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Para diagnosticar alguna manifestación del síndrome de bata blanca, el médico no solo se basará en las lecturas de presión arterial tomadas en el consultorio, sino que también considerará su historial médico

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI | Miembro de CENCAM y ISNi3C

La Dra. Karen Courville es egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá. Realizó estudios en Medicina Interna y Nefrología en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo A. Madrid.  Tiene un Fellow en Investigación Renal del Instituto Mario Negri en Bérgamo, Italia.  Investigadora del Instituto de Ciencias Médicas de Las TablasMiembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI)

La hipertensión de bata blanca, o también conocida como la «hipertensión de consultorio», ocurre cuando la presión arterial de una persona aumenta de forma temporal en un entorno médico, pero que se mantiene normal en otras situaciones. Es como si la presión arterial se pusiera nerviosa al ver la bata blanca.

Si bien la hipertensión de bata blanca no suele ser grave por sí sola, algunos estudios sugieren que podría aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión sostenida en el futuro, e incluso de sufrir enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares. Por eso, es importante tomarla en serio y tomar medidas para controlarla.

Síndrome de hipertensión de bata blanca

Este fenómeno puede observarse tanto en pacientes hipertensos como normotensos. Algunos estudios explican este efecto de elevación de la presión a un reflejo neuroendocrino mediado por el sistema nervioso simpático, condicionado por la preocupación anticipada de sufrir una nueva enfermedad durante la medición de la presión, siendo involuntario.  Se describen tres tipos diferentes.

Si la presión se eleva en un paciente hipertenso que está en tratamiento y tiene niveles elevados de presión en el consultorio, asociado a la presencia del médico o profesional de la salud, se llama efecto de bata blanca.

Se puede confirmar si los valores de la presión en el consultorio son   significativamente mayores (>20 mmHg para la presión arterial sistólica y >10 mmHg para la presión arterial diastólica) en comparación con las mediciones fuera del consultorio, como un monitoreo en casa.

La hipertensión de bata blanca se caracteriza cuando el individuo sin tratamiento antihipertensivo presenta niveles de presión arterial elevados (por encima de la referencia para ser caracterizado como hipertenso) en el consultorio, pero con lecturas normales cuando se mide mediante registro de monitoreo ambulatorio de 24 horas o tomas aisladas en casa. Se diagnostica después de al menos tres ocasiones en las que la PA en el consultorio es ≥140/90 mmHg cuando la media ambulatoria media de 24 horas es <135/85 mmHg.

La hipertensión enmascarada se caracteriza como una condición inversa de la hipertensión de bata blanca, ya que los pacientes presentan niveles adecuados de presión arterial en el consultorio (<140/90 mmHg) pero niveles altos fuera del consultorio mediante monitorio ambulatorio de 24 horas (≥130/80 mmHg) o mediciones aisladas en casa (≥135/85 mmHg). Se puede presentar en individuos jóvenes con diabetes y/u obesidad, antecedentes familiares de hipertensión, o con datos de hipertrofia de ventrículo izquierdo. Es menos frecuente que las dos primeras.

Medidas para confirmar o descartar el diagnóstico

Para diagnosticar alguna manifestación del síndrome de bata blanca, el médico no solo se basará en las lecturas de presión arterial tomadas en el consultorio, sino que también considerará su historial médico (presencia de factores de riesgo para la hipertensión, como antecedentes familiares, sobrepeso o una dieta poco saludable); lecturas de presión arterial en casa; o monitoreo ambulatorio de la presión arterial (MAPA).

En el método del registro de presión arterial en casa, las personas pueden realizar fácilmente su medición de la presión arterial. Este método presenta algunas ventajas porque es bien aceptado por los pacientes y es más económico que el MAPA. Sin embargo, con este método no es posible observar las fluctuaciones de presión durante el período de sueño de los pacientes y además puede presentar errores al momento de la medición debido al uso de dispositivos inexactos y manipulación inadecuada del individuo.

Requiere de una indicación básica, usualmente explicada por el médico y utilizando un dispositivo  adecuado. El paciente debe sentarse en una silla cómoda con la espalda recta (apoyada al respaldar) y ambos pies apoyados en el suelo. 

El paciente debe quedarse en reposo durante unos minutos antes de tomarse la presión arterial. Se debe colocar el brazalete del tensiómetro alrededor de su brazo izquierdo, en el tercio distal, cerca de la flexura del codo y el brazo debe quedar a la altura del corazón.

Si es un tensiómetro digital de muñeca, debe leerse las instrucciones del fabricante para la colocación del brazalete y de igual forma elevar el brazo sobre el apoya brazo o sobre la mesa. Se recomienda realizar mínimo 3 lecturas y anotar la última.  Es importante anotar la fecha, la hora y la lectura de la presión arterial en un diario, para luego llevar al médico el día de la evaluación.

El MAPA o monitoreo ambulatorio de la presión arterial, es un método oscilométrico capaz de monitorizar la presión arterial de los pacientes durante un período de 24 horas, proporcionando mediciones más precisas y también incluye las variabilidades diurnas y nocturnas.

Además, proporciona información más precisa de la presión arterial asociada a la rutina del individuo, demuestra si existe hipertensión nocturna y evalúa la eficacia de la terapia antihipertensiva durante 24 horas. Presenta algunas desventajas como la renuencia de algunos pacientes a realizar el examen debido a la incomodidad que causa y la posibilidad de lecturas inexactas durante las actividades que realicen los pacientes que provocan una reproducibilidad imperfecta.

¿Qué porcentaje de pacientes con hipertensión de bata blanca tienen realmente hipertensión?

Se estima que entre el 20% y el 40% de las personas con síndrome de bata blanca terminan desarrollando hipertensión sostenida.

Debido a la posibilidad de empeorar el pronóstico cardiovascular y el riesgo de ​​desarrollar una lesión en órgano blanco como enfermedad cardíaca (infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca y angina de pecho); accidente cerebrovascular (hemorragia cerebral e isquemia cerebral); enfermedad renal crónica; y/o daño ocular con retinopatía hipertensiva; todas las personas con efecto de bata blanca, hipertensión de bata blanca o hipertensión enmascarada deben tener un seguimiento, para poder ser diagnosticadas adecuadamente para favorecer las intervenciones terapéuticas necesarias.

Si se le diagnostica hipertensión de bata blanca, se debe desarrollar un plan de control personalizado el cual debe incluir cambios en el estilo de vida, que incluya dieta saludable, ejercicio regular, control del peso, dejar de fumar y manejo del estrés.

Por: Dra. Karen Courville, FACP, SNI | Miembro de CENCAM y ISNi3C