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Dr. Juan Miguel Pascale, director del Instituto Gorgas
Mujeres y población pediátrica son las poblaciones más vulnerables cuando se trata de esta enfermedad que es un problema de salud pública en evolución, asociado a nuevas formas de la enfermedad

Por: Violeta Villar Liste

Sobre las innovaciones en tratamientos y hallazgos vinculados con la leishmaniasis cutánea, la leishmaniavirus y sus implicaciones en la clínica de pacientes con la enfermedad, conversaron el Dr. Juan Miguel Pascale, director del ICGES y el Dr. Kadir González, investigador en Parasitología del ICGES, en el contexto de la XIV Conferencia Médica Internacional en memoria del Dr Alan Gabster.

La leishmaniasis es una enfermedad infecciosa desatendida. Es endémica de 98 países, entre ellos Panamá, y cada 40 segundos ocurre una nueva infección. Se estima que hay 1.5 millones de casos en todo el mundo.

Mujeres, niñas y niños son las poblaciones más vulnerables cuando se trata de esta enfermedad que es un problema de salud pública en evolución, asociado a nuevas formas.

Existen vacunas contra la leishmaniasis para perros y no así para humanos. El tratamiento es limitado.

Sobre las innovaciones en tratamientos y hallazgos vinculados con la leishmaniasis cutánea, la leishmaniavirus y sus implicaciones en la clínica de pacientes con la enfermedad, conversaron el Dr. Juan Miguel Pascale, director de Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) y el Dr. Kadir González, investigador en Parasitología del ICGES, en el contexto de la XIV Conferencia Médica Internacional en memoria del Dr Alan Gabster.

El Hospital Dr. Luis “Chicho” Fábrega de Santiago de Veraguas fue la sede del evento científico, con el respaldo del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES) y de la  Red de Desarrollo Comunitario de las Américas (CDNA por sus siglas en inglés): Salud mental, sexual y medicina tropical, en la agenda de Conferencia Médica Internacional

Es el parásito Leishmania el agente causal de la leishmaniasis y se transmite por picadura de chitras del género Lutzomyia.

“La leishmaniasis cutánea es endémica en 18 países, con un promedio de, aproximadamente, 54, 000 casos por año, y es la forma más frecuente en la Región. Cerca de 90% de los casos se presentan como lesiones localizadas, únicas o múltiples, y 15 especies de Leishmania son los agentes causales”, advierte la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su última edición de Directrices para el tratamiento de las leishmaniasis en la región de las Américas.

La leishmaniasis mucosa/mucocutánea afecta las mucosas de la nariz y la boca y puede ser causa de discapacidad grave.

La llamada leishmaniasis visceral (causada por L. infantum y que no está presente en Panamá) se le considera la forma más grave, “ya que puede causar la muerte hasta en 90% de las personas no tratadas. Es endémica en 13 países de la Región de las Américas, con una media de unos 3,500 casos por año, aunque 96% de los casos se registran en Brasil”. Entre los síntomas destaca la fiebre, la pérdida de peso y la anemia.

La Dra. Amanda Gabster, quien siguió el legado de su padre, el Dr. Alan Gabster, al colocarse al frente de la organización de este evento científico de alcance global, entrega reconocimiento al Dr. Juan Miguel Pascale, director del ICGES, institución coorganizadora de la Conferencia Médica Internacional

Del tratamiento tópico a la termoterapia

El Dr. Juan Miguel Pascale es egresado de la Universidad de Panamá en Medicina en 1983. Realizó una maestría en el Instituto de Karolinska y su PhD en Patología en la Universidad de Indiana. Es el director del Instituto Gorgas. También se desempeña como profesor de Inmunología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá.Es autor de diversos artículos científicos. 

El Dr. Juan Miguel Pascale, quien abordó la Leishmaniasis cutánea en Panamá, actualización en tratamiento y hallazgos en el Instituto Gorgas, ofreció un panorama general de la enfermedad, de las formas evolutivas del parásito Leishmania y las innovaciones.

El subgénero Viannia tiene cuatro especies principales y es uno la Leishmania (V.) panamensis, propio del país.

Las provincias con más casos reportados son Bocas del Toro, Panamá Oeste, Coclé, Panamá y Darién.

En el año 2022, Panamá registró 1,339 nuevos casos notificados de leishmaniasis, con una incidencia de 36.79 casos / 100,000, es decir, un índice “alto” de transmisión:

  • Cutánea: 836 (62%)
  • Mucosa: 13% (1%)
  • No especificado: 490 (37%)
  • El 20% de los casos correspondió a hombres de 20 a 30 años.

Son cuatro las formas clínicas de laleishmaniasis cutánea en Panamá: localizada, mucosa, difusa y diseminada.

El Dr. Pascale explicó las principales pruebas que realiza el ICGES, desde el frotis (examen directo) hasta el PCR de rutina, con investigaciones de otros métodos para acelerar el diagnóstico.

Ver: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22818741/

Los tratamientos se orientan a asegurar la curación clínica del paciente, reducir las cicatrices, prevenir complicaciones, formas severas y la diseminación.

De manera novedosa, ahora se admite el uso de tratamientos locales que antes estaban prohibidos.

El ICGES fue pionero en el uso de la paromomicina tópica, indicada en el caso de la L.cutánea. Son sus ventajas «que es segura, eficaz, fácil de usar y no es costosa», señala el Dr. Pascale.

