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Dr. Igor Morr García

El 10 de agosto del año 1954 un grupo de la vanguardia de cardiólogos en Venezuela, conscientes de su papel histórico en el contexto de la salud cardiovascular venezolana y mundial, decidieron congregarse en una sociedad científica, que les permitiese unir sus esfuerzos dentro de un espacio científico y académico, con el objetivo de crear un escenario que los proyectase en el mundo de la cardiología global.

Fueron treinta y cinco especialistas, la mayoría de Caracas -solo cuatro cardiólogos del interior firmaron el acta constitutiva- quienes dan inicio a una nueva etapa de la cardiología nacional.

Desde entonces, la Sociedad Venezolana de Cardiología (SVC) ha sido el núcleo central donde convergen todos los cardiólogos del territorio nacional, unidos en un marco conceptual y organizativo, cuya misión principal se basa en la educación médica continua de sus agremiados, el apego a las normas científicas y éticas que rigen a la cardiología moderna y el farol que vela por la aplicación de las buenas prácticas clínicas en el escenario de la salud cardiovascular-pública y privada, a nivel nacional.

Esta iniciativa constitutiva tiene sus comienzos en el año 1953, cuando se crea un grupo promotor integrado por los doctores Bernardo Gómez, Gustavo de la Plaza, Gilberto Morales Rojas, Juan José Puigbó, Carlos Gil Yépez, Antonio Sanabria, Enrique Vivas Salas y Eloy Dubois.

Bandera de la Sociedad Venezolana de Cardiología

El Dr. Bernardo Gómez delegó en los doctores Morales Rojas y Puigbó la tarea de elaborar un anteproyecto de estatutos societarios, el cual una vez discutido y revisado, se sometería a la consideración del universo de los cardiólogos, aspirantes a constituir y a formar parte de la Sociedad.

La cardiología venezolana tiene sus inicios en la segunda década del siglo 20, época durante la cual comienzan a utilizarse los inventos recientes como el esfigmomanómetro (tensiómetro), la radiología y la electrocardiografía, adelantos tecnológicos que complementan el desarrollo de la semiología, la clínica y la terapéutica cardiovascular, que en los primordios del siglo XX habían sido desarrollados en Europa y en los Estados Unidos de Norte América.

A la pregunta de quién fue el primer cardiólogo en Venezuela, todo parece indicar que el zuliano Dr. Heberto Cuenca, tiene el honor de ser reconocido como el pionero de esta especialidad en el país. Este reconocimiento es avalado por el hecho que Cuenca fue el primer médico que trajo y utilizó el primer equipo de electrocardiografía en el territorio venezolano.

Por su parte, el Dr. Bernardo Gómez, quien lideró la idea de crear esta sociedad nacional de cardiología, fue su primer presidente (1954-1955). Este ilustre personaje está íntimamente relacionado con la cardiología venezolana, como líder en la creación de los primeros servicios de cardiología y el ideólogo del primer curso de especialización en esta especialidad.  Tuvo también un relevante papel en la creación de la División de Enfermedades Cardiovasculares del Ministerio de Asistencia Social en los años 50 (actual MSDS), del cual fue su primer presidente.

Como parte de la línea estratégica orientada a fortalecer la identidad de los miembros de la SVC, durante la gestión presidencial del Dr. Bartolomé Finizola, en el año 2008, fue decretado el 10 de agosto como la fecha conmemorativa del cardiólogo venezolano.

Conjuntamente con este decreto también se establece la creación de la bandera y del himno de la SVC, inaugurados oficialmente durante el Congreso de Cardiología Venezolano en el año 2009.

La Sociedad Venezolana de Cardiología, con sus sesenta y siete años de historia, que serán conmemorados el 10 de agosto del presente año, se ha convertido en una sociedad madura y sexagenaria, con nuevos retos y grandes compromisos por desarrollar en pro de sus agremiados y por la buena salud cardiovascular de la población venezolana.


Himno de la Sociedad Venezolana de Cardiología

I
Agrupa a los Cardiólogos de Venezuela
Concentra sus acciones en unidad,
Salud Cardiovascular para la población
Misión fundamental de nuestra Sociedad.
II
Capacita a sus miembros.
Les da su orientación,
proporciona herramientas
en su formación (Bis). 
 
III
Treinta y cinco eminentes cardiólogos
compartiendo el sentir del momento,
Iniciaron en un diez de agosto,
Lo que hoy constituimos cientos. 
 
IV
Con la ciencia como eje de acción
con principios y valores constantes,
lo social es su motivación
su consigna es seguir adelante. 
 
V
Lo de antaño y de hogaño se unen
con visión de un futuro vibrante,
y lo propio y lo ajeno se funden,
produciendo una nueva resultante

Dr. Igor Morr García

El autor de este texto es el Dr. Igor Morr García, FACC FLASH • Cardiólogo • Profesor asociado de la Universidad de Carabobo. Maracay, Venezuela • coordinador del Consejo de Cardiología Tropical de la Sociedad Interamericana de Cardiología