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Gerente educativa y rectora del Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE), su trayectoria es ejemplo del camino que puede forjar una mujer para derribar mitos y hacer historia

Por: Violeta Villar Liste

“Desde mi perspectiva académica entendí que, tras la recuperación del Canal, el desafío era garantizar su operación con calidad y pertinencia. Fue así como me involucré en el ámbito académico y científico, explorando el mundo de la logística y la cadena de suministro«

Ha sido la primera en varios capítulos de una historia que cuenta con orgullo: La primera en ocupar el cargo de secretaria nacional adjunta de la Senacyt; la primera reinsertada del programa de la Senacyt para personas que se forman en el exterior y la primera investigadora acreditada en el área de Logística y Cadena de Suministro al incorporarse en el Sistema Nacional de Investigación (SNI).

La Dra. Milena Gómez Cedeño, gerente educativa y rectora del Instituto Técnico Superior Especializado (ITSE), cargo que ganó por concurso, conversa, a propósito del Mes de la Mujer, de su legado profesional y de la determinación de lograr todo aquello que parece imposible hasta que se logra, como conciliar vida profesional y familiar y subir los peldaños de una carrera de éxito.

Su vida está asociada a un sentimiento que por estos días es todavía más arraigado: cumplirle a Panamá y defender la herencia histórica del Canal de Panamá desde la pregunta con respuesta, ¿qué aportar al país? En su caso se ha propuesto contribuir a formar más talento humano que forje en tierra y en el mar, la ruta soberana que se transita con el conocimiento.

Una vida de mérito académico

Estudió “en la escuela Pedro J. Sosa, en Calidonia, un colegio público de nuestro país. Luego, continué mis estudios en el Instituto Fermín Naudeau, donde cursé el bachillerato en ciencias”.

A nivel universitario, se formó en Ingeniería Industrial Administrativa y realizó un posgrado en Gestión de Recursos Humanos en la Universidad Santa María La Antigua.

Doctora en Empresa con máster en Investigación en Empresas, Finanzas y Seguros otorgado por la Universidad de Barcelona,  obtuvo la máxima calificación Excelente Cum Laude y el premio extraordinario por esta prestigiosa universidad.

Además, destaca en su trayectoria, máster en Supply Chain Management & Logistics y posgrado en Dirección y Gestión de Producción y Operaciones por la Escuela de Negocios EAE y la Universidad Politécnica de Cataluña (Barcelona-España).

En el 2014, obtuvo el Premio “Graduate Scholar Award” otorgado en la XIV International Conference on Knowledge, Culture and Chance in Organizations, en la Universidad de Oxford.

Operación del Canal con calidad y pertinencia

Ceremonia de graduación en el ITSE | Imagen Archivo

«Siempre sentí que nuestros padres jugaron un papel fundamental en la recuperación del Canal de Panamá y en la consolidación de nuestra soberanía. Nos inculcaron la importancia del relevo generacional y nos planteaban una pregunta clave: ¿cuál será su aporte?»

“Desde mi perspectiva académica entendí que, tras la recuperación del Canal, el desafío era garantizar su operación con calidad y pertinencia. Fue así como me involucré en el ámbito académico y científico, explorando el mundo de la logística y la cadena de suministro”, explica.

“Ahora bien, ¿qué significa ser un científico en logística y cadena de suministro? Se trata de generar nuevo conocimiento en estas áreas, realizar investigaciones que fortalezcan nuestra vía productiva y contribuyan a su eficiencia. En mi caso, me he enfocado en el desarrollo del talento humano, asegurando que las competencias requeridas por las empresas logísticas y de cadena de suministro sean adquiridas y potenciadas en nuestra fuerza laboral”.

Pasión y perseverancia

-¿Cuáles desafíos enfrentó al cursar su carrera académica y luego al abrirse campo en el mundo profesional y académico? ¡la receta del éxito!

-La receta del éxito se compone de pasión, perseverancia, la determinación de no aceptar un «no» por respuesta y, sobre todo, jamás rendirse. Cuando uno se equivoca y cae, simplemente se sacude el polvo, se levanta y sigue adelante.

