Por: Violeta Villar Liste
El curso se desarrolla gracias al apoyo de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA) que como parte de esta capacitación internacional también gestionó la presencia del Dr. Takeshi Tanaka, del Centro para el Control de Infecciones y Educación del Hospital Universitario de Nagasaki y de la Escuela de Medicina Tropical y Salud Global de la Universidad de Nagasaki
El curso internacional Desarrollo de capacidades en vigilancia genómica de enfermedades infecciosas que durante el mes de octubre se desarrolla en el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES), permitirá fortalecer los laboratorios de salud pública de la región y estar mejor preparados ante la amenaza de virus o pandemias.
El curso se realiza gracias al apoyo de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA) que como parte de esta capacitación internacional también gestionó la presencia del Dr. Takeshi Tanaka, MD, PhD, profesor asociado del Centro para el Control de Infecciones y Educación del Hospital Universitario de Nagasaki y de la Escuela de Medicina Tropical y Salud Global de la Universidad de Nagasaki, quien ofreció dos conferencias: Resistencia Antimicrobiana en Humanos: Una mirada desde Japón y Vigilancia de la Resistencia Antimicrobiana y Zoonosis: Una salud, una mirada desde Asia.
El Dr.Alexander A Martínez, jefe del Departamento de Investigación en Genómica y Proteómica del ICGES, explicó que “parte de los objetivos principales e iniciales del curso era tener el contacto con el resto de los laboratorios de la región y de las personas que hicieran lo mismo que nosotros para así alcanzar un nivel de conocimiento muy similar entre todos y de esa forma poder comunicarnos en el futuro por nuevas pandemias”.
De igual modo, afirmó, es la intención poder generar resultados y análisis concretos en un tiempo más rápido, lo cual nos asegura brindar servicios, oportunidades de intercambio y también hacer investigación en conjunto.
Este intercambio permite que cada laboratorio pueda tener la capacidad de hacer sus análisis y compartirlos con el objeto de lograr evaluaciones multicéntricas y no solo locales.
Participan dos investigadores del ICGES y representantes de laboratorios de salud pública de Honduras, El Salvador, Nicaragua, Cuba y Costa Rica de acuerdo con el cuadro anexo:
El acuerdo de entendimiento con JICA se prolonga hasta el año 2027. El ICGE ya ofreció el curso correspondiente a 2022 y está en desarrollo el segundo, el cual comprende una semana completa de trabajo de laboratorio para obtener la capacidad de procesar no solo coronavirus sino otros virus.
Otra fase importante en el proceso de fortalecimiento de capacidades son las aplicaciones asociadas a la bioinformática que permite analizar y generar una data que luego se presentará a los tomadores de decisiones.
Cuatro centros integrados en apoyo a la vigilancia genómica
La intervención del Dr. Takeshi Tanaka, como parte de la capacitación del curso internacional, estuvo precedida por la intervención del Dr. Juan Miguel Pascale, director del ICES.
Recordó el Dr. Pascale que cuando inicia la pandemia, el equipo de JICA preguntó cómo podían ayudar y esta disposición a colaborar hizo posible los centros de vigilancia genómica en el país.
A la fecha funcionan cuatro: en las provincias de Darién, Chiriquí, Herrera (Divisa) y en ciudad de Panamá.
“Estos centros generan resultados de secuenciación en cuanto a COVID-19, pero ahora se han vuelto centros de diagnóstico y de vigilancia genómica de otros patógenos”.
Incluso, el Dr. Pascale anunció que en reunión con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), con el Centro para la Excelencia en VIH-SIDA de Columbia Británica y ONU Sida trabajan para integrar el estudio de la resistencia del VIH en toda América Latina, por lo cual estos centros de vigilancia genómica darán apoyo en el seguimiento de otras enfermedades, más allá de COVID-19, como también ocurrió con la viruela símica.
El director del ICGES reiteró su agradecimiento a JICA por este apoyo en beneficio a la salud pública.
El embajador de Japón en Panamá, Hideo Fukushima, reflexionó que las enfermedades infecciosas son un desafío común al cual todos nos enfrentamos.
“Para que Panamá y Centroamérica alcancen un desarrollo sostenible es de vital importancia entenderlo de manera efectiva. El propósito de esta capacitación es que a través del conocimiento adquirido con el apoyo del Instituto Gorgas se comparta en la región”.
Makoto Kanagawa, representante de JICA en Panamá, destacó que son la agencia rectora de la cooperación internacional del gobierno japones y tienen 60 años de historia.
El apoyo al curso nace por el interés de difundir los aprendizajes que dejó la pandemia y establecer una red mundial y regional como medida preventiva y preparatoria a nuevos hechos.
