fbpx
Kelly Clements, Alta Comisionada Adjunta para los Refugiados, durante su visita a la región del Darién, en Panamá, a la que han llegado más de 150.000 personas refugiadas y migrantes desde que comenzó el año. © ACNUR/Melissa Pinel

Comunicado Acnur

La alta comisionada adjunta para los Refugiados, Kelly Clements, visitó la región del Darién por la cual han pasado más de 150.000 personas desde el inicio de año. Acnur y sus socios están apoyando al Gobierno de Panamá para brindar asistencia humanitaria a quienes se encuentran en grave situación de vulnerabilidad

Kelly Clements, alta comisionada adjunta para los Refugiados, hizo este miércoles 17 de mayo un llamado urgente para que los países de América Latina y el Caribe reciban más apoyo, pues han dado acogida a la mayor parte de los 20 millones de personas desplazadas por la fuerza que hay en la región.

“Si bien ha llamado mucho la atención el aumento del número de personas que se acercan a la frontera de Estados Unidos, no debemos olvidar que la mayoría de las personas desplazadas por la fuerza permanece en América Latina”, recalcó Kelly Clements, citada en comunicado de Acnur.

“Nuestra atención no debe centrarse únicamente en los países de destino de refugiados y migrantes, sino que debemos considerar también a los países de los que provienen y por los que transitan. Los desafíos que suponen los complejos movimientos poblacionales que se están dando en las Américas deben abordarse desde una perspectiva integral y colaborativa a nivel regional”.

La visita de Clements en la región comenzó en Brasil: en el aeropuerto internacional de São Paulo se encontró con personas afganas refugiadas y también visitó uno de los once albergues para familias refugiadas de Afganistán que fueron instalados por las autoridades de la ciudad.

En Roraima, un estado al norte de Brasil, se entrevistó con refugiados y migrantes que cruzaban la frontera con Venezuela en busca de asistencia y protección. Asimismo, presenció la respuesta humanitaria y de integración de la Operación Acogida de Brasil, un país que ha dado acogida a 623.000 personas refugiadas reconocidas, solicitantes de asilo y otras que necesitan protección internacional (incluidas 459.000 personas que provienen de Venezuela). 

Durante su visita, Kelly Clements también se entrevistó con socios del sector privado, contrapartes del gobierno y otros socios. “Ha sido excepcional el liderazgo mostrado por Brasil en la recepción, inclusión e integración de personas refugiadas y migrantes de Venezuela y otros países”, añadió.

“Acnur se enorgullece de colaborar estrechamente con sus socios atendiendo las necesidades principales de las personas en situación de movilidad humana, así como ofreciendo soluciones que les permitan contribuir al desarrollo de las comunidades que les han dado acogida”.

En Panamá, Clements estuvo en la región del Darién. Desde que comenzó el año, han llegado más de 150.000 personas, quienes ponen sus vidas en riesgo al cruzar la densa jungla en busca de protección, seguridad y una vida mejor.

En el Darién, Kelly Clements visitó una comunidad indígena que ha dado acogida a personas refugiadas de Colombia. En Ciudad de Panamá, se entrevistó con personas desplazadas por la fuerza de diferentes nacionalidades, quienes están empleando sus talentos y habilidades para reconstruir sus vidas.

Panamá enfrenta un desafío sin precedentes con respecto a la respuesta y protección de personas en situación de movilidad humana”, comentó.

“Para las personas que se han establecido en el país, la integración por medio de la inclusión es clave. Con respecto a las personas en situación de movilidad humana, Acnur y sus socios están apoyando al Gobierno de Panamá para brindar asistencia humanitaria a quienes se encuentran en grave situación de vulnerabilidad”.

“Resulta vital seguir apoyando iniciativas en América Latina que ofrecen estabilidad y soluciones, como ampliar las vías legales”, señaló. “Si esto es de suma importancia, no debemos olvidarnos de abordar, de raíz, las causas detrás del desplazamiento forzado. Esto se traduce no solo en cooperación para prevenir y resolver conflictos, sino también en acciones urgentes para hacer frente al impacto del cambio climático, así como mejorar la gobernanza, la igualdad y el respeto por los derechos humanos”.

Comunicado Acnur