Un estudio que respalda su empleo “evaluó la farmacocinética de cremas tópicas que contienen 15% de paromomicina («paromomicina sola») y 15% de paromomicina más 0,5% de gentamicina (WR 279,396) en pacientes con leishmaniasis cutánea. Las cremas en investigación se aplicaron tópicamente a todas las lesiones una vez al día durante 20 días” con resultados positivos.

Ver:https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23877689/

La llamada terapia térmica es otra alternativa para los pacientes con leishmaniasis cutánea.

Ocurre que por lo general, los pacientes reciben el tratamiento sistémico: «Este tratamiento tradicional, que se utiliza hace más de 70 años, consiste en una serie de inyecciones intravenosas durante 20 días. A pesar de su eficacia, puede traer efectos secundarios, como la alteración de funciones renales y hepáticas, y arritmias”, documenta la OPS. En Panamá se usa más el intramuscular, pero en el Gorgas aplican el intravenoso, dijo el Dr. Pascale.

La termoterapia tiene la ventaja que se usa en una sola sesión. Emplea ondas de alta frecuencia, a una temperatura de 50º centígrados por un período de 30 segundos.

El Dr. Pascale señaló que el conocimiento del Instituto Gorgas trasciende la sede principal de ciudad de Panamá: el “Gorgas móvil” recorre el interior panameño, y en particular zonas de alto riesgo como Darién, con un personal valioso que ayuda en el diagnóstico y fomenta la investigación clínica y capacitación en medicina tropical.

Recomendó la consulta de las Directrices para el tratamiento de las leishmaniasis en la región de las Américas, documento en cuya elaboración también participó Panamá con la colaboración de José Antonio Suárez Sancho (Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación).

La publicación “presenta la actualización de las recomendaciones terapéuticas, detallando los esquemas y los criterios de indicación del tratamiento para la leishmaniasis cutánea, mucosa y visceral en el contexto regional, de acuerdo con las normas de la OMS”.

https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/56121/9789275325032_spa.pdf?sequence=15&isAllowed=y

Un virus que hace más compleja la enfermedad

El Dr. Kadir González se refirió al Leishmaniavirus y sus implicaciones en la clínica de los pacientes con leishmaniasis.

El Leishmaniavirus (LRV) se define como “un virus de ARN bicatenario de la familia Totiviridae” que tiene la capacidad de infectar al parásito Leishmania (no así a la persona de manera directa).

Hay cuatro especies:

  • LRV-1 infecta parásitos de leishmania del subgénero viannia
  • LRV-2: : infecta parásitos de leishmania  del subénero leishmania
  • LRV-3 y LRV-4: infecta tripanosomatidos del género Blechomonas

El estudio de LRV es importante porque se asocia con formas clínicas graves de la enfermedad, con fallas en el tratamiento e incluso con la reactivación de las lesiones.

Es decir, el parásito incrementa su capacidad de hacer daño al ser humano porque de manera adicional está “enfermo” con un virus.

En la región es LRV-1 el de mayor presencia (39.1%).

El Dr. Kadir González es tecnólogo médico de base, egresado de la Universidad de Panamá (2008), en 2020 culminó sus estudios doctorales de la Universidad de Sao Paulo en Brasil en Fisiopatología Experimental.  Actualmente es investigador en Parasitología en el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud y profesor en Parasitología Clínica de la Universidad de Panamá.  Ha contribuido a muchos congresos nacionales e internacionales y tiene varias publicaciones en revistas indexadas.

El estudio titulado, Detección de Leishmania RNA Virus 1 (LRV1) en aislamientos de Leishmania (Viannia) panamensis en Panamá, con participación del ICGES, de la Universidad de Panamá, Centro Médico VA Zablocki (Milwaukee, Wisconsin, EE. UU) y la Universidad de Nuevo México, fue una investigación pionera que permitió detectar “Leishmania RNA virus 1 (LRV1) en 11 aislamientos de Leishmania (Viannia) panamensis recolectados durante 2014–2019 de pacientes de diferentes áreas geográficas de Panamá. 

La distribución sugirió una propagación de LRV1 en parásitos L. (V.) panamensis.

En este estudio, no se encontró asociación entre LRV1 y un aumento de la patología clínica”.

En la actualidad está en desarrollo un estudio de la infectividad y citocinas inducidas por aislados de Leishmania (Viannia) spp. Infectados con leishmaniavirus.

Es una investigación financiada por la Senacyt y cuenta con colaboración interinstitucional e internacional y se orienta a conocer cada vez más las consecuencias del Leishmaniavirus.

Una recopilación reciente de casos de LRV en Panamá, en el periodo 2015-2022, localizó 20 casos (13% de prevalencia).

Este estudio en marcha permitirá conocer el comportamiento específico del virus en Panamá. Determinar si hay asociación con la reactivación de la lesión, con la resistencia a fármacos o en otras especies de Leishmania.

Los hallazgos ya confirman la distribución de LRV-1 a lo largo de todo el territorio nacional, la prevalencia de LRV-1 infectando a L. (V.) panamensis y la descripción en el país de L. (V.) guyanensis.

Estos avances demuestran la importancia de una ciencia en evolución que actúa sobre enfermedades desatendidas, que impactan en las poblaciones de menores recursos, en niños, niñas y mujeres, buscando respuestas para cerrar brechas y garantizar el derecho a la salud.

Por: Violeta Villar Liste | [email protected]