Una sola salud
El Dr. Takeshi Tanaka, profesor asociado del Centro para el Control de Infecciones y Educación del Hospital Universitario de Nagasaki y de la Escuela de Medicina Tropical y Salud Global de la Universidad de Nagasaki, destacó que la institución cuenta con un Instituto de Medicina Tropical, un diplomado de Medicina Tropical y con tres centros de investigación internacionales, situados en Kenia, Vietnam y Filipinas que les permiten ampliar sus investigaciones.
En relación con su primera exposición, Resistencia Antimicrobiana (RAM) en Humanos: Una mirada desde Japón, ilustró que su país tiene en marcha un plan de acción contra la RAM con objetivos concretos para el periodo 2023-2027 de reducción de la proporción de bacterias específicas, resistentes a los antimicrobianos.
De igual modo, se busca promover y educar a todos los ciudadanos sobre las actividades contra RAM en Japón, lo cual incluye la vigilancia de venta de antibióticos y de consumo.
Cuentan con Redes RAM no gubernamentales y sociedades para apoyar en estos controles.
El Sistema de Vigilancia para la Prevención de Infecciones y Epidemiología Sanitaria de Japón contempla indicadores de calidad para las prácticas de control de infecciones como lavarse las manos o uso del alcohol.
Cada hospital registrado tiene los datos disponibles para su uso comparativo con la base de datos nacional.
Los datos del registro, señala, también pueden utilizarse para promover medidas RAM.
En la actualidad analizan la aplicación de un nuevo índice para optimizar el uso de medicamentos antimicrobianos, con base en el estudio Días de cobertura del espectro de antibióticos: una nueva métrica para el consumo de antibióticos en pacientes hospitalizados.
Los investigadores argumentan que “los días de terapia (DOT), la métrica de evaluación comparativa más utilizada para el consumo de antibióticos, pueden no medir completamente los esfuerzos de administración para promover el uso de agentes de espectro reducido y pueden desalentar inadvertidamente el uso de regímenes combinados cuando las alternativas de agente único tienen mayores efectos adversos. efectos. Para superar las limitaciones del DOT, desarrollamos una métrica novedosa, los días de cobertura del espectro de antibióticos (DASC), y comparamos el desempeño hospitalario utilizando esta métrica novedosa con el DOT”.
Al resumir los retos de Japón en relación con la RAM; enumeró:
- La unificación de los tres sistemas de vigilancia
- La promoción de una mayor concientización en la práctica de la RAM sigue siendo gran demanda para el público en general y centros médicos.
- La promoción de la práctica de la RAM es una necesidad urgente en los asilos
- La necesidad de especialistas en enfermedades infecciosas se está extendiendo del hospital hacia la comunidad.
La segunda charla, Vigilancia de la Resistencia Antimicrobiana y Zoonosis: Una salud, una mirada desde Asia, hizo énfasis en este concepto que analiza cómo la enfermedad, y el estado de bienestar, es también el resultado de la armonía de la interacción de quienes habitan en el entorno, desde humanos hasta el ganado y las plantas.
Citó cifras que respaldan esta visión.
- El 60% de los agentes patógenos que causan enfermedades humanas tienen su origen en los animales domésticos o silvestres.
- El 75% de las enfermedades humanas infecciosas emergentes tienen un origen animal.
- Incluso el 80% de los agentes patógenos objeto de preocupación en términos de bioterrorismo se originan en los animales.
Recordó que en el caso de los antimicrobianos se usan en el ganado para terapia, prevención y acelerar el crecimiento. Este tercer elemento (crecimiento) marca una diferencia en el uso de los antimicrobianos en seres humanos y animales.
Europa es la región más avanzada con normativas que prohíben este tercer uso.
En Tailandia y Vietnam tampoco se puede usar antimicrobianos para promover el crecimiento del animal.
El experto dijo que debido a la alta prevalencia e incidencia de las tasas de RAM en las industrias porcinas, se ha desarrollado una base de datos regional de vigilancia.
En Japón, desde 1999 mantienen un sistema de plataformas RAM desde la perspectiva de una sola salud que integra datos humanos y animales.
Anunció que en materia de vigilancia de las aguas residuales en la acción contra la RAM, su país tienen un proyecto experimental que inició el año pasado para detectar SARS-CoV-2.
En general, esta vigilancia también está indicada para detectar influenza, virus, poliovirus e incluso bacterias resistentes a los medicamentos.
En esta visión de una sola salud, también se refirió a la importancia de la vigilancia de la gripe aviar. Países Bajos, Estados Unidos, Brasil, China, Chile y Cambodia ya han reportado casos de infección humana por gripe aviar A (año 2023).
De igual modo, expuso de manera amplia el impacto del virus SFTS transmitido por garrapatas, su evolución en Asia y en Japón.
El experto expresó el interés de la comunidad científica de su hospital y del país de acentuar la colaboración con Centroamérica y avanzar en investigaciones que permitan ofrecer nuevas perspectivas, camino que se abre con el Instituto Gorgas como plataforma.
Por: Violeta Villar Liste