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Los pacientes no desarrollan diabetes tipo 2 de forma automática sin antes haber iniciado en prediabetes, por lo que la hemoglobina glicosilada es una herramienta valiosa para monitorear la enfermedad

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI | Miembro de CENCAM y ISNi3C

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las TablasMiembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)

La hemoglobina es una proteína que se encuentra dentro de los glóbulos rojos. Se encarga de transportar oxígeno a todas las células del cuerpo. Las moléculas de glucosa de la sangre se adhieren a las de hemoglobina, con lo que se produce una glucosilación de la hemoglobina.  A medida que aumenta el nivel de azúcar en sangre de una persona, una mayor proporción de su hemoglobina se glucosila. Un glóbulo rojo dura aproximadamente 3 meses, por lo que la glucosa queda adherida a la hemoglobina durante toda la vida del glóbulo rojo, es decir de 2 a 3 meses.

Para medir esta reacción existe la llamada hemoglobina glicosilada, también conocida como HbA1c,  prueba en sangre que desde hace muchos años forma parte de los estudios para el diagnóstico y control de la diabetes tipo 2 y la prediabetes y es distinta a las pruebas caseras que las personas diabéticas se realizan a diario en casa.

La prueba de hemoglobina glicosilada no requiere ninguna preparación especial. Sin embargo, como normalmente se solicita junto con la prueba de glucosa en ayunas, puede ser necesario un ayuno de al menos 8 horas.

¿Cómo funciona y cuáles son los valores?

El valor de la HbA1c se puede utilizar para evaluar a un paciente de manera única o en combinación con otras pruebas para diagnosticar la pre diabetes,  hacer diagnóstico de diabetes y para evaluar cómo están los controles de diabetes a lo largo del tiempo, ya que muestra el nivel medio de glucosa en sangre que tenía la persona dos o tres meses antes de someterse a la prueba.  

Un nivel de HbA1c normal es menor al 5,7%. Si el resultado se encuentra entre 5,7% y 6,4%, se considera pre diabetes. Un valor por encima de 6.5% se considera diabetes.

Las personas con prediabetes deben repetir la prueba cada año, al igual que las personas en riesgo (antecedentes familiares, obesidad). Si tienes diabetes controlada, debes someterte a la prueba HbA1c al menos dos veces al año, y el médico podrá evaluarla cada 3 meses si fuera necesario.

Importancia de las metas

Los objetivos terapéuticos se pueden dirigir según la edad y las complicaciones que presente el paciente. La meta de HbA1c para muchas personas con diabetes es un porcentaje inferior a 7%. Debe ajustarse según la edad, tiempo de evolución de la diabetes, complicaciones asociadas, debido a que para algunas personas se necesitará llegar a valores más bajos que en otras.

Si el paciente tiene menos de 75 años, debe mantener el valor por debajo de 7.0% y de manera óptima, por debajo de 6.5%. Si el paciente tiene más de 75 años y tiene complicaciones o comorbilidades graves, el valor se puede elevar hasta 8.0%.

Algunos pacientes pueden tener alteraciones en los valores.  Los pacientes con anemia hemolítica, el tratamiento con eritropoyetina y la repleción de los depósitos de hierro y vitamina B12 generan incremento del número de reticulocitos (glóbulos rojos jóvenes) en la circulación general, lo que implica que estas células presenten menor exposición a la glucemia y disminuyan los niveles de glicación; y en algunas enfermedades como enfermedades hepáticas crónicas, la esplenomegalia, artritis reumatoidea, uso de antirretrovirales, los niveles de HbA1c pueden estar disminuidos.  La ingestión crónica de ácido acetilsalicílico y de dosis elevadas de vitamina C y E, así como otros antioxidantes y los medicamentos antirretrovirales reducen la tasa de glicación de las proteínas, lo que también implicaría niveles más bajos de HbA1c. En cada caso, deben realizarse la evaluación individualizada por el médico tratante.

Importancia de la medición y control

Es importante mencionar que los pacientes no desarrollan diabetes tipo 2 de forma automática sin antes haber iniciado en prediabetes, por lo que la hemoglobina glicosilada es una herramienta valiosa para monitorear la diabetes y prevenir complicaciones a largo plazo.

Existe una relación directamente proporcional entre los niveles de hemoglobina glucosilada y la presencia de complicaciones crónicas, que son aquellas que afectan al corazón, los ojos, los riñones y los nervios, por lo que es importante mantener los valores normales.

Al disminuir un 1% el valor de hemoglobina glicosilada, podemos disminuir en 37% el riesgo de enfermedad microvascular, en 43% el riesgo de enfermedad vascular periférica, en 14% el riesgo de infarto de miocardio, en 12% el riesgo de accidente cerebrovascular, en 16% el riesgo de insuficiencia cardíaca congestiva, en 19% el riesgo de cataratas y en 21% el riesgo de muerte relacionada con diabetes. Además, mantener el valor en lo normal, disminuye el riesgo de enfermedad renal crónica por nefropatía diabética en un 53%.

Las recomendaciones generales para las personas con prediabetes, es que las intervenciones tempranas producen que los niveles de glucosa en sangre vuelvan al rango normal. Los estudios han demostrado que se puedes disminuir el riesgo de diabetes tipo 2 en un 58% si se logra disminuir el peso corporal, por lo cual las intervenciones de dieta balanceada y saludable, sumada a ejercicio son importantes. Hacer ejercicio moderadamente, como caminar a paso ligero, 30 minutos al día, cinco días al día semana.

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI | Miembro de CENCAM y ISNi3C