Violeta Villar Liste
Una vida entera puede cambiar cuando la educación llega a las personas. Es el caso de Bartolo Salinas, trabajador del Grupo Melo, graduado de Bachiller en Comercio, con énfasis en Pequeña y Mediana Empresa, como parte del programa del Instituto Panameño de Educación por Radio (IPER), El Maestro en Casa, modalidad a distancia, dirigido a quienes han salido del sistema formal y anhelan completar su escolaridad.
Bartolo Salinas comenzó en quinto grado y, en la medida que iba avanzando en su escolaridad, su mejor desempeño ya le ha permitido escalar tres posiciones laborales.
Es padre soltero y tiene una hija que fue a la par en los estudios, pero en el colegio regular, así que esta historia habla también de cómo en los libros se afianzó el vínculo familiar.
“Hemos visto cambios radicales en el desempeño de Bartolo y, en general, tener la posibilidad de educarse mejora al colaborador en todos sus aspectos”, explica Laura Alfaro Melo, gerente de Responsabilidad Social Empresarial de Grupo Melo, quien anima a otras empresas a sumarse al Programa para Empresas del IPER, El Maestro en Casa, cuyo filosofía es un acto de fe: Nunca es tarde para aprender.
Este sistema tiene un componente de voluntariado importantísimo: colaboradores de la misma empresa se ofrecen de manera altruista a apoyar con sus conocimientos a los compañeros que cursan su escolaridad. Este respaldo genera empatía y fraternidad.
En el caso de Grupo Melo la experiencia comenzó desde el año 2016: ya llevan seis graduaciones. En este 2021, seis colaboradores se graduaron de bachiller y 11 de premedia.
Alfaro Melo comenta que es un esfuerzo motivador; no afecta la operación de la empresa y con dedicarle un tiempo al trabajador en formación, la persona progresa en sus estudios “y el impacto es impresionante”.
“Se establece un vínculo estrecho entre los trabajadores. Si tenemos un colaborador feliz, se siente parte de la empresa como una familia”, razona.
«Los estudios del IPER ayudan a mejorar la calidad del recurso humano», René Quevedo
René Quevedo, consultor empresarial y experto en temas de empleo, explica que «el promedio de escolaridad del trabajador panameño antes de la pandemia era de unos 11.5 años aprobados. Más aún, 2 de cada 3 empleos generados en lo que va de siglo requirieron 12 o menos años de escolaridad.
Paradójicamente, 4 de cada 5 empleos perdidos como consecuencia de la covid-19 afectaron a trabajadores con 11 o menos años de escolaridad, lo cual está ocasionando que el desempleo se concentre principalmente en estratos con bajos niveles de instrucción formal«.
En ese sentido, argumenta, que los trabajadores de una empresa logren mejorar sus niveles educativos acerca sus posibilidades de seguir escalando hacia empleos mejor remunerados.
-¿Cuál debería ser el compromiso de las empresas y de las instituciones oficiales con este tipo de programas de capacitación?
-La gran ventaja del IPER es su accesibilidad. Las empresas deberían informar a sus trabajadores sobre esta alternativa para mejorar sus niveles educativos, pues la mayoría no está al tanto.
-El bachillerato que ofrece el IPER tiene orientación hacia la pequeña y mediana empresa. ¿Cómo puede este conocimiento ayudar a fortalecer las capacidades de una empresa?
-El emprendimiento es y seguirá siendo el motor del empleo en el país. De hecho, 92% de todos los empleos generados en la última década vinieron de emprendimientos y por lo menos por los próximos 2-3 años, serán el 100%. De tal manera que estos estudios que imparte el IPER contribuirán directamente a mejorar la calidad del recurso humano que hoy está emprendiendo.
Otras empresas que le han abierto las puertas al sistema de educación a distancia del IPER, para mayores de 15 años y quienes en algún momento abandonaron sus estudios, son Café Eleta en la provincia de Chiriquí; Haras Cerro Punta también en Chiriquí, y Manzanillo International Terminal-Panamá (MIT) en Colón. En total, 16 empresas han formado parte del proyecto. Lidera Panamá en número de empresas y en segundo lugar la provincia de Chiriquí.
También el IPER mantiene una alianza con la Fundación El Arca para apoyar a la comunidad El Congo y llevar la luz que es siempre el conocimiento.
