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Colecciones de autos antiguos, expuestos en la tarde del verano panameño en la terminal de autobuses de Ciudad del Saber, bajo el título Wheels for hope (car show for a cause), logró su noble causa de promover la labor de onegés que trabajan por el desarrollo social de Panamá en un ambiente festivo de vehículos que rodaron por una causa.

Por: Violeta Villar Liste

Carmen Arakelian, agregada cultural de la Embajada de EE.UU. en Panamá, quien también sirve desde la diplomacia, contó que esta combinación de la cultura y promoción del trabajo de las ONG,  “es una manera de dar luz a estas organizaciones que trabajan” por la causa colectiva de la sociedad.

Llegaron de varias partes, desde Darién o el corazón de la ciudad de Panamá, con visión y misión: hablar de la importancia de servir. Servir al otro sin esperar más que la recompensa de un mundo posible.

La inversión en ese intangible que se llama servicio se devuelve siempre en acciones que cambian, transforman y hacen mejor a quien sirve y es servido.

Esta historia amorosa fue contada por varias ONG panameñas en el contexto de un evento a toda máquina, memoria e historia, organizada por la Embajada de Estados Unidos (EE.UU.) en Panamá.

Colecciones de autos antiguos, expuestos en la tarde del verano panameño, en la terminal de autobuses de Ciudad del Saber, bajo el título Wheels for hope (car show for a cause), logró su noble causa de promover la labor de onegés que trabajan por el desarrollo social de Panamá en un ambiente festivo de autos que rodaron por una causa.

La alegría de servir es contagiosa así que música y fiesta son sinónimos en el gran libro de la solidaridad de Panamá.

Carmen Arakelian, agregada cultural de la Embajada de EE.UU. en Panamá, quien también sirve desde la diplomacia, contó que esta combinación de la cultura y promoción del trabajo de las ONG,  “es una manera de dar luz a estas organizaciones que trabajan” por la causa colectiva de la sociedad.

Carmen Arakelian

De igual modo, aportan subvenciones y con Ciudad del Saber mantienen acuerdos para impulsar talleres, eventos y capacitaciones, en particular desde la casa de la cultura de Estados Unidos en Panamá: Panama American Center.

“La cultura es todo e incluye arte, música, comida… cuando nos sentamos juntos para comer y compartir eso es cultura”.

Reflexionó que la relación bilateral con Panamá es muy fuerte y la cultura un conector entre ambos países.

Viaje con paradas por el servicio

Este viaje por las diferentes estaciones del servicio de las onegés panameñas podía ir en una o varias direcciones.

Comenzar con la Fundación Abou Saad Shriners cuyos miembros aportaron vehículos antiguos que a todos llamaron la atención.

Esta institución comenzó a trabajar en Panamá en el año 1918 y es muy conocida por su apoyo al niño quemado, además de gestionar recursos e intervención médica para población pediátrica con problema ortopédicos, patologías de columna vertebral o parálisis cerebral.

Pro Niños de Darién

Reyna Delgado y Abel Salermi

En esta ruta por las estaciones de servicio, fue posible conocer la labor de la Fundación Pro Niños de Darién.

Reyna Delgado, encargada de mercadeo y coordinadora de voluntarios, contó esta hermosa historia que inició el 25 de abril de 1990, por iniciativa de monseñor Rómulo Emiliani.

Tienen cuatro programas fundamentales que ayudan a mejorar la calidad de vida de los niños del Darién y sus familias.

Cada año escolar entregan un promedio de 4,320,00 raciones de comida, uno de sus programas emblemáticos.

Ofrecer desayuno y almuerzo en 96 comedores escolares y en 36 comedores preescolares para que ir a estudiar sea posible, es una causa que a todos debe animar a ser padrinos.

También realizan giras de salud preventiva, entregan útiles escolares y apoyan la estimulación temprana de niños de 0 a 5 años de edad, en trabajo conjunto con la madre para fomentar lenguaje, reflejos y estimulación neurológica.

Ofrecen asistencia técnica a padres y maestros en su Granja Agroecológica Niños de Darién, situada en Villa Darién, Metetí.

Incluso, impulsan la construcción de comedores escolares, sistemas de cosecha de agua, de letrinas y sanitarios, entre otras acciones.

Las cifras hablan de un equipo y una voluntad de servicio: más de 150,000 niños y niñas darienitas atendidos desde 1990.

La fe sí mueve montañas y también la vocación y la voluntad de entregar “más allá de un plato de comida” como es el lema de la organización.

Lea más en su sitio web ¡Y súmese!

www.darien.org.pa  .

Fundación Casita de Mausi

Karintia Carrillo y Jennifer Piricay

Hay quien llega desde el interior a ciudad de Panamá “con lo puesto”  y una gran carga de enfermedad. Tener dónde alojarse, en muchos casos junto a sus familiares para recibir atención oncológica, hace la diferencia en su vida y en la expectativa de mejoría.

La Fundación Casita de Mausi así lo entendió y por eso su filosofía es ofrecer a huéspedes con cáncer, un hogar temporal en la ciudad de Panamá.

Esta labor altruista ofrece transporte a quien no cuente con recursos para viajar desde el interior, también ocho habitaciones y 33 camas para el alojamiento temporal e incluso alimentos y apoyo con los medicamentos.

Les dejamos el Instagram:

https://www.instagram.com/casitamausi/?hl=es

El VIH es un virus y no distingue

Karina Solís y  Yabelín Campo

Karina Solís y  Yabelín Campo, directora de programas y proyectos y orientadora de la Fundación Probidsida (por el derecho a la vida), respectivamente, representaron en la actividad a esta organización, fundada por el Dr. Orlando Francisco Quintero Arosemena, presidente de la Asociación de Enfermedades Criticas, Crónicas y Degenerativas y director ejecutivo y co-fundador de la Fundación Probidsida, quien luego de ser diagnosticado con VIH, y superar su situación personal, supo que su misión sería ayudar a otras personas.