“Las estadísticas reflejan una subrepresentación de las mujeres en el ámbito de la ciencia, la tecnología y la innovación. Esto, en gran parte, se debe a la carga que históricamente ha asumido la mujer en la construcción de la familia. En este sentido, muchas se enfrentan a una disyuntiva: retrasar la maternidad o avanzar en su carrera académica y profesional mientras asumen ese rol”.

En su caso, optó por iniciar sus estudios de doctorado a los 30 años y posponer la maternidad.

“Sin embargo, cuando finalmente alcancé la cima de esa etapa académica y recibí mi título de doctora, tuve la oportunidad de ser distinguida con el Premio Extraordinario de la mejor universidad de España y del sur de Europa. Para ese momento, mi hija ya había nacido, y yo me encontraba en plena etapa de lactancia, un proceso que no debería interrumpirse sin importar el lugar o la ocasión”.

Este compromiso con la alimentación natural, y la lactancia a libre demanda, la llevó a ir con su hija en brazos a la ceremonia de entrega del Premio Extraordinario de la Universidad de Barcelona.

Cuando llegó, sin saber que era ella la galardonada, la invitaron a pasar al espacio reservado a los invitados.

“En ese instante, convergían múltiples factores: ser mujer, ser joven, ser madre y, además, ser latinoamericana”, subraya.

Es fundamental contar estas historias, reflexiona, porque son la prueba de que las mujeres pueden desarrollarse en la ciencia, la tecnología y la innovación sin renunciar a su vida personal. Debemos seguir abriendo camino para que más jóvenes sepan que es posible equilibrar ambas esferas y alcanzar sus metas sin limitaciones impuestas por estereotipos.

El ejemplo entra por casa

-¿Cómo se ha cerrado esta brecha en el ITSE?; ¿motivan también a las docentes y a las investigadoras?

-El diagnóstico sobre la participación de las mujeres en ciencia, tecnología e innovación, así como en la educación superior, refleja una brecha significativa. También evidencia que las jóvenes aún tienen una baja presencia en áreas de alta demanda y oportunidad, como las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, y Matemáticas del acrónimo en inglés)

“Uno de los hallazgos clave del estudio es la necesidad de visibilizar el papel de las mujeres en estos campos, convirtiéndonos en modelos y referentes para las nuevas generaciones. Además, es fundamental impulsar políticas de apoyo al cuidado, que permitan a más mujeres desarrollarse académica y profesionalmente sin renunciar a su vida personal”.

El ITSE, afirmó,celebra un notable logro en su estructura de liderazgo y un significativo hito para la igualdad de género en el ámbito directivo. Actualmente, la mayoría de los directivos de la institución educativa son mujeres, marcando un gran avance hacia la equidad y representación femenina en roles de liderazgo

“En este sentido, desde el ITSE hemos desarrollado programas en alianza con la Senacyt, como STEAM Rosa, una iniciativa que ha reunido a jóvenes estudiantes de los  institutos profesionales y técnicos, apasionadas por la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Estas estudiantes, provenientes de Bocas del Toro, Veraguas, Chiriquí, Panamá Oeste, Panamá y las comarcas, participaron en el Campamento STEAM Rosa, promovido por el ITSE y Senacyt, fortaleciendo sus habilidades y su visión sobre el impacto de las STEM en el desarrollo del país.

Otro logro que nos llena de orgullo es la inauguración del primer Centro de Atención Integral a la Primera Infancia (CAIPI) en el ITSE, gracias a la articulación con instituciones del Estado, como el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).

Este centro ofrece servicios esenciales de educación de calidad, salud y nutrición para los hijos de nuestras estudiantes, permitiéndoles prepararse para el futuro sin tener que elegir entre la maternidad y su desarrollo académico.

El CAIPI no solo garantiza el bienestar de los niños, sino que también permite que sus madres construyan su camino hacia el éxito profesional. Con este tipo de iniciativas, seguimos derribando barreras y demostrando que es posible equilibrar la educación, la familia y el crecimiento personal”.

