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Por: Violeta Villar Liste con datos de PARI y Massachusetts General Hospital

Detener el proceso de envejecimiento del cerebro no es posible pero sí disminuir el riesgo del deterioro cognitivo y la demencia, una discusión pertinente este 22 de julio, cuando se conmemora el Día Mundial del Cerebro

El cerebro es pequeño: 2% del peso corporal, pero es un trabajador incansable: incluso en la noche está activo.

De hecho, desde el Centro de Neurociencias del Instituto de Investigaciones Científicas Avanzadas y Servicios de Alta Tecnología Indicasat – AIP ) que impulsa  la Iniciativa de Investigación Enfocada en el Envejecimiento en Panamá (Panama Aging Research Initiative en inglés, conocido por su abreviatura de PARI) explican que el cerebro representa el 60% del consumo diario de glucosa y el 20% de oxígeno.

Lo definen como “el órgano central del sistema nervioso, localizado en la cabeza y protegido por el cráneo”.

Noble, enigmático y trabajador, también se cansa con la edad: “El volumen general del cerebro comienza a reducirse cuando tenemos entre 30 y 40 años y la tasa de reducción aumenta alrededor de los 60 años”.

Detener el proceso de envejecimiento del cerebro no es posible pero sí disminuir el riesgo del deterioro cognitivo y la demencia, una discusión pertinente este 22 de julio, cuando se conmemora el Día Mundial del Cerebro.

Los científicos al frente de PARI, iniciativa liderada por la Dra. Gabrielle B. Britton y su equipo, exhortan a medidas fundamentales como cuidar la salud física, controlar la presión arterial, comer sano, mantener conexiones sociales, controlar el estrés, evitar fumar o el exceso de alcohol y cuidar la calidad del sueño:PARI: Científicos que luchan porque la vejez no sea sinónimo de enfermedad

Demencia, la quinta causa de muerte en Latam

La Dra. Liliana Ramírez Gómez, neuróloga conductual y directora Clínica de la División de Trastornos de la Memoria en Massachusetts General Hospital, a propósito de la fecha, habló sobre ¿Cómo cuidar la salud cerebral 360°? Maximizando la salud del cerebro para disminuir el riesgo de deterioro cognitivo. Fue el tema escogido para el tercer evento virtual de 2023 del sistema Mass General Brigham.

Datos a tomar en cuenta:

  • En América Latina las investigaciones muestran que la prevalencia de la demencia aumenta a medida que aumenta la edad.
  • Considerando rangos de edad, entre 60 y 64 años hay una prevalencia del 1%; entre 70 y 74 del 2%; 75 a 79 años del 6% y luego de los 80 la cifra incrementa hasta 14%, según cifras del Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria de la Universidad de Washington.

La Dra. Ramírez Gómez, quien también es instructora en Neurología en la Facultad de Medicina de Harvard, advirtió que la demencia es la quinta causa de muertes en la región y, de manera preocupante, esta cifra ha incrementado en 124% desde el año 2000.

La cardiopatía isquémica se sitúa como la primera causa de muerte, seguida por diabetes, accidente cerebrovascular y EPOC. En sexto lugar, la nefropatía crónica.

¿Qué tipos de demencia existen?

La especialista, de manera didáctica, señaló que la demencia se expresa por un deterioro de las capacidades de la persona, al punto de necesitar ayuda para continuar sus actividades.

“La demencia es el síntoma general, así como la fiebre se puede deber a una infección o una neumonía. Una vez ocurre, los médicos buscamos la causa. Por lo general es el Alzheimer la causa más común de demencia, seguida de demencia de tipo vascular, demencia de cuerpos de Lewy y la fronto-temporal”.

Hay una demencia llamada reversible que se puede atender y es debido a problemas en la glándula tiroides, por deficiencia de vitamina B12, depresión o ansiedad.

“Lo que no podemos cambiar es la genética ni la edad y es la edad el mayor factor de riesgo de Alzheimer”, afirmó.

La noticia positiva, y en la que hizo énfasis, es en la existencia de factores de riesgo modificables que ayudan a cuidar el cerebro y prevenir el deterioro cognitivo.

De hecho, si se eliminan estos factores de riesgo modificables, es posible reducir en 56% “la probabilidad de desarrollar demencia, e incluso, otras enfermedades como los ataques al corazón o los accidentes cerebrovasculares”.

Estamos hablando de mejorar el nivel educativo, evitar el sedentarismo, el aislamiento social o hábitos como el tabaquismo.

La especialista indica que además de mejorar el riesgo de demencia, estas medidas ayudan a eliminar la incidencia de otras causas de mortalidad como la cardiovascular.

Conductas saludables para el cerebro

Fuente: Charla ¿Cómo cuidar la salud cerebral 360°? Maximizando la salud del cerebro para disminuir el riesgo de deterioro cognitivo

La Dra.Ramírez Gómez reflexionó que los hábitos saludables se deben fomentar desde la niñez, mantener en la adultez y la edad mayor.

