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Irene Stanziola, directora adjunta; Lucía De Franceschi, directora asociada; Giovanna Troncoso, presidenta y Sandra Sánchez, directora ejecutiva, quienes muestran los materiales educativos que refuerzan la labor de prevención por la salud auditiva

Por: Violeta Villar Liste

La inauguración de la nueva sede de la Fundación Oír es Vivir fue una oportunidad para hacer énfasis en la necesidad de la prevención en esta lucha por más y mejor salud auditiva

Infecciones prenatales como varicela o toxoplasmosis, enfermedades congénitas o de la infancia, accidentes y condiciones propias de la edad, pueden cambiar la historia de vida de un niño o un adulto y pasar del sonido al silencio.

Le ocurrió al esposo de la Dra. Cynthia Guy, quien sufrió una pérdida auditiva severa que los llevó como pareja a buscar tecnologías que lo ayudaran a mejorar su calidad de vida.

Esta lucha sensibilizó a la Dra. Guy, quien se esforzó por lograr que otras personas en Panamá pudieran tener acceso a los mejores recursos. Así nace la Fundación Oír es Vivir, un referente en Panamá y en la región por la salud auditiva, la cual celebra sus 15 años con sede nueva en la plaza Regency, Vía España, a dos estaciones del metro (iglesia del Carmen y Vía Argentina), más accesible a quienes en particular llegan del interior o de las comarcas, como parte de la labor social que presta la ONG.

En la actualidad es presidida por Giovanna Troncoso y un equipo solidario que celebra en casa nueva la posibilidad de recibir a más personas en la dignidad de un espacio confortable.

Pérdida auditiva: un problema de salud pública

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que “más de 1.500 millones de personas a nivel mundial experimentan algún grado de pérdida auditiva. De estos, se estima que 430 millones tienen pérdida auditiva de gravedad moderada o mayor en el oído con mejor audición.

En la Región de las Américas de la OMS, alrededor de 217 millones de personas viven con pérdida auditiva, es decir, el 21,52% de la población. Se espera que para el 2050, este número aumente a 322 millones”.

La OPS señala que “la mayoría de las personas con pérdida auditiva no tienen acceso a intervenciones. La pérdida de audición no tratada tiene un impacto de gran alcance en la vida de las personas afectadas y sus familias”.

De hecho, “a nivel social, representa un costo anual de $262 millones en la región”.

La OPS exhorta “a acciones urgentes para prevenir y abordar la pérdida de audición con el fin de mitigar su impacto adverso en todas las etapas de la vida”, tarea que se ha propuesto la ONG panameña.

Emilia Espinosa, coordinadora de fonoaudiología de la Fundación Oír es Vivir, explicó que los adultos deben someterse a pruebas auditivas anuales.

Milagros Pinzón y Emilia Espinosa, fonoaudiólogas

En los niños, hay señales de alerta como retraso en el lenguaje y la ausencia de sonidos primarios, lo cual amerita una rápida actuación para evitar que sea más difícil la integración al lenguaje.

La OPS, en el informe Tamizaje auditivo, consideraciones para su implementación resalta la importancia de la intervención temprana para evitar retrasos en “el desarrollo del lenguaje, la comunicación, el bienestar social y la cognición”.

Recién nacidos y lactantes, “población infantil, en especial en el entorno preescolar y escolar, las personas mayores, expuestas al ruido, a sustancias químicas ototóxicas, a medicamentos ototóxicos”, son los grupos de personas con mayor riesgo.

Espinosa destaca que la capacidad de un niño de poder hablar dependerá del tipo de pérdida auditiva y si las intervenciones ocurren a tiempo.

Llegar a todas partes

Giovanna Troncoso, presidenta de Fundación Oír es Vivir, saludó que los nuevos espacios permitirán ampliar la atención a las personas, en particular de menores recursos.

Agradeció el apoyo de donantes, empresas, organizaciones, voluntarios, aliados, amigos y directivos, quienes han trabajado de manera colaborativa con la misión de dejar huellas y transformar vidas.

Parte de este esfuerzo también se traduce en un material pedagógico que ayuda a la sociedad a comprender la importancia de la salud auditiva.

Conociendo a Lorenzo, escrito por Piedad Álvarez Maestre, con la edición de la fonoaudióloga Analida Pitty e ilustraciones de Elías Echegoyén y Juan Carlos Ruiz, busca crear con la didáctica del cuento un camino hacia la comprensión de la discapacidad auditiva.

Una segunda herramienta didáctica se llama Colorea y aprende (15 consejos para cuidar tu audición), que enseña a los niños y sus familias, mientras los niños colorean, consejos vitales: no introducir objetos en los oídos, no automedicarse, entender que las mascotas también sufren con los ruidos y que si un adulto no participa en las conversaciones o habla cada vez más alto, puede estar viviendo una pérdida auditiva.

“Es una dolencia que parece invisible hasta que te toca: un día amaneces con dolor; en otra oportunidad te bajas del avión y los oídos no se destapan… y es entonces cuando nos conectamos con la importancia de la audición”, señala Troncoso.

Resalta que para la Fundación Oír es Vivir es una misión educar a la ciudadanía, a padres de familias, docentes, maestros y cuidadores sobre la necesidad de salud auditiva de manera preventiva.

A lo largo de sus quince años, han atendido más de 32,000 pacientes entre niños, jóvenes y adultos, en las diferentes provincias del país, tanto en el programa de clínica como con ayuda de los programas móviles.

Con Aprendo escuchando, visitan las escuelas, áreas indígenas y rurales, mientras el programa Oír es Vivir va a empresas,  otras fundaciones y organizaciones para multiplicar el mensaje del cuidado y la prevención y hacer una diferencia en la vida de las personas.

Por: Violeta Villar Liste