiene personal también es muy importante para combatir infecciones y enfermedades. La rutina diaria de los pequeños debe incluir lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño, bañarse todos los días, lavarse los dientes, entre otros hábitos de higiene personal. Estas son algunas costumbres que ayudan a prevenir infecciones, y que debemos enseñarles desde pequeños.

Por último, pero no menos importante, no debemos olvidar que los niños necesitan recibir cariño, tener tiempo para jugar y descansar adecuadamente, para favorecer su salud física y emocional.

En resumen, mi receta para prevenir las infecciones en los niños es muy sencilla; tiene bastante de sentido común y una pizca de disciplina.

Para empezar, hay que cumplir con las recomendaciones médicas durante el embarazo, luego dar lactancia materna al menos durante los primeros 6 meses de vida del bebé, y no olvidar mantener todas sus vacunas al día.

Mientras va creciendo nuestro bebé, es importante hacer énfasis en la importancia de la higiene personal, mezclar partes iguales de alimentación saludable, juego y buen descanso y para terminar darles mucho cariño. La receta no es 100% infalible, pero ayudará a disminuir la incidencia de enfermedades, manteniendo así a nuestros niños saludables para que sigan creciendo y disfrutando de todas sus actividades.

Por: Dra. Ana Gabriela Lucas