El sueño del padre Fernando Guardia Jaén
El IPER nació como entidad académica sin fines de lucro, el 21 de mayo de 2001.
Es una iniciativa del padre Fernando Guardia Jaén, quien ya no está con nosotros, pero dejó un legado sólido que se irradia por todo el país.
El padre Guardia conoció en España la experiencia de formar con ayuda de la radio y decidió replicar esta experiencia en Panamá, comenzando por la provincia de sus mayores afectos: Coclé.
La magíster Brenda Pitti, directora ejecutiva del IPER, destaca que la idea en general es darle la oportunidad a jóvenes mayores de 15 años y adultos que no lograron completar su escolaridad.
Pitti cuenta que los primeros 146 estudiantes se matricularon en Coclé. Comenzaron con cuarto, quinto y sexto grado.
A la fecha, tienen las sedes IPER-Panamá, IPER-Chiriquí, IPER-Herrera y Los Santos; IPER-Coclé y Veraguas, IPER-Darién e IPER-Panamá Oeste-Colón, para apoyar a jóvenes de diferentes territorios del país.
Pitti reconoce que la pandemia ha afectado los ingresos de la institución y han debido reducir el número de personal y duplicar las cargas.
Es un esfuerzo mayúsculo que hacen con alegría para no apartarse de esta misión social. A la fecha, forman parte del programa, 1,810 estudiantes, 95% por su cuenta (Educación a Distancia para Jóvenes y Adultos) y el 5% con el sistema dirigido a las empresas y que aspiran a potenciar, sumando cada vez más grupos.
Importante: el aporte de las empresas ayuda a conceder la media beca a quienes estudian por su cuenta, sin respaldo corporativo.
La escolaridad es por trimestre. Se cursa Primaria, Premedia y Bachiller en Comercio, con énfasis en Pequeña y Mediana Empresa.
La inversión por estudiante es de $85, costo que cubren en su totalidad las empresas. Cuando se trata de jóvenes y adultos por su cuenta, reciben una media beca.
Este pago da derecho al texto físico, los CD, exámenes y boletín de calificaciones.
También tienen el respaldo de 12 emisoras radiales aliadas y los contenidos en el sitio web www.iperpanama.org
Pitti recuerda que cuando el padre Guardia Jaén confió en su experiencia para ocuparse de la dirección del IPER, entendió el poder de la radio para llegar a las comunidades. El internet no siempre alcanza a las comunidades de interior.
Si bien ahora en pandemia ha mejorado el alcance, y la dotación con celulares inteligentes, reconoce el valor de la radio para apoyar en el proceso de formación con las clases pregrabadas.
Resalta en este proceso el protagonismo de los voluntarios en empresas y en cada comunidad, quienes apoyan de manera solidaria para aclarar las dudas de quienes decidieron no quedarse atrás y completar su formación.
Señalar que todos los materiales de estudio cuentan con el reconocimiento, vía decreto, del Ministerio de Educación (Meduca).
De hecho, en 2020 lograron “la certificación del Meduca como institución que cumple con los procesos académicos y de institución entre los actores participantes en el proceso virtual”.
A pesar de la circunstancia adversa de la pandemia, en 2020 realizaron los cuatro trimestres del año con una matrícula promedio de 1,500 estudiantes (58% mujeres y 42% hombres) y el apoyo de 190 voluntarios de todo el país.
Manos amigas en las empresas
El IPER depende de las donaciones y de la buena voluntad de las personas para continuar su labor. Cada año celebran una actividad benéfica, pero a causa de la pandemia, ni en 2020 ni en 2021 fue posible su desarrollo, así que sumarse a esta causa siempre será una manera de lograr una sociedad más equitativa e inclusiva.
Alba Falla, coordinadora de proyectos del IPER, destaca que la participación de las empresas es un pilar para la institución.
Resalta que el éxito comienza con el compromiso de la empresa y el entusiasmo en incorporar al trabajador.
El grupo mínimo debe estar integrado por 10 colaboradores, a quienes se les hace un diagnóstico para determinar en cuál grado se les debe ubicar, de acuerdo con sus conocimientos y habilidades.
De igual modo, la empresa aporta una lista de voluntarios, a quienes se les dicta un taller para que el proceso de acompañamiento sea exitoso.