Una dinámica tipo juego, orientada a conocer los mitos y realidades de la enfermedad, convirtió al espacio de Probidsida en un divulgador en salud y quienes se acercaron a conocer su alcance, se llevaron información útil para su vida, familiares y amigos.

De manera general, trabajan “en la prevención del VIH, así como en la promoción y defensa de los derechos humanos y dignidad de las personas infectadas y afectadas por el VIH-Sida en Panamá”.

La Fundación realiza un promedio de 6,000 pruebas al año, además de orientar antes y después a las personas, para aclarar sus dudas y acompañarlos en el proceso de duelo que significa recibir la noticia de  tener VIH.

Importante recordar que la persona puede portar el Virus de Inmuno Deficiencia Humana y sentirse bien. Sin embargo, al no recibir tratamiento (triple terapia), como explica Probidsida, puede sentir pérdida de peso, tos e infecciones y desarrollar sida (Síndrome de inmuno deficiencia adquirida). Ellos son una mano amiga para la orientación y la prevención.

Por un corazón nuevo

Evelyn Headges, Thaís Coronado e Isela Lozada

Para que la vida siga latiendo, nace la Fundación Corazón Nuevo que lucha por lograr que cada vez más personas puedan tener acceso a un trasplante de corazón, “una intervención quirúrgica en la que se sustituye un corazón enfermo y deteriorado por el corazón sano de un donante”.

“Los trasplantes de corazón se realizan cuando el trasplante es el único tratamiento óptimo disponible para una persona con insuficiencia cardíaca, que ayudaría a que tenga una mejor calidad de vida” explican desde la Fundación.

Cabe señalar que en Panamá está permitido donar corazón. También riñones, médula ósea, córneas, huesos e hígado.

El programa inició el 19 de noviembre de 1990 “cuando se efectuó el primer trasplante renal de donante vivo relacionado”.

La Fundación Corazón Nuevo, además de estimular la donación de órganos para que más personas se puedan salvar, tiene un proyecto emblemático: One dollar, one heart.

“Consiste que por un día cada panameño, ciudadano y/o residente en Panamá o en el exterior al igual que las empresas donen a la Fundación un dólar”.

Un dólar, sumado a varios y a muchos, puede hacer la diferencia en la vida de una persona y su familia.

En la página más información:

https://fcnpty.org/pilares/

Por más sonrisas

Dra. Chachi, Dra. Pom Pom, Dra. Malula, Dr. Mudito, Dr. Chapita y Dra Chilindrina @doctoryasopa

En esta fiesta por la solidaridad y el amor hacia el otro, también estaba el Dr. Yaso cuya filosofía es “aliviar el sufrimiento humano” y contribuir a la humanización.

Fueron fundados como Asociación Civil Sin Fines de Lucro en febrero de 2005 “con la visión de consolidarse como una referencia en el tema de atención a niñas y niños hospitalizados, generando un efecto multiplicador de la experiencia”.

En Panamá existen más de 400 payasos humanitarios que regalan sonrisas: la mejor de las medicinas.

Los pueden seguir:

@doctoryasopa

Pide un deseo Panamá

Kristyn Negrete, Valery Vergara y Janais Dewitt

En esta ruta camino a la fraternidad, estaba la organización Make a wish. En este caso, Pide un deseo Panamá.

La organización internacional con sede en el país nació en el año 1980 gracias a un deseo: Christopher Greicius, un niño con leucemia, soñaba con ser oficial de policía, así que la ayuda de los patrulleros de la ciudad de Phoenix, Arizona, Christopher logra realizar su sueño.

“La noticia se conoce por todo Estados Unidos, y así nace la idea de crear una organización dedicada a conceder deseos a niños enfermos”.

En Panamá se establece en 1995 y desde esa fecha cumplen los deseos de niños, niñas y adolescentes de 3 a 17 años que sufren enfermedades críticas.

Es una labor hermosísima que ayuda a los pacientes más pequeños a llenarse de esperanzas.

Si va al enlace de deseos por cumplir, verá peticiones que no son imposibles y pueden dar alegrías

https://www.makeawishpanama.org/deseos-por-cumplir/

“Tener mi primera fiesta de cumpleaños”,  es la campaña vigente. Si busca los ya cumplidos, la lista conmueve: tener una muñeca o una computadora e incluso “buses pintados de Panamá”, son parte de los anhelos.

Formación con tecnología

Eduardo Snape, director ejecutivo; Sheila Pérez, directora de Operaciones; Yiseika Saavedra y José Brown, embajadores

Entre otras organizaciones que trabajan a favor de los demás, estaban los chicos y chicas de la Comunidad Dojo (seguridad de datos, ofensiva y defensiva), quienes ofrecen capacitaciones gratuitas en temas de información, infraestructura web y tecnología.

Hay dos programas inspiradores: el de líderes programadores, dirigido a jóvenes de 13 a 17 años y el fomento del aprendizaje del idioma inglés.

Los puede conseguir:

Estas instituciones expresan una parte del amplio mundo del voluntariado en Panamá. Sus rostros visibles simbolizan este hacer comprometido por el país y, gracias a su esfuerzo, hay más salud y bienestar, menos exclusión y más equidad. Son héroes civiles por la causa de un país en igualdad.

Por: Violeta Villar Liste | [email protected]