Equidad de género como objetivo

-¿Cómo espera que evolucione la posición de las mujeres panameñas en la sociedad?

-Creo firmemente que esta es una tarea de todos. La equidad de género no es solo un ideal, sino un objetivo que debe traducirse en políticas públicas efectivas. Aunque a menudo se habla de igualdad de oportunidades, la realidad nos muestra que aún persiste un techo de cristal.

Basta con analizar quiénes ocupan los espacios de toma de decisiones: ¿cuál es el porcentaje de mujeres en juntas directivas de empresas, gremios o incluso en la Asamblea de Diputados? Estos son los espacios donde se definen políticas, proyectos y programas clave para garantizar la equidad, y en ellos, las mujeres siguen estando subrepresentadas. Esa realidad es una prueba clara de que el techo de cristal sigue existiendo.

Si bien es cierto que en nuestras organizaciones y empresas las mujeres participan activamente y ejercen un gran liderazgo, muchas veces se encuentran en roles que sostienen las estructuras, pero no en aquellos donde se toman las decisiones estratégicas. Es ahí donde debemos avanzar.

Romper este techo de cristal requiere conciencia y acción colectiva. No es una lucha individual, sino un compromiso conjunto para garantizar que el liderazgo femenino no solo sea reconocido, sino también representado en todos los niveles de decisión. Solo trabajando juntos podremos derribar esas barreras y construir una sociedad verdaderamente equitativa.

Un vínculo profundo con la Senacyt

Su experiencia como la primera mujer subsecretaria de Senacyt fue trascendente; “un gran orgullo y un verdadero honor convertirme en la primera mujer académico-científica que ha alcanzado uno de los niveles más altos en Panamá dentro de los espacios de toma de decisión en la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt)”.

“Mi vínculo con la Senacyt ha sido profundo y significativo. Durante más de 15 años, esta institución ha sido clave en mi desarrollo académico y científico. Fui parte del primer grupo de panameños seleccionados, gracias a los aportes del Canal de Panamá, para formarnos en las mejores universidades del mundo, y tuve el honor de ser la primera reinsertada del programa de la Senacyt.

Además, al incorporarme al Sistema Nacional de Investigación (SNI), fui la primera investigadora acreditada en el área de Logística y Cadena de Suministro. Por ello, siento un profundo agradecimiento hacia la Senacyt por su contribución a mi desarrollo académico, científico y profesional”.

Destaca que llegar a la Secretaría como la primera Secretaria Nacional Adjunta de la Senacyt “fue un hito, pero también una gran responsabilidad. Desde esa posición, impulsé programas transformadores como la Política de Niñas y Mujeres en STEM y la creación de la Oficina de Género, promoviendo la transversalización del enfoque de género en todos los proyectos y programas de la institución.

Si bien hemos visto a mujeres liderando direcciones dentro de la Senacyt, aún queda camino por recorrer: hasta la fecha, ninguna ha ocupado el cargo de Secretaria Nacional”.

En el silencio que rompe en este camino por derribar el techo de cristal, recuerda que al asumir su rol en la Senacyt, no solo como Secretaria Nacional Adjunta, sino también como directora de Innovación Empresarial, “escuché comentarios como: ‘Qué bueno que tendrás a alguien que te oriente, nosotros te enseñaremos’ ‘¿No deberías estar cuidando a tu bebé de dos años? ‘ Estas frases son una prueba tangible del techo de cristal que persiste en nuestro ecosistema”.

Sin embargo, resalta, lo que quedó tras esos años de trabajo no fueron dudas ni estereotipos, sino proyectos sólidos, una alta ejecución presupuestaria y un impacto real, incluyendo la incorporación del enfoque de género en los programas de innovación empresarial.

Reconoce que todavía quedan desafíos pendientes como lograr más espacios para las mujeres en la ciencia, la tecnología y la innovación. “Y, en particular, necesitamos seguir rompiendo ese techo de cristal”.

La Dra. Milena Gómez es un ejemplo del “sí se puede”. El propósito abre camino y lo demás viene por añadidura.

Por: Violeta Villar Liste | [email protected]