“En este proceso hay una ganancia de parte y parte: el estudiante consigue una formación que no tenía y la empresa logra un recurso más capacitado y educado”.
En el caso del bachiller, con énfasis en Pequeña y Mediana Empresa, deben desarrollar un plan de negocios que les concede capacidades adicionales y también los coloca en la ruta del emprendimiento, incluso para generar ingresos que suman a los de su trabajo formal.
Barberías, cría de gallinas, de cerdos o puestos de alimentos y repostería, son alguna de las iniciativas que han salido de esta capacitación.
Aquí lo contaremos
Sume su empresa al programa del IPER y aquí lo contaremos porque las buenas noticias se deben multiplicar para que la educación y su poder transformador se inserte en la vida de todos.
Buscarlos, puerta a puerta
Laira Tenorio, coordinadora de comunidades en Panamá, cuenta que cuando no estaban en pandemia, visitaban las comunidades en distintos puntos del país e incluso cerca de zonas metropolitanas lograban captar personas que no habían terminado su escolaridad.
En este proceso de llevar el maestro a casa, cuentan con el respaldo de las iglesias, de religiosas o de representantes, quienes ayudan a captar a personas mayores de 15 años, con derecho a transformar su realidad.
En este proceso se ha conseguido con testimonios que la emocionan: una señora mayor a quienes sus hijas ayudan a estudiar, jóvenes madres que consiguen transformar su destino y comunidades que celebran la alegría del texto.
Estudiante destacada, la señora Epifanía Pinto, quien se graduó a los 74 años.
Describe este programa como “un amanecer en la vida de las personas”, a quienes anima a comenzar porque nunca es tarde.
Metodología de estudio
Primaria y premedia:
Seleccionar una hora adecuada para estudiar de lunes a viernes
Obtener un cuaderno, diccionario, lápiz o bolígrafo
Escuchar la clase, sea en radio, CD o web
Desarrollar las actividades del texto según se indica en las clases radiales
Asistir a las reuniones semanales con el voluntario y exponer dudas. Participar de manera activa
Prepararse para los exámenes de acuerdo con el calendario escolar
Bachiller:
-La metolodología es autoinstructiva pero debe seguir los pasos de primaria y premedia.
–Resolver las dudas con el apoyo de textos, familiares, compañeros de trabajo, internet, bibliotecas, y preguntar al personal del IPER.
Iracema Fuentes, asistente de la dirección ejecutiva y directora académica, es otra pieza vital del equipo IPER-Panamá al ocuparse de los expedientes académicos, establecer el enlace con el Meduca y velar porque los procesos fluyan. «Ver las alegrías y las sonrisas de quienes cumplen sus sueños junto a sus familias, es maravilloso», exclamó.
Emelina Pérez, asistente administrativa y Arianis Carrillo, asistente, también forman parte del equipo que hace posible mantener en orden y en marcha el programa en IPER-Panamá.
Un aporte al sistema educativo
Brenda Pitti expresa que el IPER “es el proyecto más bonito que he dirigido” y recuerda cuando hace diez años, conocer al padre Guardia Jaén le abrió las puertas de esta experiencia.
Un gran logro de la mano de la directora y del equipo del IPER, es la capacitación básica adicional en las materias de español y matemáticas.
“Ocurre que muchos estudiantes se me quedaban en séptimo grado (antes primer año) por fallas en español y matemáticas”.
Al reconocer esta debilidad, se les refuerza en ambas materias con textos específicos que han resultado un éxito, diseñados por un equipo experto: Aprendo español y Aprendo matemáticas.
Incluso en 2020, en plena pandemia, se donó el contenido de estos textos al Meduca como contribución del IPER a la formación de jóvenes y adultos.
Como parte de su proyecto de responsabilidad social mantienen programas de formación para privados de libertad. 174 internos, con apoyo del padre, Francisco Javier Palomares, de la Capellanía de la Orden de la Merced, completan su formación.
La mayor satisfacción de la directora del IPER, es observar el proceso de transformación de las personas, “a quienes se les devuelve la dignidad y las ilusiones” y, ya graduados, miran al horizonte con otra certeza; con nuevas esperanzas, gracias a la educación a la cual nunca se llega tarde.