Ejercicio físico:

  • Numerosos estudios sobre la actividad física muestran que de 30 a 60 minutos de ejercicio cardiovascular 3 o más veces por semana están asociados con un menor riesgo de progresar de un deterioro cognitivo leve a demencia.
  • Mejorar la condición física a través del ejercicio regular ha demostrado aumentar la memoria y el funcionamiento diario en pacientes con demencia, y mejorar la cognición global, la función ejecutiva y la atención en pacientes con deterioro cognitivo leve

Nutrición:

  • La DASH (Enfoques Alimenticios para Detener la Hipertensión) es una herramienta para el tratamiento de la presión alta y consiste en el bajo consumo de grasas saturadas, de dulces y un mayor consumo de productos lácteos.
  • La Dieta Mediterránea se basa en aceite de oliva como la grasa principal, un alto consumo de pescado y disminuir el consumo de carnes rojas.

Otras conductas saludables

  • Ser intelectual, ser social
  • Bajar los niveles de estrés
  • Más horas de sueño
  • “Corazón saludable, cerebro saludable”. Hay un vínculo poderoso entre los dos.

Valores a considerar

  • Cuídese de la presión arterial alta, del colesterol alto, de la diabetes y el síndrome metabólico
  • De igual forma la salud mental es importante ya que la depresión está relacionada con altos niveles de cortisol y la inflamación crónica del cerebro.

Con relación al nuevo tratamiento aprobado por la FDA (6 de julio de 2023) para detener el avance de la enfermedad de Alzheimer, señaló que se trata de un anticuerpo monoclonal. No significa una cura, debe administrarse en la etapa leve de la enfermedad y también tiene contraindicaciones. “Para los médicos tratantes implicará una consejería muy extensa a quienes deciden recibirlo”.

Mujer, hidratación… algunas preguntas

Durante la sesión de preguntas y respuestas con la Dra. Ramírez Gómez luego de su intervención virtual ante los medios, se produjeron reflexiones de valor que también aportan a la discusión sobre salud cerebral. A continuación se comparten:

  1. ¿Existen diferencias en el cuidado de la salud cerebral en diferentes etapas de la vida, como la infancia, la edad adulta y la vejez? ¿Cuáles son esas diferencias?

R: Hay diferencias en cuidar la salud cerebral incluso antes del nacimiento. La Academia Americana de Neurología ha desarrollado una iniciativa que incluye el espectro de toda la vida sobre cómo cuidar la salud cerebral. Esto incluye la preconcepción, es decir, desde la etapa fetal. De igual forma, desde la infancia se puede abordar desde la educación, el acceso a una alimentación adecuada, el acceso a otros servicios de salud o a la vacunación.

Cuando estamos en la edad media, es muy importante cultivar la salud, en cuanto al ejercicio y la dieta, así como mantenerse muy activos en cuanto a la actividad social, física, mental y emocional.

¿Cuáles son las diferencias de géneros especialmente en mujeres, en la enfermedad de Alzheimer?

LR: Las estadísticas indican que la demencia y la enfermedad de Alzheimer es más prevalente en las mujeres. Algunos científicos argumentan que es más común porque las mujeres tienden a vivir más que los hombres. Otros argumentan que se debe a las hormonas, ya que se ha estudiado el valor de los estrógenos en el funcionamiento cerebral y cómo durante la menopausia hay una caída a nivel hormonal que lo impacta.

De igual forma, estudios preliminares indican que los tratamientos también pueden llegar a tener mejores efectos en cuanto al género, pero esto es algo que aún seguimos aprendiendo e investigando.

¿Cuál es el impacto específico en los cuidadores de paciente con enfermedades en cerebro y cuáles son sus recomendaciones específicas para el tema?

LR: Se sabe que los cuidadores tienen unos niveles mucho más altos de estrés comparados con la población general, por lo que tienen más riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como la hipertensión; de igual forma tienen una mortalidad más alta y su sistema inmune también se ve afectado. Hay estudios que muestran que los cuidadores tienen una respuesta más baja a vacunas, así como menos anticuerpos comparados con otras personas.

Es importante que los cuidadores no descuiden su salud y aprendan a identificar síntomas que puedan afectar su calidad de vida, así como buscar atención médica y apoyo de otros familiares.

¿Qué papel juega la hidratación en la prevención de enfermedades del cerebro o demencia?

LR: No tenemos un estudio que diga si alguien deshidratado crónicamente, es más propenso a desarrollar demencia, pero sí sabemos que uno de los síntomas de la deshidratación es la confusión.

Vemos a personas mayores que llegan a emergencias, con un estado de confusión agudo, y muchos de los síntomas pueden ser explicados por deshidratación, por lo que pueden manifestarse cambios de la conciencia que no están relacionados con demencia.

Sin embargo, la hidratación es muy importante siempre, especialmente hoy en día que se presentan olas de calor.

La prevalencia de la demencia aumenta conforme envejecemos. Pero, ¿es posible que una persona nunca presente síntomas de demencia?

LR: Hay algo que se llama el envejecimiento exitoso. Ya lo estamos estudiando, en inglés se llaman los “superagers”. Son las personas que envejecen con una capacidad cognitiva excelente. Idealmente ese es el envejecimiento al queremos llegar con todas nuestras capacidades mentales.

La demencia no es algo normal del envejecimiento, ese es un mito que nosotros tenemos que ayudar a revocar, incluso hay personas que no acuden a consulta a tiempo porque creen que la pérdida de la memoria es parte del envejecimiento normal, pero eso no es verdad.

Por: Violeta Villar Liste con datos de PARI y Massachusetts General Hospital